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SEGURIDAD Expertos coinciden en la dificultad de evitar los ataques a servidores «web» MADRID.- «Si pudiera retroceder en el tiempo y diseñar de nuevo el protocolo de Internet, mejoraría la seguridad», declaró a EL MUNDO el año pasado Vinton Cerf, un estadounidense conocido como el padre de Internet, por haber creado el lenguaje que hablan todos los ordenadores conectados. Tres décadas después del nacimiento de la Red, la seguridad vuelve a la palestra por los ataques sufridos en los últimos días por algunos de los sitios web más emblemáticos. Mientras la sociedad de la información está en boca de todos los políticos y el comercio electrónico calienta los parqués, las grandes empresas de la Red muerden, una tras otra, el polvo digital. ¿Qué está pasando? ¿Ni siquiera los gigantes de la Red pueden defenderse de los ataques? La respuesta, según los expertos consultados por este periódico, es tajante: no existe un medio infalible para evitar que un servidor caiga ante una avalancha de peticiones. Para Manel Medina, director del Equipo de Seguridad para la Coordinación de Emergencias en Redes Telemáticas (esCERT), es muy difícil defenderse de un ataque de denegación de servicio, puesto que no se trata de aprovechar un fallo del servidor, sino de enviar una avalancha de peticiones legítimas de información. Las herramientas para llevar a cabo una acción de este tipo pueden conseguirse en la Red. Según Medina, los hackers son personas anárquicas, a las que no gusta que nadie tome el control de la Internet. En este caso, su principal amenaza podría venir de los grupos que actualmente dominan el comercio electrónico, y cuyo perfil coincide con el de los sitios web que han sufrido los ataques de los últimos días. No obstante, según Medina, no pueden descartarse otras hipótesis, y el hecho de que ningún grupo de la Red haya reivindicado la autoría de estas acciones podría significar que detrás de la operación no hay un hacker, sino, simplemente, una empresa de la competencia o alguien interesado en que se invierta más dinero en seguridad. Esta teoría es compartida por David Casacuberta, presidente de Fronteras Electrónicas España (FrEE), una organización para la defensa de los derechos en la Red que siempre se ha mostrado contraria a lo que denominan sabotaje computacional. Para Casacuberta, el anuncio de Clinton de invertir en la seguridad de Internet y el de Bruselas de poner en marcha un plan contra los hackers hace pensar en algo más que un ataque casual. Según el presidente de FrEE, los ataques son más una molestia que una verdadera amenaza para la sociedad. Por su parte, Miguel Pérez Subías, presidente de la Asociación de Usuarios de Internet (AUI), declaró a Europa Press que los autores «podrían ser personas que buscan notoriedad» y que muchos problemas de seguridad en la Red no se advierten hasta que son evidenciados por estos ataques. Su homólogo en la Asociación de Internautas (AI), Víctor Domingo, aseguró a EL MUNDO que «aunque no se sabe quién está detrás de esta historia, no se ve en ella el espíritu hacker». No obstante, Domingo coincidió en que este tipo de cosas da mala imagen y va en contra de la idea de autorregulación de la Red.
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