diario del navegante

Sábado, 10 de octubre
de 1998

Principal del Diario

Las 10
mejor valoradas

 

El bolígrafo del futuro

Una empresa británica crea una pluma que interpreta el movimiento de la mano y lo traduce en textos de ordenador

OLALLA CERNUDA

Seguro que alguna vez han deseado tener un bolígrafo o un lápiz que escribiera sólo. Sobre todo en su época estudiantil, cuando los dedos acaban doliendo de tomar apuntes. ¿Y qué decir si encima luego hay que pasar esas notas tomadas a mano a un ordenador? Doble trabajo, que consigue aburrir al más calmado. Pero esa duplicidad de tareas se puede acabar en un breve plazo de tiempo.

Unos científicos británicos han desarrollado una mezcal del tradicional "boli Bic" y un teclado del ordenador. Se trata de una estilográfica que tiene una serie de sensores. Estos detectan los movimientos de la mano mientras escribimos, y trasladan esa información a un ordenador, que lo introduce un un programa de tratamiento de textos. Al final, podemos obtener una copia impresa casi al mismo tiempo que tapamos el boli. O si lo preferimos, podemos mandarlo a un fax por módem, o por correo electrónico o incluso a un teléfono móvil.

Mientras que vamos escribiendo se puede leer lo que el programa va interpretando en una pequeña pantallita que va incorporada al bolígrafo, para corregir errores de interpretación. El invento, que se ha llamado SmartQuill, no verá la luz en los mercados hasta dentro de dos años, pero los expertos de British Telecom y otras empresa británicas ya están probándolos.

Según uno de los ingenieros que ha colaborado en el proyecto, Roger Payne, se decidieron a investigar en este campo porque los usuarios tienen muchos problemas para escribir en los teclados de los ordenadores portátiles, que cada vez son más pequeños y más incómodos. Por eso pensaron en algún artilugio que facilitara la labor de teclear los textos, y nació SmartQuill.

Además están estudiando, como novedad para las siguientes versiones del producto, incorporar un dispositivo que reconozca la firma del usuario como contraseña. Es decir, que el bolígrafo sea personal e intransferible, y si no firma el propietario al comenzar la sesión de "dictado", el invento no funciona.

arriba

Principal del Diario
Diario del Navegante