EL MUNDO / Domingo 7 de mayo de 2000 / Número 32
 

romboEMPRESAS / ENTREVISTA

PRESIDENTE MUNDIAL DE ALSTOM Poder: Nunca subestimo la competencia, pero sabemos lo que el cliente necesita. Acuerdos: Colaboramos con Siemens en un proyecto europeo, pero a corto plazo apostamos por un producto propio. No cooperaremos en el AVE Madrid-Barcelona. Inversiones: El tiempo nos da la razón: España es un país muy importante. Nos interesa la Alta Velocidad a Málaga, Valencia y Valladolid

PIERRE BILGER
“Alstom ha hecho una industria ferroviaria española”

AGUSTÍN RIVERA

Es un francés afable, muy de la casa de Alstom, a punto de cumplir 60 años y graduado en la elitista Escuela Nacional de Administración Francesa.
Pierre Bilger preside esta multinacional gala, líder mundial en las infraestructuras de energía, con un 18% de cuota de mercado y un volumen de negocio cifrado en 9.800 millones de euros.
En España, su atención se centra en el proyecto de Alta Velocidad entre Madrid-Barcelona y frontera con Francia, a la que aspiran en competencia con Talgo y Siemens, y en la que garantizan la puntualidad y seguridad que tiene el AVE entre Madrid y Sevilla, cuyo mantenimiento depende de Alstom.
Pregunta.– ¿Cuáles son los principales proyectos que Alstom tiene ahora en marcha?
Respuesta.– Es un año muy importante, porque hemos alcanzado nuestro objetivo estratégico prioritario: convertirnos en líderes mundiales en el ámbito de la energía. Además, Alstom va a poseer el 100% de la compañía ABB Alstom Power, de la cual adquirió la mitad hace 10 meses.
P.– El proyecto más importante en España es la adjudicación del material rodante de la línea de Alta Velocidad entre Madrid y Barcelona. ¿En qué consiste su oferta?
R.– Hace unos años pusimos en servicio nuestros trenes para la primera línea de Alta Velocidad en España, el AVE Madrid-Sevilla. Creo que ha sido un gran éxito, tanto para Renfe como para Alstom. Es, sin lugar a dudas, la operación de Alta Velocidad más eficiente que existe en el mundo. Este proyecto nos ha dado en España la capacidad industrial para diseñar y construir trenes de Alta Velocidad, de tal manera que a la hora de abordar la línea Madrid-Barcelona nos encontramos con una base industrial capaz de afrontar completamente el diseño y la fabricación de estos nuevos trenes de Alta Velocidad. Nos encontramos en una buena posición para realizar una oferta atractiva para el cliente de este proyecto. Todos los trenes de Alta Velocidad que operan en este momento, excluidos Alemania y Japón, son suministrados por Alstom.
P.– ¿Cómo se diferenciará del plan previsto por Talgo y Siemens?
R.– Ofrecemos a Renfe toda nuestra familia de productos. El primer tren sería un tren parecido al que ya existe entre Madrid y Sevilla. La segunda oferta podría ser el tren de dos pisos, y en tercer lugar, contemplamos el tren AGV, tren de tracción distribuida, que consiste en integrar componentes y subsistemas probados y conocidos.
P.– ¿También será un activo importante la experiencia en el mantenimiento de la línea del AVE ente Madrid y Barcelona?
R.– Sí, y también será capital el contar con 500 trenes con unos grandes kilometrajes acumulados y una experiencia demostrada con la casi inexistencia de incidencias.
P.– El consejero delegado de Talgo ha comentado que no se plantea la posibilidad de perder. ¿Le asusta Talgo por su mejor conocimiento del mercado español?
R.– Como principio, nunca subestimo a la competencia. Dicho esto, recuerdo que Alstom ha hecho una verdadera industria ferroviaria española, con una inversión en los últimos nueve años de 350 millones de euros. Los trenes que Alstom va a ofrecer para el trayecto entre Madrid-Barcelona van a diseñarse 100% por los trabajadores españoles. Tenemos un gran conocimiento de cómo buscar un paquete de condiciones comerciales, financieras, de mantenimiento y de servicio al cliente en términos generales. Sabemos lo que el cliente necesita.
P.– ¿Descarta la posibilidad de aliarse con Siemens para luchar contra Talgo?
R.– Ocasionalmente, Siemens es un aliado de Alstom en el Lejano Oriente, pero no en Europa y Norteamérica. De otra parte, también existe otro proyecto de colaboración a muy largo plazo con iniciativas en los ferrocarriles de Alemania y Francia. Alstom colaborará con Siemens en un proyecto interoperable europeo de Alta Velocidad en el horizonte del 2010. En los desarrollos futuros se hace difícil pensar que una empresa pequeña pueda asumir por ella misma el conjunto de costes tecnológicos y financieros que son necesarios para desarrollar una futura generación de trenes de Alta Velocidad en Europa. En el corto plazo, Siemens ha optado por un producto propio. Nosotros vamos a seguir en nuestra propia línea. No cooperamos en el AVE entre Madrid, Barcelona y la frontera francesa.
P.– ¿Ha intentado Siemens negociar con Alstom una alianza?
R.– No hay discusión en este tema. No existe iniciativa ni de Siemens, ni de Alstom. Insisto: en este asunto no existe cooperación entre las compañías.
P.– ¿Cómo mejorará la tecnología de Alstom respecto a 1992?
R.– El mayor progreso tecnológico es mantener el estándar de confort, algo muy importante en los trenes de pasajeros en velocidades superiores a las que antes conseguíamos. En este sentido, hemos desarrollado un sistema de suspensión colateral activa que permite ir a velocidades superiores a 300 kilómetros por hora con el nivel de confort interior por parte del consumidor. En segundo lugar, se ha mejorado el comportamiento en materia de consumo energético.
P.– ¿Apuestan por un diseño interior y exterior igual que el del AVE Madrid-Sevilla?
R.– El aspecto del tren obedecerá a las preferencias del consumidor. Me gusta mucho el diseño interno del AVE Madrid-Sevilla, porque fue un diseño muy español, más vistoso que el interior del TGV. Es más, reconozco que los vagones del AVE son más confortables que los del TGV francés.
P.– A medio plazo surgirán nuevas líneas de Alta Velocidad: Córdoba-Málaga, Madrid-Valladolid y Madrid-Valencia. ¿Se planteará entrar Alstom en esta iniciativa?
R.– Cuando Alstom decidió invertir 60.000 millones de pesetas, lo hizo con la visión estratégica de que España es muy importante en el mercado de Alta Velocidad. El tiempo nos ha dado la razón y todos estos proyectos son iniciativas que Alstom adivinaba que más tarde o más temprano iban a tener lugar, debido a la alta adaptación de España para proyectos de Alta Velocidad.
P.– ¿Por ello, aumentarán la plantilla en los centros de construcción de Valencia y Barcelona?
R.– Sí, en función del volumen de pedidos. Generamos no sólo 2.200 empleos directos, sino que tenemos una importantísima cifra de empleo indirecto, no sólo ya en nuestras propias fábricas, sino que también los tenemos en la industria auxiliar y en el conjunto de la industria ferroviaria española.
P.– ¿Se adaptará la empresa a las nuevas tecnologías? ¿ Incorporará sistema de vídeo-conferencia o una terminal de Internet en cada asiento, como ya prevén algunos fabricantes de aeronaves?
R.– Nuestra compañía está muy comprometida con todas las nuevas tecnologías y está dispuesta a incorporar los complementos de confort al viajero de acuerdo el pliego de condiciones de Renfe.

Los negocios fuera de Europa

P.– ¿Qué otros proyectos importantes de Alta Velocidad desarrolla fuera de Europa, en Norteamérica o Asia?
R.– Tenemos prevista la construcción de un tren de Alta Velocidad entre Boston y Washington. Estamos muy próximos a que nos entreguen ese tren. Pensamos que es un primer paso para la entrada de la Alta Velocidad en el continente americano. También estamos siguiendo muy de cerca una oportunidad de construir a medio plazo un tren de Alta Velocidad entre Sydney y Camberra, en un mercado tan sugerente como es el australiano.
Para más adelante, estamos interesados en la línea de Alta Velocidad entre Beijing y Shanghai. Se trata de un proyecto de larga distancia, de 1.300 kilómetros. Japón también es muy atractivo, pero está todo cerrado y controlado por la industria japonesa. En Corea va a haber extensiones del proyecto de Alta Velocidad entre Pusán y Seúl, donde ya está hecha ya la infraestructura. Los trenes se encuentran todavía en pruebas.
P.– ¿Cuáles son las otras líneas de negocio, aparte de la Alta Velocidad?
R.– Además del transporte, estamos impulsando la generación eléctrica con tres importantes objetivos a largo plazo: un gran centro de control para una compañía eléctrica, una planta prototipo de pila de combustible que conlleva un sistema autónomo de generación de gran futuro en los próximos años y, en tercer lugar, oportunidades que aparecen en España como consecuencia de un problema nuevo que ya existe: la calidad de la electricidad transmitida. También queremos aumentar la presencia comercial en más de cien países.


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