EL MUNDO / Domingo 7 de mayo de 2000 / Número 32
 

romboEMPRESAS

UMTS móvil, un maná de 36 billones para Europa
La adjudicación de las licencias de la nueva telefonía móvil UMTS reportará a los gobiernos europeos la friolera de 36 billones

B. MONTAÑO

Los gobiernos europeos se frotan las manos mientras por las calles de las principales ciudades es cada vez más difícil ver a personas que no utilicen un teléfono móvil. Ninguno de los Gobiernos, ni siquiera el inglés que desde el principio tenía claro que había que recurrir al método de subasta para vender bien las licencias de nueva telefonía móvil, podía imaginar la encarnizada batalla que entablarían las principales operadoras de telecomunicaciones mundiales para hacerse con las codiciadas licencias de UMTS, la nueva generación de telefonía celular que habrá de sustituir al sistema digital GSM.
Después de la batalla llega la calma, y el erario público rebosante de pingües ingresos. Y para muestra un botón: el Reino Unido acaba de cerrar la subasta de cinco licencias de UMTS, por la que sus cinco ganadores han desembolsado, en total, 6,4 billones de pesetas. El más atrevido de todos los licitadores fue el operador inglés Vodafone que, haciendo gala de su desorbitada agresividad puesta de manifiesto con la mayor OPA (22 billones de pesetas) de la historia sobre Mannesmann, ha pagado la friolera de 1,7 billones por una sola licencia.
El Reino Unido ha sido el segundo país europeo en adjudicar las nuevas licencias móviles, después de España. Y para una vez que nuestro país se adelanta en lo que a cuestiones de tecnologías se refiere, el destino le juega una mala pasada. El ministerio de Fomento decidió que el mejor sistema para adjudicar cuatro nuevas licencias era el modelo concursal, de forma que los cuatro adjudicatarios (Telefónica Móviles, Airtel, Amena y Xfera) sólo han desembolsado, en total, la irrisoria cantidad de 83.000 millones de pesetas.
Dado que todos los países europeos tienen previsto adjudicar las licencias UMTS a lo largo de este año, un informe del banco de negocios Schroder Salomon Smith Barney señala que el valor de mercado que podrían alcanzar las licencias de todos los países implicados (entre 60 y 70 licencias) sería de 36 billones de pesetas.

El precedente británico
A la vista del desarrollo de la subasta británica, en la que Telefónica hubo de abandonar debido al alto precio alcanzado y a que el BBVA se negó a que su participada siguiera pujando, los principales gobiernos europeos se han replanteado el sistema de concesión de licencias. El debate ya está abierto en Italia y Francia. En el país transalpino, el Gobierno ha anunciado que busca una fórmula intermedia entre el concurso y la subasta. Según el informe de Schroder, las cinco licencias que se concederán en Italia podrían alcanzar un valor de 6,1 billones de pesetas.
El Ejecutivo francés tampoco tiene claro qué modelo elegir. Inicialmente, tenía previsto convocar un concurso, al estilo español, para conceder cuatro licencias, pero el gusanillo de la subasta se ha instalado en el Palacio de Matignon, sede del Gobierno galo. El informe antes citado señala que las licencias francesas podrían alcanzar un valor de 6,3 billones de pesetas.
Alemania, que será el tercer país europeo en conceder las licencias, ya ha decidido subastarlas y ha anunciado que espera ingresar, nada más y nada menos que diez billones de pesetas, dejando la jugada británica a la altura del betún. Sin embargo, el banco de negocios Schroder rebaja las pretensiones germanas a 8,8 billones, por las previsiblemente seis licencias que se concedan.
Así las cosas, las grandes compañías de telecomunicaciones interesadas han empezado a mover sus hilos para afrontar las diferentes subastas. El excesivo músculo financiero que requieren estos procesos está dando lugar a alianzas de todo tipo. Telefónica, que ha perdido en el camino al BBVA, La Caixa, Banco Zaragozano y Abengoa (estas entidades se han reservado el derecho a acudir una vez concedidas las licencias y si el desembolso no excede sus previsiones), se ha unido al operador inglés Orange y a la compañía finlandesa Sonera (socio de Xfera) para afrontar la subasta en Alemania.
Asimismo, la operadora española concurrirá al proceso francés, una vez que esté definido, de la mano del grupo galo Suez Lyonnaise des Eaux, a través de una sociedad conjunta en la que la primera tendrá un 40% y la segunda, un 60%. Pero, la gran alianza que negocia Telefónica, que quiere ganar presencia en Europa con la consecución de licencias UMTS, apunta a la holandesa KPN (ver información en página 5). Ambas empresas tienen claro que el UMTS es vital para su futuro en el Viejo Continente.

Gráfico
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