Lunes, 5 de julio de 1999

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El caldero mágico, o cómo ganar dinero con código abierto

El experto en "Open Source" Eric S. Raymond analiza los modelos económicos alternativos a las tecnologías propietarias

JUAN GONZALO

¿Linux? ¿Apache? ¿"Open Source"? Todo eso está muy bien, pero... ¿sirve para ganar dinero? Para resolver este tipo de preguntas, Eric S. Raymond, uno de los más significados gurús del movimiento denominado código abierto, ha elaborado un documento titulado El caldero mágico (The Magic Cauldron) en el que analiza el sustrato económico de esta cultura informática y expone su visión sobre el futuro de la tecnología.

El documento es el tercero de una serie iniciada por La catedral y el bazar, que tuvo amplia repercusión en Internet y en el mundo empresarial por su exposición de dos formas opuestas de entender la tecnología y la información. En su segundo documento, Homesteading the Noosphere, Raymond analizaba la cultura de la gratuidad en el mundo de los hackers y el tipo de conceptos de propiedad y autoría que se reflejan en ese tipo de comunidades.

En la tercera entrega de esta especie de Cossío del "Open Source", Raymond, famoso también por ser autor del fichero de preguntas frecuentes Cómo ser un hacker, desgrana lo que él considera que son "los mitos sobre la financiación del desarrollo de programas", al tiempo que propone ocho modelos o maneras de crear programas según el modelo de código abierto, utilizando formas viables de financiación.

¿Por qué El caldero mágico? Raymond, editor de The Jargon File, de Fetchmail y de muchos otros programas de libre distribución, utiliza para justificar el título una figura de la cultura popular celta: "Según la tradición mitológica del País de Gales, la diosa Ceridwen tenía un gran caldero del que salían alimentos en abundancia de forma mágica cuando se utilizaba un conjuro que sólo conocía la diosa...".

Raymond —al igual que un número creciente de empresas y responsables informáticos— considera que el modelo de código abierto bien puede ser una especie de marmita capaz de repartir bonanza a todos aquellos que saben cómo sacarle partido.

Preguntado por el Diario del Navegante acerca de los objetivos deEl caldero mágico, Raymond ha respondido que este documento ayudará a clarificar la percepción entre los empresarios acerca de la solidez de las tecnologías de código abierto. Asimismo, el reconocido "apóstol" del Open Source ha señalado que la adaptación de los modelos de negocio enumerados en el manifiesto se ajustan "de forma excelente" a la realidad empresarial.

El caldero mágico comienza con un intento de desmontar las premisas que establecen que, en el mundo de la producción de software, 1. las horas de trabajo de los programadores se financian con el valor de venta del producto, y 2. Este valor es proporcional a lo que ha costado desarrollar el programa y a su valor utilitario.

Una revolución conceptual

Raymond niega que el desarrollo de programas informáticos se pueda considerar como una manufactura más, y aboga por "una estructura de precios basada en los contratos de servicios, en suscripciones, y en un continuo intercambio de valor entre el vendedor y el consumidor o cliente". En unas condiciones de libre mercado, el experto hacker predice que "éste es el tipo de estructura de precios que seguirá la mayor parte de una industria del software madura".

En su "deconstrucción" de los supuestos que sostienen los detractores del código abierto, Raymond advierte: "Quizá eres de los que piensa que proteger el código de tus programas hará que los sistemas de tu empresa sean más seguros contra los intrusos. En ese caso, recomiendo urgentemente una sesión de terapia con un experto en criptografía".

El reparto o distribución de costes en la producción de un programa sería, según Eric S. Raymond, la clave del éxito del servidor web Apache, "un ejemplo del que se puede inferir un modelo en el que los usuarios de los programas se benefician de contribuir al desarrollo del código abierto, porque gracias a ello consiguen un producto mejor y a un coste menor del que obtendrían de otro modo."

Para Raymond, la clave está en enfocar la estrategia no en el valor de venta de un producto sino en el valor utilitario. Este cambio, que califica de "revolucion conceptual", supone tener en cuenta la cadena de valor añadido que se genera cuando una tecnología resulta accesible a un gran número de usuarios, que pueden mejorar ese producto sin coste alguno para su fabricante o desarrolladores. A su vez, la utilización masiva de un producto acaba dando lugar a su vez a una demanda de servicios y productos relacionados con la tecnología abierta, de la quese pueden beneficiar numerosas empresas. Tal es el caso de compañías que hacen programas a medida utilizando [GNU] Linux, Perl, PHP y otras herramientas que tienen algún tipo de licencia reconocida por el modelo de código abierto.

El modelo de "Open Source" está sujeto a unas limitaciones que se derivan, según se afirma en El caldero mágico, de "la naturaleza del contrato social en el que está fundado su desarrollo". De este modo, la necesidad de un equilibrio entre las diferentes aportaciones de programadores, así como de una constante revisión recíproca, ha dado origen a la creación de la Definición de Open Source, que abarca a diferentes tipos de licencias (GNU GPL, BSD, etc.).

Tras desglosar los modelos económicos que han seguido (en diferente grado) empresas como Netscape, RedHat, O'Reilly Associates o los creadores del popular juego Doom, Raymond aventura que "el principal reto de la tecnología de programas y la gestión de productos en el siglo próximo será conocer cuál es el momento de efectuar la transición del código cerrado o propietario a una infraestructura de código abierto, con el fin de explotar los beneficios de la revisión por parte de la comunidad de usuarios y programadores y obtener mayores beneficios en el área de servicios y otros mercados secundarios". Tomar esta decisión demasiado tarde supondrá, para las empresas, un riesgo de "pérdida de oportunidades" y de perder paulatinamente cuotas de mercado merced a "un competidor que abrace el modelo de código abierto en el mismo nicho".

Como muestra del proceso de transformación que está viviendo el mundo empresarial, Raymond ha asegurado a EL MUNDO que "una empresa de telecomunicaciones importante" del sureste de Estados Unidos prepara su transición al modelo de código abierto, si bien "todavía no está dispuesta a anunciarlo públicamente".

Un futuro mixto

En el documento se da un paso más y se analiza el futuro de aquellas iniciativas que ya están saboreando las mieles del éxito. Así, Raymond niega que la comunidad de Linux pueda llegar a fragmentarse (pese a los distintos "sabores" o distribuciones que hay del potente sistema operativo).
 
"Retrasar la transición al código abierto es un riesgo"
 

El autor de El caldero mágico concluye augurando que lo que se engloba bajo el apartado de infraestructura (Internet, la Web, los sistemas operativos, y otras capas inferiores de programas de comunicaciones) "será casi en su totalidad código abierto, mantenido en colaboración por diferentes comunidades de usuarios y por empresas comerciales orientadas al servicio y la distribución" similares a lo que es hoy Red Hat (empresa norteamericana que distribuye una versión popular de Linux).

La "oveja negra" de este panorama abierto, según Raymond, serán las aplicaciones y el llamado middleware o aplicaciones intermedias entre los grandes sistemas operativos y de gestión (back end) y los programas que sirven de interfaz al usuario final (front end).