 NEGOCIOS.COM
INFOLÍTICO Gustavo Matías
El vértigo añadido por las ‘telecos’
El vertiginoso ritmo de crecimiento del poder de la informática se ha extendido a las telecomunicaciones. Su constatación amplía toda una serie de observaciones de tendencias, normas, regularidades o leyes capaces de hacer predicciones en la nueva economía, como la Ley de Gilder. Enunciada por George Gilder, visionario de las tecnologías de la información, esta norma trata de extrapolar a las telecomunicaciones las observaciones de Moore sobre la informática, al vaticinar que el ancho de banda (o tubería que determina la capacidad y velocidad de transmisión) se triplicaría en los próximos 20 años, a partir de 1997. Pero las predicciones de Gilder han sido sobrepasadas por diferentes desarrollos tecnológicos.
Así, en la fibra óptica, técnicas de WDM (Wavelenth Division Multiplexing) han elevado de 2,4 Gbps hasta 400 Gbps la capacidad de una sola fibra. También es ya una realidad la oferta de servicios inalámbricos de banda ancha en diversas bandas, en lo que se conoce como el LMDS. De ahí las grandes esperanzas de la telefonía móvil de tercera generación, la UMTS.
Igualmente, los viejos cables telefónicos de cobre, utilizando diversos modems de tipo DSL, podrán saltar de los 56 Kbps a 8 Mbps, caso del ADSL ya comercializado en España desde el año 2000. Y las nuevas generaciones de satélites pondrán la banda ancha al alcance de cualquier sitio del mundo, realizando la convergencia global de teléfono, ordenador y televisión.
Estos aumentos de la oferta de ancho de banda equivaldrán a mayores capacidades y velocidades de transmisión de información, por lo que se traducirán también en menores precios de los diferentes servicios, sobre todo si la competencia opera libremente. Por tanto, las leyes de Moore y Gilder retroalimentan y multiplican a su vez el efecto de otra regularidad de mayor calado, observada por Metcalfe: el valor o utilidad de una red crecen al cuadrado del número de usuarios. Número que se eleva a gran velocidad, porque la rebaja de precios de los procesadores y demás componentes informáticos y de telecomunicación permiten ponerlas al alcance de personas de menores ingresos. Es, así, ya un tópico que equipos telemáticos más potentes y económicos, mayores anchos de banda, en conjunción con la mayor cantidad de personas conectadas, transformarán drásticamente negocios, educación, trabajo y demás actividades humanas. |
