Lunes, 5 de julio de 1999

EL MUNDO

DIARIO DEL NAVEGANTE

NAVEGANTE

ARIADNA

INTERNET
Una Red bien visible

La ONCE desarrolla un sistema que permite a los ciegos navegar por Internet

AGUSTIN RIVERA
Especial para EL MUNDO

MADRID. Alex Crivillé se alza con su quinta victoria de la temporada en el Mundial de Motociclismo. Jonathan antes sólo podía enterarse de esta noticia por la radio o porque alguien se la contara. Ahora, mientras se toma un café y atiende una llamada en su teléfono móvil, accede, a través de las cuatro teclas del cursor, a la página web de las últimas noticias de EL MUNDO.

Jonathan, que es ciego y trabaja con un ordenador adaptado, no tiene problemas con Windows, pero se bloqueó cuando llegó Internet. Sin la ayuda de un vidente, le era imposible ver la información de una página.

Había que erradicar el obstáculo que la Red significaba para Jonathan y para otros 57.000 ciegos españoles. La ONCE, por tanto, se puso ojos a la obra. Contactó con Microsoft, envió a Estados Unidos un equipo de técnicos de la casa y creó un producto especialmente diseñado para ciegos capaz de interpretar la información gráfica que figura en la pantalla.

Los enlaces y los gráficos de las páginas de Internet son los principales problemas de los invidentes a la hora de acceder a la Red. Para solucionar estos dos serios inconvenientes, la ONCE y Microsoft han desarrollado una especie de lector de páginas, que funciona no sólo para navegar por Internet, sino con Windows y cualquier aplicación que el usuario utilice: procesadores de textos, hojas de cálculo, etcétera. Además, este software controla los periféricos con los que trabaja una persona ciega, que pueden ser sonido o Braille. El ciego no utiliza el ratón, usa exclusivamente combinaciones de teclas. Luego una voz, todavía no totalmente humanizada, canta si hay un botón de cancelar, maximizar o minimizar la pantalla.

&laqno;No queremos que sea un mero juguete para salir del paso, sino que se pueda convertir en una auténtica herramiento de trabajo con el menor número de limitaciones posible», explica José Manuel Córdoba, jefe de Desarrollo Técnológico del Area de Informática de la ONCE.

Córdoba reconoce que este universo todavía es &laqno;relativamente poco conocido, pero muy llamativo». Y especifica: &laqno;Hay muchos productos que parecen la panacea. Queda muy bonito un titular que diga: solucionado definitivamente el acceso de los ciegos a Internet, pero cuando de verdad analizas el producto no te soluciona todos los problemas, no te permite que un ciego se mueva con comodidad».

Jonathan Armengol, que además es coordonador del departamento Multimedia de la ONCE, asegura que la clave es que un ciego pueda acceder en igualdad de condiciones que cualquier otra persona. Un invidente, de hecho, no precisa de un desarrollo específico de páginas web en Braille. &laqno;Lo que pasa es que en función de cómo esté estructurada la información leerá el 100%, el 50% o el 25% de la página». Si la página se encuentra repleta de gráficos, vídeos o iconos animados, el ciego puede entrar en el web, pero solamente podrá interpretar una parte ínfima de la información.

&laqno;Siempre necesitaba la ayuda de una persona para que me leyeran los periódicos. Ahora leo los titulares, los artículos de opinión y los reportajes de la edición digital de cualquier diario», relata Jonathan, mientras echa un vistazo al correo electrónico, uno de los mayores adelantos técnicos para los ciegos.

&laqno;Antes sólo podía comunicarme de dos formas: con los que entendieran Braille o con que gente que me escribía y, luego, me leían las cartas, con lo que perdía siempre mucha intimidad. Ahora es el ordenador quien me lee el correo».