EL MUNDO / Domingo 5 de noviembre de 2000 / Número 53
 

romboEMPRESAS

Apagón en Lucent
El consejo releva al primer ejecutivo tras una caída en bolsa del 70% desde enero

LALO AGUSTINA

La desconfianza de Wall Street hacia Lucent Technologies se puso de manifiesto la semana pasada, cuando anunció los resultados del cuarto trimestre de su año fiscal, que finaliza en septiembre. El fabricante de equipos de telecomunicaciones, una de las compañías escindidas de AT&T en 1996, registró unas pérdidas consolidadas de 225 millones de dólares –unos 45.000 millones de pesetas– entre julio y septiembre, debido sobre todo a la renovación de sus servicios y al lanzamiento de una nueva generación de productos. Excluidos los gastos derivados de adquisiciones, el beneficio operativo alcanzó los 600 millones de dólares –unos 120.000 millones de pesetas– en el cuarto trimestre, casi un 20% menos que en el mismo periodo del año anterior.
La Bolsa neoyorkina se mueve, sobre todo, al albur de los resultados trimestrales de las empresas. Y la razón de la enésima caída de Lucent en el parqué es el incumplimiento, una vez más, de las previsiones anunciadas para los últimos tres meses. El consejo de administración se vio movido a actuar.
Tras el nuevo retroceso, la capitalización bursátil de Lucent se había dividido por cuatro, y el precio de la acción, que a principios de año rozó los 80 dólares, se había hundido hasta situarse en unos 22 dólares. El futuro inmediato de la compañía tampoco presentaba mejores perspectivas, ya que Richard McGinn, su consejero delegado, anunció un descenso del 7% de las ventas en el primer trimestre del ejercicio actual, que finaliza en diciembre.
Finalmente, la cuerda se rompió por el lado más débil. El consejo de la compañía se rindió a la presión de los mercados y decidió dar por finalizado el mandato de su primer ejecutivo. Desde la semana pasada, la compañía de telecomunicaciones vuelve a estar dirigida por Henry Schacht, de 66 años, que ya estuvo al frente de la empresa, como consejero delegado y presidente, entre 1995 y 1998. Schacht tiene la misión de enderezar el rumbo de Lucent y devolver la confianza a los inversores y a los más de cinco millones de accionistas con que cuenta la compañía.
La experiencia de Schacht, que logró brillantes resultados en el periodo en el que asumió el timón de Lucent, debería servir para corregir algunos errores estratégicos, como haber despreciado el mercado de los equipos de fibra óptica de alta velocidad, ahora controlado por Nortel Networks, su principal rival. Pero la vuelta a sus mejores años en Bolsa no va a resultar sencilla y la renovación de la empresa, en un momento en el que el consumo de bienes de equipo está claramente a la baja y se ha desacelerado el crecimiento de la economía americana, puede retrasar la consecución de sus objetivos.

Contratos perdidos
En los últimos meses, Lucent ha perdido importantes contratos con algunas de las compañías de telecomunicaciones más importantes del mundo y, en cambio, se ha visto forzada a aceptar negocios no demasiado seguros con algunas de las start ups de Internet que no han tenido demasiada suerte. La morosidad de su cartera de clientes ha sido una de las causas principales que han conducido al deterioro de los resultados financieros.
Pero no todos los males de la compañía se han debido a la falta de acierto de su equipo directivo. La lista de sectores damnificados por los caprichos de Wall Street se ha ido ampliando conforme avanzaba el año. Los valores tecnológicos no se han escapado, ni mucho menos, de la quema. Primero fueron las empresas relacionadas con Internet, después los fabricantes de procesadores, seguidos por las empresas de equipos informáticos y las operadoras de telecomunicaciones.
Ahora, por fin, le ha tocado el turno a los fabricantes de fibra óptica y equipos de telecomunicaciones que, debido al crecimiento potencial del sector, se habían convertido en los valores preferidos por los analistas. La situación de Lucent tiene similitudes con la atravesada hace unos días por Nortel, que también falló en el cumplimiento de sus previsiones trimestrales y se dejó casi un tercio de su valor en Bolsa.
Tras un inicio de año fulgurante, otras compañías del sector, como JDS Uniphase, Sycamore Networks y Corvis, acumulan descensos superiores al 20% en los últimos diez días. “Mal de muchos, consuelo de tontos”, dice la sabiduría popular. Pero en Lucent no quieren comprarse con la competencia. Como dijo Schacht hace unos días, “estamos claramente decepcionados por nuestros resultados, y tenemos claro que este ejercicio será el de la transición y reconstrucción de Lucent”.


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