EL MUNDO / Domingo 10 de diciembre de 2000 / Número 58
 

romboHECHOS & IDEAS

Jaime Velasco
La sangre de las ‘puntocoms’ llega al río antes de la Navidad

Ahora mismo, la gente quiere ver sangre. Hay tanta psicosis de que no vale nada en este mundo, que la gente quiere ver historias con sangre”. La frase (ver NUEVA ECONOMIA del pasado domingo) la pronunciaba un ejecutivo de una compañía de capital riesgo, refiriéndose a la situación de las empresas de Internet, más conocidas como puntocoms. Pues bien, la sangre ya ha llegado al río: esta semana, Ecuality, el gigante del comercio electrónico español promovido por Acciona, BBVA y Picking Pack, entre otros socios, presentó suspensión de pagos con un pasivo exigible estimado en unos 4.000 millones de pesetas. No es una cifra como para que tiemblen las estructuras de la economía (en España ha habido suspensiones de pagos con un cuarto de billón de pesetas de pasivo), pero es el aldabonazo que tanto temían multitud de gestores e inversores en empresas dedicadas a Internet y el comercio electrónico: se ha levantado la veda de las quiebras, y los planes de ajuste ya iniciados en la mayoría de las puntocoms deben acelerarse, porque la alternativa es la desaparición.
La campaña navideña que ahora se inicia puede ser la clave para definir la extensión del daño que estos seis meses de crisis tecnológica han infligido a la economía de la Red. En Estados Unidos, donde las puntocoms se enfrentan a un examen parecido, los analistas prevén que el gasto en compras por Internet durante la Navidad duplique el de la pasada temporada, hasta alcanzar los diez mil millones de dólares. Analistas e inversores seguirán con lupa la evolución de empresas como Amazon o Etoys, que deberán solventar problemas como el retraso en los envíos de los regalos navideños, los stocks agotados y la escasa variedad de referencias.
En España, la prueba de fuego ha llegado cuando el sector todavía tiene que demostrar que puede erigirse en una alternativa seria a la distribución tradicional, cuyos grandes almacenes y centros comerciales comienzan ya a llenarse hasta los topes de ávidos consumidores. En el caso del comercio electrónico, las previsiones más optimistas (Aece) hablan de unas ventas de 10.000 millones, aunque esta vez de pesetas, para el conjunto de la campaña. Los dieciséis portales y tiendas de Internet más importantes en España, que se han unido para promocionar las ventas durante estas navidades, prevén una facturación conjunta de 2.000 millones de pesetas en este periodo. Para conseguir que las ventas no flaqueen, invertirán cincuenta millones en una campaña para convencer al consumidor de que los sistemas de pago son seguros, el proceso de compra es sencillo, los paquetes llegarán a tiempo y la satisfacción está garantizada.
A los que superen la criba navideña, probablemente les espera un futuro mejor. El nacimiento de la economía digital no está siendo fácil, pero las fuerzas que la impulsan –entre ellas, la prevista irrupción del comercio electrónico a través del teléfono móvil– son demasiado potentes como para restarle importancia.


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