EL MUNDO / Domingo 30 de enero de 2000 / Número 18


 

HECHOS & IDEAS

El autor, gerente de Zimmermann Asociados, reivindica la vigencia del diseño como instrumento para mejorar la comunicación y hacer más atractivos los productos, y critica algunas perversiones del lenguaje que identifican la palabra 'diseño' con los aspectos más negativos de la sociedad

TRIBUNA DE LA ECONOMIA Yves Zimmermann
Un alegato en defensa del diseño

Un editorial de periódico que enjuiciaba recientemente el viaje del presidente Aznar a Ceuta y Melilla se titulaba "Un viaje de diseño". Hace pocos días, el presidente de un gobierno autonómico acusaba a un adversario político de tener "un discurso de diseño... hueco y vacío". Por las mismas fechas, otro líder nacionalista tildaba a un contrincante de "candidato de diseño". Un diario nacional editorializaba hace algún tiempo sobre "Un centro de diseño", al aludir al giro emprendido por determinado partido político. La Navidad puso el broche final: ese producto no es nada del otro mundo: sólo tiene diseño. También tenemos la música de diseño, la droga de diseño y la designer's food.

El ejemplo de Braun

La frivolización del diseño y el mal uso que políticos, editorialistas y otros han hecho de esta palabra, no puede ocultar el hecho de que un gran número de empresas importantes, españolas, alemanas, americanas y de otras nacionalidades, deben gran parte del éxito de sus productos, y su posición de líderes en sus respectivos mercados, precisamente al diseño. La empresa Braun es el ejemplo quizá paradigmático de lo que el diseño puede hacer por una empresa. Sin su clara apuesta por el desarrollo de diseños innovadores, esta empresa no sería hoy lo que ha llegado a ser. Pero no hace falta irse tan lejos. Entre nosotros, la firma de perfumería Antonio Puig es otro ejemplo cuyo análisis merece la pena, precisamente porque lo que viene singularizando a esta empresa del resto de los competidores es su capacidad de realizar representaciones adecuadas y apropiadas a la especificidad de productos concretos.

Importancia económica

No es objeto de estas líneas analizar en profundidad cómo se ha llegado a la situación que se describe, pero valga como una aproximación la consideración de que nos encontramos ante un concepto ­el del diseño­ que soporta toda una actividad generadora de un negocio mundial de miles de millones de dólares y numerosísimos puestos de trabajo. A pesar de esa importancia económica, hace tan sólo un par de décadas esta actividad todavía se basaba en fundamentos pedagógicos confusos e insuficientes, con escasa cualificación cultural, sin una adecuada articulación profesional que posibilitara un desarrollo global y suficiente de la actividad. Como consecuencia, el sector generaba una oferta que resultaba inevitablemente imprecisa, compulsiva y mimética, y ante la que el diseñador, carente de referencias culturales e información selectiva, dependiendo casi en exclusiva de tecnologías rígidas y decisiones arbitrarias, trabajaba sobre modelos posibilistas y aproximativos.

El resultado pudo ser una cadena de resultados improductivos, y quizás erróneos. Pero nadie se equivoca queriendo. Lo que sucedía era que tanto el que pedía como el que realizaba el diseño eran víctimas de un mismo error, consistente en creer que hacer diseño era una actividad equivalente a hacer arte.

Sin embargo, tampoco faltó esa otra casta de profesionales del diseño con sentido crítico respecto a esta situación, que se esforzaron en asentar su trabajo sobre bases más sólidas, y que se preocuparon incluso de ayudar a sus clientes a formular con más precisión sus necesidades de comunicación, de modo que se pudieran poner en marcha proyectos de diseño que respondieran más satisfactoriamente a dichas necesidades.

Designio

El diseño: una palabra, un concepto que, hace venticinco años apenas se conocía, hoy está en boca de todo el mundo. Las palabras son las depositarias últimas del sentido y de la significación.

Diseño procede de designio, intención. Esta relación familiar entre ambas palabras permite decir que un diseño debe obedecer siempre a un designio. De hecho, un diseño ­un buen diseño­ manifiesta, en su aspecto, el designio, la intención del mismo, la finalidad a la que debe servir. Un diseño de verdad es aquel que está adecuado al uso al que el usuario someterá al objeto en cuestión.

Resultados

Frente a quienes perciben y utilizan tan negativamente el concepto de diseño en su globalidad, no son pocos los profesionales de empresas españolas y extranjeras que han encontrado en el diseño la solución a algunos importantes problemas. Unos cuantos diseñadores, armados de profesionalidad, seriedad, entusiasmo y convicción, han sido capaces de conseguir que gracias al diseño el cliente no sólo se comunique más y mejor con sus consumidores finales, sino que, además, consiga mejores resultados en su negocio.

Porque el interés existente actualmente en España por el diseño no es una cuestión de moda u oportunismo. Es una necesidad que es consecuencia del nivel industrial alcanzado por nuestro país y del paulatino acceso a la cosa pública de una nueva generación de administradores que ha ido ocupando los centros de decisión.

Administración

En estos momentos, ministerios, empresas públicas y consejerías de comunidades autónomas son, cuantitativa y cualitativamente, algunos de los principales clientes de los diseñadores. ¿Están todos equivocados al recurrir al diseño para mejorar su comunicación?

Es de esperar que entre todos se logre que esta percepción tan negativa del diseño que últimamente todo lo invade, se invierta, y que se le restituya el digno lugar que le corresponde. Algo de eso se ha conseguido, por ejemplo, con la entrega de los Premios Nacionales de Diseño, que ensalzan la excelencia y la eficacia de esta actividad. Porque de no frenar este torbellino de perversión del leguaje, llegaríamos al disparate de leer informaciones que nos inducirán en breve a emitir un voto de diseño para obtener una representación democrática que, consecuentemente, sólo sería de diseño... hueca y vacía.

¿Es esto lo que queremos?

 


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