Viernes, 5 de mayo de 2000

SEGURIDAD
Los hermanos mayores de «I love you»

Antes de este virus, otras bombas informáticas ya sembraron el pánico entre particulares y grandes empresas

DIARIO DEL NAVEGANTE

MADRID.- No será el último pero, desde luego, no ha sido el primero. Antes de que el virus informático I love you comenzara siquiera a existir en la mente de su creador, otras auténticas bombas de relojería ya pululaban por la Red, sembrando el pánico entre los internautas y colapsando ordenadores particulares y los sistemas informáticos de grandes empresas. Este es un repaso a los virus más famosos que han acechado a Internet en su corta (pero intensa) existencia:

Melissa. Hasta ahora, Melissa lucía con orgullo el título de «virus informático más extendido de la Historia». Hasta ahora, porque I love you amenaza con robarle el liderazgo. Melissa surgió en marzo de 1999 y se transmitió con la celeridad de un rayo a través de los sistemas de correo electrónico, causando estragos en más de 100.000 de ordenadores personales y en más de 300 redes empresariales. El creador de Melissa, un tal David L. Smith, que por aquel entonces sumaba 30 años, planeó el sabotaje desde su pequeño apartamento en la localidad de Aberdeen. Smith introdujo el virus en el foro de debate alt.sex con una identidad falsa utilizando la clave robada de un usuario de America Online.
Smith, que se ha declarado culpable de crear y propagar por el mundo a Melissa, dijo en su defensa que todo había sido «una travesura». Para los fiscales, sin embargo, su verdadera intención era provocar el pánico y la interrupción de la actividad económica que finalmente generó.

Dubbed Papa. Y casi al mismo tiempo que Melissa, cuando los internautas aún no se habían recuperado de las faenas de este virus, llegó uno nuevo: Dubbed Papa, muy similar a su antecesor. Se trataba de un mensaje con un archivo adjunto que, cuando se abría, enviaba señales (pings) a los servidores de correo a los que estaba conectado el usuario. El virus Papa enviaba miles de pings a la vez, colapsando los servidores de correo.

Worm.ExploreZip. Virus letal, a pesar de tener el nombre de un insignificante gusano. Representó en sus tiempos, allá por junio del año pasado, un grave peligro para la información almacenada en los ordenadores que lo recibían a través del correo electrónico. «Hola Mike. He recibido tu correo y te enviaré una copia lo antes que pueda. Hasta entonces, mira estas cosas que te envío. Adiós». Este es el texto (traducido al castellano) que aparecía en el mensaje que transportaba Worm.ExploreZip. El mensaje llevaba además un archivo adjunto, zip files.exe, que cuando se ejecutaba mostraba un texto de error. Acto seguido, borraba todos los archivos de Word, Excel o Power Point, así como los que tenían las extensiones .c, .cpp, .asm, .doc, .sls y .ptp.

FunLove. La fabrica de la ciudad irlandesa de Limerick, propiedad del fabricante estadounidense de computadoras Dell, tuvo que cerrar sus operaciones durante dos días hábiles, en noviembre de 1999, porque sus sistemas de producción se vieron infectados por un virus informático. Dell se vio obligada a detener la producción en sus plantas e hizo un llamamiento para que se devolvieran 12.000 unidades tras descubrir un virus llamado FunLove en el sistema, usado para bajar software en los ordenadores de escritorio y portátiles que fabrica.

Efecto 2000. El tan temido como esperado error informático del nuevo milenio pasó casi sin pena ni gloria. Casi, porque la Guardia Civil, en una operación denominada Bacilo, detuvo a un técnico en informática de un laboratorio farmacéutico de Madrid que, como venganza por su despido, había instalado un complejo sistema informático que destruiría los sistemas informáticos de esta empresa a las 0.00 horas del 1 de enero de 2000, fecha del denominado efecto 2000.

Deshacer la madeja a la caza del culpable


Todo parece indicar que el virus del amor se originó en Filipinas. No obstante ya ha sido apodado como el asesino de Manila. Aún así, los expertos informáticos no tienen muchas esperanzas en encontrar a los responsables de semejante desaguisado provocado en medio mundo.

La lógica que se suele seguir en estos casos para ir a la caza de los responsables consiste en deshacer la madeja, dar todos los pasos hacia atrás. Algo muy complicado en esta ocasión debido a las dimensiones de la infección.

Desde Europa a Estados Unidos, pasando por España, los ordenadores se cimbrearon ante la voz de alarma: que viene el virus.

Alemania fue uno de los países más afectados por la sacudida. El ministro alemán de Interior, Otto Schily, convocó ayer a los expertos en informática que componen el grupo Internet seguro para analizar y buscar soluciones al virus que se ha extendido por el país en forma de declaración de amor.

Entidades bancarias, editoriales, medios de comunicación, el Gobierno regional de Baja Sajonia, diversas oficinas de la administración federal... Todos los sistemas quedaron tocados por este Cupido que disparaba flechas envenenadas. Al cierre de esta edición, el Ministerio de Interior reconocía que no existía un detector adecuado del virus y que la solución más segura era borrar el mensaje electrónico sin abrirlo antes.

El ministro Schily aseguró que se recurrirá a todas las posibilidades civiles y penales para castigar a los responsables del virus, cuyo número de afectados por el momento no se ha podido precisar oficialmente.

Por su parte, el FBI que ya consiguió detener al creador del virus Melissa ha abierto una investigación coordinada con la Agencia Nacional de Protección de las Infraestructuras (ANPI) para intentar detener al que provocó el nuevo mal. El causante podría ser acusado de haber violado las leyes federales. El FBI, a salvo de este destrozo informático, afirmó que estaba recibiendo informaciones de todo el mundo y que ya se disponía a combatirlo.