 SU DINERO
Las cajas emitirán ‘acciones’ para abrirse paso en el mercado
Economía ultima un decreto sobre cuotas participativas que se retribuirán con beneficios
MIGUEL ÁNGEL GARCÍA
El Ministerio de Economía decidió ponerse manos a la obra cuando observó que la Xunta de Galicia tenía sobre la mesa una petición de Caixa Galicia para emitir cuotas participativas. Según el Real Decreto de 1990, las cuotas participativas son “valores negociables nominativos con derechos de carácter exclusivamente económico” a los que ya pueden recurrir las cajas de ahorros para aumentar sus recursos propios.
Diez años después de ese Real Decreto, fuentes del sector y de la Administración indican que Economía tiene paralizada la emisión de estos títulos hasta fijar, con el Real Decreto que ahora ultima, “criterios comunes para toda España” en una materia que es competencia de las Comunidades Autónomas.
El problema nace de la generalidad con la que se redactó la norma de 1990, ya que en ella no se explica, por ejemplo, si los bancos u otras sociedades anónimas pueden compar cuotas participativas. Desde la dirección de importantes cajas se indica que “el Ministerio no tiene intención de promover una nueva ley orgánica que supla a la actual LORCA de 1985”, lo cual requeriría la aprobación por dos tercios del Parlamento, y se teme que “con un real decreto se aproveche para preparar al sector hacia su bancarización”.
Desde el entorno de las cajas, la posibilidad de emitir cuotas participativas es contemplada con interés, pero se considera imprescindible “que se pongan límites claros a los tenedores de los títulos, por ejemplo, que en vez de bancos sean otras cajas las que estén autorizadas a comprarlos, para que todo quede en el sector”. Un representante de una gran caja del sector, claramente a favor de estos instrumentos, hace la siguiente reflexión: “¿Cómo dices a quien suscribe un título perpetuo que no sepa si este cotizará o no y que no se permitirá que participe en la gestión de la entidad, algo que pueden hacer hasta los sindicatos de obligacionistas?”.
Abrir la puerta
Este punto abre una nueva vía de debate: la posibilidad de que las cuotas participativas acaben teniendo derecho de voto. “Las cuotas no son ni buenas ni malas. Es como abrir la puerta. Sirve para ventilar la casa, pero facilita la entrada de los ladrones”. Éstas son palabras de una de las personas que más sabe de las cajas en España, quien hace esta comparación para alertar de que hay mucho en juego.
El propio presidente de Caja Madrid, Miguel Blesa, declaró que consideraba que las cuotas participativas podría conferir derechos políticos, de voto, a empleados y clientes, con lo cual se podría abrir una nueva vía de ventilación en la estructura de las cajas.
No en vano las cuotas participartivas son acciones, en el sentido de que tendrían como contraprestación mayor o menor dividendo, pero fijado para cada período, en función de los beneficios de la entidad.
Actualmente, los beneficios de las cajas se reparten dedicando una parte a dotaciones o reservas para consolidar la solvencia de la entidad y, otra, a obra social. “Si se lanzan cuotas participativas, los beneficios habrá que repartirlos en tres partes: reservas, obra social y remuneración de las cuotas participativas”, comenta un experto que publica habitualmente sobre el sector.
Cierto que las cuotas participativas serán asimismo recursos propios, “pero uno de los riesgos de la reforma que se pretende es que el porcentaje de beneficios que actualmente se dedica a obra social (aproximadamente el 25% de media y en algunas cajas más del 50%) se aminore hasta dónde exija el interés de los nuevos accionistas”, explica dicho autor.
Comisiones Obreras ya ha alertado sobre el peligro de poner en marcha este instrumento precisamente “cuando el futuro de las cajas de ahorros está siendo objeto de debate por parte de algunas organizaciones”, en referencia al IEE, FMI, OCDE y a la banca en pleno.
No repetir errores
Ejemplos para estar preocupados por el mantenimiento de la naturaleza jurídica de las cajas no faltan: en Francia, se han privatizado al convertirse en cooperativas (que no deja de ser una forma de propiedad privada); en Reino Unido, no existen; en Italia, han sido absorbidas por la banca y transformadas en bancos, habiendo llegado a pedir perdón por ello parte de la clase política que promovió su transformación; en Noruega, sus cuotas participativas cotizan en la Bolsa. La naturaleza jurídica actual de las cajas en España tiene un carácter de fundación privada (lo que nos separa de Alemania, donde la cajas son públicas).
Entonces, ¿son positivas para el sector la cuotas? El presidente de una de las seis cajas más importantes de España por recursos ajenos considera que “sí para el mantenimiento de la solvencia de las entidades”. Pero, ¿son positivas para la comunidad autónoma, provincia o incluso comarca que se liga cada una de ellas, así como aquellas otras poblaciones hacia donde van extendiendo su actividad y su obra social?
Ahí es donde otros directores generales de cajas muestran sus dudas: “Cuotas sí, pero no a costa de parte de la obra social ni abriendo la posibilidad de que las cajas sirvan a intereses privados para los que no se fundaron”.
Curarse en salud
¿Cual es la postura del Banco de España? Como entidad responsable de la supervisión del sistema financiero, lo que pretende en última instancia es que si no se puede evitar que una caja quiebre, ésta tenga recursos propios suficientes para hacer frente a sus compromisos sin cargas para el erario. Según fuentes de la patronal de cajas Ceca, las cuotas aparecen para que si alguna de ellas quiebra se atribuya a una mala gestión y no a impedimentos legales.
Dadas las fuertes inversiones realizadas por las cajas en grandes empresas y bancos, asegurar el montante necesario de recursos propios no es cuestión baladí. No obstante, el coeficiente de solvencia de las cajas llega en España al 13%, porcentaje muy superior al 8% exigido. Pero, el Banco de España quiere curarse en salud y sólo desea que las cajas ganen dinero, sea éste para mantener su obra social o para remunerar cuotas participativas. |
