EL MUNDO / Domingo 7 de mayo de 2000 / Número 32
 

romboSU DINERO

Bolsas europeas/El nuevo mapa bursátil queda ahora perfilado en torno a dos ejes: Londres-Francfort frente al proyecto liderado por París. La nueva ‘megabolsa’ permitirá un ahorro de 150 millones de euros anuales. La Bolsa de Madrid tendrá que esperar hasta el 2001 para negociar su incorporación.

El nuevo líder de la Eurobolsa
Londres y Francfort crean un nuevo gigante bursátil, al que negocian unirse Madrid y Milán

Francisco J. López

Los mercados bursátiles europeos no han podido quedarse al margen de la globalización y, al igual que sucede con las grandes empresas, han apostado por las macrofusiones para ahorrar costes y mejorar sus servicios. Hace un mes se presentó Euronext, el proyecto de integración de las Bolsas de París, Amsterdam y Bruselas. Y esta semana se ha creado iX (International Exchanges), un nuevo gigante bursátil fruto de la fusión de los mercados de Londres y Francfort, al que podrían unirse en el 2001 Madrid y Milán.
A la espera de saber qué pasará con alianza paneuropea de los ocho principales mercados, el nuevo mapa bursátil va a quedar perfilado en torno a dos ejes: por un lado, Londres y Francfort, y, por otro, el proyecto liderado por París. El resto de las plazas europeas se integrarán en cualquiera de los dos proyectos, pero sin ninguna capacidad de mando.
En una primera aproximación, los números que presenta iX son mucho mejores que los de Euronext. En primer lugar, porque el proyecto angloalemán incluye una alianza con el Nasdaq (que agrupa a los valores tecnológicos de EEUU) para desarrollar un mercado de valores de alto crecimiento, que tendrá el 80% del volumen de contratación en Europa.
La nueva megabolsa controlará también el 53% de los títulos europeos, que suman una capitalización de 4,7 billones de euros. Su volumen de negocio superará los 5,2 billones de euros (865 billones de pesetas). Euronext, su principal competidor, apenas alcanzará los 2,6 billones de pesetas.

Reparto de papeles
Londres y Francfort se han repartido los papeles de forma equitativa. El capital del nuevo mercado se ha dividido a partes iguales (cada uno tendrá un 50%); la sede estará en Londres y allí se negociarán los blue chips (los valores de mayor capitalización), que cotizarán en libras esterlinas en su fase inicial, aunque el objetivo es avanzar hacia una transacción en euros. Esta decisión no parece que haya gustado mucho a los sectores financieros británicos más euroescépticos.
Francfort, por su parte, se quedará con los valores de alto crecimiento y los derivados, pero ha logrado imponer su sistema electrónico (el Xetra), una decisión que hasta ahora Londres consideraba innegociable. Se espera que en el primer semestre del 2001, el Xetra esté preparado para su utilización por todos los mercados.
El reparto de papeles incluye la presidencia, que ostentará Don Cruickshank, presidente de la Bolsa de Londres. Werner Seifert será el consejero delegado del nuevo mercado.
Una de las principales ventajas que aportará esta macrofusión es el ahorro de costes. Según Seifert, la unión de las Bolsas de Londres y Francfort permitirá un ahorro anual de unos 150 millones de euros antes de impuestos.
El presidente del mercado de valores de París, Jean François Theodore, no cree que las sinergias vayan a dar para tanto. “La fusión anglogermana será muy costosa y complicada”, señaló Theodore en una entrevista publicada el jueves en Le Figaro. “iX todavía no ha resuelto todavía algunos problemas técnicos y financieros. Euronext, que nació antes sobre bases más simples, dispondrá antes que IX de un sistema integrado.
El máximo responsable de Euronext no pierde la esperanza de que se sumen otros mercados a su proyecto. “No es seguro que Madrid y Milán se sumen al proyecto iX. Ambas plazas están dispuestas a discutir con nosotros”.

El papel de la Bolsa española
De momento, la Bolsa de Madrid ha anunciado un acuerdo de intenciones para sumarse al proyecto de Londres y Francfort, lo que ha sido corroborado por los impulsores del macromercado. Las negociaciones para la incorporación de la plaza española se pospondrán hasta que se produzca la integración de los dos principales mercados. El propio presidente del parqué madrileño, Antonio Zoido, se ha apresurado a aclarar que hay todavía “muchas cosas que negociar”.
Algunos operadores bursátiles no tienen nada claro el papel que puede jugar la Bolsa de Madrid en el nuevo mercado, después de saber que Londres y Francfort se han repartido el mercado de los blue chips, de los valores tecnológicos y de los derivados. “Tendremos el papel que nos corresponde por nuestra capitalización”, señala un responsable del mercado madrileño.
La Bolsa española cuenta con algunas ventajas que debería aprovechar. En primer lugar, un sistema de contratación que permite que los precios se fijen mediante órdenes, que es el modelo que utilizará la alianza paneuropea a partir de noviembre.
Otra de las ventajas de Madrid son sus costes por operación, que son de los más competitivos en Europa, y su clara estructura societaria, que quedó claramente fijada desde la reforma de la Ley del Mercado de Valores, en 1987.
Y, por supuesto, Madrid cuenta con una baza de gran interés a nivel internacional: el Latibex, el mercado de valores latinoamericanos en euros, que está en fase de expansión. A medio plazo, la incorporación al Latibex de las principales empresas latinoamericanas podría aumentar en un 50% la capitalización bursátil de la Bolsa española.
¿Cómo concluirá este proceso de concentración de los mercados? Actualmente existen dos ejes, pero los expertos no descartan que a medio plazo haya un único mercado europeo.

Gráfico
Para visualizar, imprimir y guardar archivos PDF se necesita la aplicación Adobe Acrobat Reader ®. Si no la tiene, puede obtenerla pulsando aquí

www.nueva-economia.com