EL MUNDO / Domingo 7 de mayo de 2000 / Número 32
 

romboMERCADOS

Cautela en los mercados a la espera de nuevas subidas de tipos
La volatilidad y la incertidumbre se instalan en la renta variable. Telefónica acaba la semana con una ganancia del 8%, antes de conocerse el fracaso de su fusión con KPN

FRANCISCO J. LÓPEZ

Los mercados de renta variable han entrado en una fase que los analistas definen con la expresión “sin tendencia clara”. Y todo porque no se sabe la dirección que va a tomar la política monetaria. Se da por descontado que este mes se aprobarán nuevas subidas de los tipos de interés en EEUU y en la Eurozona, pero se desconoce cuánto, y si tras las modificaciones al alza de los últimos meses, llegará finalmente la estabilidad.
A las incertidumbres sobre el precio del dinero se ha sumado en los últimos días la extrema debilidad del euro. Es cierto que, de momento, el desplome de la divisa europea no ha tenido el mismo efecto en los mercados, pero acabará repercutiendo si la moneda no se recupera a medio plazo.
¿Por qué la caída del euro no ha afectado a la renta variable? En primer lugar, porque EEUU es quien marca el camino en los mercados, y la historia reciente dice que los principales índices mundiales siempre han alcanzado sus máximos co n un dólar fuerte.
Otro argumento de peso es que más del 80% de los inversores de los mercados europeos tienen su residencia en Europa, y a éstos apenas les afecta la cotización de la divisa. Y, finalmente, las grandes compañías europeas que basan su negocio en las exportaciones han mejorado su cuenta de resultados gracias al batacazo del euro.
No obstante, los inversores empiezan a estar con la mosca detrás de la oreja por la cotización de la divisa. Por primera vez, el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Wim Duisenberg ha reconocido su preocupación por la debilidad del euro, que podría afectar a la estabilidad de los precios. Duisenberg dejó entrever una nueva subida de tipos, que situaría el precio del dinero en el 4%. Y como también se esperan modificaciones al alza en EEUU, parece razonable que el inversor opte por la cautela.
Al contrario de lo que sucedió la semana pasada, Wall Street acogió el viernes con moderado optimismo los últimos datos sobre desempleo (el paro bajó hasta un 3,9% en abril, el nivel más bajo de los últimos 30 años), entre otras razones porque estaba descontado.
Pero, como sucede en lo mercados europeos, el inversor se muestra muy cauteloso a la hora de jugarse el dinero, a la espera de lo que pueda decidir la Reserva Federal de EEUU en su próxima reunión del 16 de mayo. Los analistas norteamericanos creen que los tipos subirán un mínimo de un cuarto de punto, porque la economía de EEUU, que ha cumplido diez años de crecimiento del PIB sin interrupciones, sigue demostrando un ímpetu que preocupa a las autoridades. Desde junio de 1999, la Fed ha aprobado cinco alzas de los tipos de interés.

Telefónica, protagonista
Para incertidumbre, la de Telefónica. La operadora vivió el martes una jornada histórica, al obtener su mayor subida (un 9,23%) desde que existe el mercado continuo al calor de su posible alianza con la holandesa KPN. En un solo día, la compañía que preside Juan Villalonga recuperó 1,22 billones de pesetas, pasando a valer 14,5.
En los días siguientes, el valor se ha resentido por las noticias sobre el posible fracaso de la operación, pero ha acabado la semana con una ganancia acumulada por encima del 8% (casi 900.000 millones de pesetas). Habrá que estar muy atentos a la reacción de los inversores el próximo lunes, ya que la Bolsa cerró el viernes sin que se conociera todavía que el BBVA y la Caixa, los dos socios de referencia de la operadora, habían rechazado finalmente la fusión.
Telefónica ha recuperado esta semana el signo positivo, si bien todavía está lejos del máximo anual que marcó el pasado 6 de marzo en 33,12 euros (casi 18 billones de valor bursátil).
Las grandes telecos europeas han vuelto a brillar al calor de las negociaciones de KPN con Telefónica. Los analistas creen que estas dos compañías han metido presión a sus competidoras, que ahora deberán reanudar sus conversaciones para afrontar con garantías de éxito los concursos de nuevas licencias de telefonía

Gráfico
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