EL MUNDO / Domingo 5 de noviembre de 2000 / Número 53
 

romboSU DINERO

Divisas / Duisenberg considera que aún es pronto para hablar de un cambio de tendencia. Los analistas auguran que la remontada del euro será lenta y que la paridad con el dólar no se alcanzará hasta finales del 2001. El enfriamiento de la economía de EEUU será clave para su evolución

El euro recupera el aliento
EL BCE intentó empujar aún más a la moneda, pero sus intervenciones despistaron a los mercados

Francisco J. López

Los últimos datos de la economía estadounidense, con una tasa de crecimiento en el tercer trimestre (2,7%) por debajo de lo previsto, han infundido algo de ánimo a los inversores que siguen apostando por la divisa europea. El euro ha recuperado esta semana los 87 centavos de dólar, cuando unos días antes (el 26 de octubre) había marcado su mínimo histórico en 82,23 centavos, un 30% por debajo de la cotización que fijó el día de su estreno oficial, el 1 de enero de 1999.
En sólo cuatro días, el euro ha logrado revalorizarse más de un 6%, situándose por encima de los niveles anteriores al estallido del conflicto árabe-israelí. Los signos de moderación del crecimiento en EEUU y la autorización que ha recibido Irak por parte de Naciones Unidas para poder cobrar el petróleo con la divisa europea han permitido al euro tomar un poco de aire.
El viernes, el BCE acordó una doble intervención en apoyo de la moneda. Los analistas calificaron la medida de “inoportuna”, porque no consiguió una subida inmediata.
Ante los últimos movimientos de la moneda, son muchos los inversores que se preguntan si el calvario del euro ha tocado a su fin. Los expertos consultados por NUEVA ECONOMÍA advierten de que sería un error lanzar las campanas al vuelo, ya que la recuperación del euro va ser lenta y pasará por grandes altibajos. Tan es así que no descartan que el euro pueda volver a tocar mínimos ante la publicación de algún dato económico positivo que se produzca en EEUU.
El presidente del BCE, Wim Duisenberg, también comparte este mismo análisis. El jueves, tras la última reunión de los responsables del BCE en Francfort, señaló : “Es pronto para hablar de un cambio de tendencia”.

Optimismo a medio plazo
A medio plazo, los analistas se muestran algo más optimistas con la evolución de la divisa europea. La paridad con el dólar podría alcanzarse al final del 2001, siempre que el ritmo de crecimiento entre las economías de ambas zonas se reduzca en los próximos meses. Las estimaciones de Merrill Lynch apuntan a que ese diferencial puede pasar del 1,6% del 2000 al 0,9% del 2001, favorable a EEUU.
“La cotización del euro se mueve más por los fundamentales económicos de EEUU que por los de la Eurozona”, expone David Cano, experto en los mercados de divisas de AFI. “Aquello sigue siendo un paraíso para los inversores, porque saben que ganan más dinero con el billete verde”.
“Conviene dejar claro”, apunta Félix González, director de análisis económico de Beta Capital, “que han sido los inversores europeos, y no los americanos o los asiáticos, los culpables de que el euro haya tocado fondo”.
Desde el nacimiento del euro, el atractivo de EEUU ha ido en aumento. Según los datos facilitados por Merrill Lynch, desde el 1 de enero de 1999 los europeos han transferido 252.000 millones de euros más a EEUU que lo invertido por los estadounidenses en la Eurozona. “A partir del próximo año esperamos que se produzca un importante incremento tanto de los flujos de cartera como de inversión directa hacia las bolsas europeas”, incide Antonio Villarroya, analista de renta fija de Merrill Lynch.
Las adquisiciones europeas de empresas estadounidenses han alcanzado su máximo anual en el último tercer trimestre, situándose por encima de los 126.000 millones de dólares. A su vez, el valor de las adquisiciones de empresas europeas por parte de compañías estadounidenses ha marcado el mínimo de los últimos años, con apenas 14.400 millones de dólares en el segundo trimestre.
El impacto de la fuerte caída del euro apenas ha tenido efecto en los resultados de las multinacionales estadounidenses, aunque algunas de las grandes compañías hayan justificado la caída de sus beneficios (hasta un total de 22 compañías del S&P 500), aludiendo a los problemas relacionados con el cambio de divisa.

Movimientos de tipos
La reducción de las tasas de crecimiento en Europa (algunos países están ya revisando a la baja sus previsiones) puede ir acompañada de nuevos movimientos al alza de los tipos de interés en la Eurozona, aunque algunos expertos desaconsejan esta medida por entender que podría suponer un frenazo aún mayor de la actividad económica.
Un euro débil implica que los precios de los productos que se importan sean más caros, lo que puede provocar,
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como está sucediendo ahora con los combustibles, importantes tensiones inflacionistas.
Por el contrario, la debilidad de la moneda ha permitido a los países de la Eurozona salir de su crisis, gracias al empuje del sector exterior. En cualquier caso, sólo el 10% del PIB europeo depende de las exportaciones. De momento, en la última reunión del pasado jueves, los responsables del BCE decidieron mantener en el 4,75% el precio del dinero. Ahora que el euro parece que está remontado el vuelo, las decisiones del BCE cobran aún más protagonismo. BSN-Banif recuerda que la moneda europea tiene complicado recuperar su credibilidad por la ausencia de un interlocutor único, una sola voz que se identifique como Mister Euro, como ocurre en EEUU o Japón.
Los expertos también inciden en que la descoordinación entre las autoridades monetarias y los responsables de los gobiernos europeos es uno de los principales lastres a los que debe hacer frente la moneda única. En cambio, no se creen que uno de los motivos del calvario del euro obedezca a su no presencia física.
La moneda europea tiene otros motivos de preocupación. Félix González, de Beta Capital, cita los diez años de crecimiento continuo de la actividad estadounidense, el atractivo de las grandes empresas de la nueva economía y el hecho de que los mercados perciben que la la economía estadounidense tiene más cintura que la Eurozona. “Ante cualquier crisis, como ha sucedido con el conflicto entre israelíes y palestinos, el dólar se convierte en moneda refugio”.

El 'petroeuro’
La preponderancia del billete verde es incuestionable en todo tipos de transacciones. Hasta ahora, el petróleo sólo se cobraba en dólares, aunque Irak ha abierto el camino para la entrada en escena del denominado petroeuro.
El Gobierno de Sadam Husein ha recibido esta semana el visto bueno de la ONU para cobrar el petróleo en euros, ante su negativa a “seguir comerciando con el dinero del enemigo”.
Irak exporta actualmente 2,3 millones de barriles diarios, valorados en unos sesenta millones de dólares, lo que representa un 5% de las exportaciones de crudo a nivel mundial. El régimen de Sadam es un productor singular. Los fondos que obtiene por la venta de los barriles del oro negro son ingresados automáticamente en una cuenta del banco francés BNP Paribas en Nueva York, bajo supervisión de Naciones Unidas, que se encarga de que sean utilizados para la compra de alimentos y medicinas para los 22 millones de iraquíes.
La decisión, al margen de las motivaciones a las que obedezca, ha sido bien acogida por los mercados y puede tener una continuación en otros países productores. Así, algunas voces apuntan a que Rusia, Irán y Venezuela podrían ser los próximos países en sumarse al petroeuro.
Algunos analistas señalan que el encarecimiento del petróleo en los últimos meses podría haber sido hasta un 30% menor para los ciudadanos europeos de no ser por la extrema debilidad de la moneda europea. ¿Se acabarían esos problemas con el petroeuro?

Gráfico
Cambio euro-dólar en el último mes
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