EL MUNDO / Domingo 2 de diciembre de 2001 / Número 104
 

romboCOYUNTURA

RADIOGRAFíA / La economía gibraltareña no soportaría el cumplimiento de las directivas comunitarias, 61 de las cuales, según el Gobierno español, se incumplen en el Peñón. La economía doméstica de la Roca sufre situaciones rocambolescas debidas a las dimensiones y al aislamiento del territorio.

Gibraltar, “duty free”
En la colonia británica hay registradas 70. 000 empresas, que disfrutan de un auténtico paraíso fiscal

PASCUAL GARCIA

El proceso que se abrió en 1704 durante la Guerra de Sucesión española, desencadenada tras la muerte de Carlos II, cuando Gibraltar fue conquistada por una fuerza combinada de ingleses y holandeses, atraviesa hoy, casi 300 años después, un momento crucial. Los gobiernos español y británico se han comprometido a encontrar una solución al contencioso del Peñón para el verano; y ése no es empeño menor.

La soberanía compartida transitoria en un contexto europeo, el cumplimiento de las directivas comunitarias, la transparencia económica o el respeto de la voluntad de los llanitos, esto hablando de grandes cuestiones; o el depósito de las basuras, el suministro de agua y electricidad, la posibilidad de que los niños de los gibraltareños estudien en universidades españolas o de que sus padres sean operados en hospitales del Insalud, abordando cuestiones del día a día, se deben dilucidar en breve.

Cuando en el año 1704 el comandante George Rooke tomó posesión del Peñón en nombre de la reina Ana de Inglaterra e izó la bandera británica, o, incluso, cuando años después, el 13 de julio de 1713, mediante el Tratado de Utrech, España cedió a los británicos Gibraltar y Menorca, los paraísos fiscales estaban en el Caribe, pero no los manejaba la banca internacional ni servían para evadir impuestos o blanquear dinero. Entonces, al frente de aquellos auténticos paraísos había unos señores con pata de palo y parche en el ojo que ocupaban pequeños islotes, abrían una cantina donde sólo se servía ron y hacían agujeros para enterrar cofres llenos de monedas de oro.

Paraíso fiscal

Ahora las cosas son distintas y los piratas no llevan ni siquiera piernas ortopédicas, pero sigue habiendo piratas y cofres escondidos. Según datos facilitados por el diputado socialista Salvador de la Encina, en el Peñón, un territorio de 6,5 kilómetros cuadrados en el que residen 28.000 personas, están registradas 70.000 empresas.

Cuando los datos se comparan con los de la provincia de Cádiz adquieren su auténtica dimensión. Cádiz, con 7.385 kilómetros cuadrados y una población de 1.125.000 personas tiene registradas 61.489 empresas, esto es, 8.511 menos que Gibraltar.

Gobierno español y oposición han mostrado en distintas ocasiones la necesidad de que las autoridade gibraltareñas aclaren las actividades de estas sociedades instrumentales, conocidas como exent companies.

En un informe remitido a la Unión Europea en 1999, el Ejecutivo español denunció que hasta 61 directivas comunitarias eran incumplidas en la colonia británica y que el Gobierno del Reino Unido no obligaba a Gibraltar a cumplirlas. El informe comprendía diferentes apartados. En el relativo a la banca se hacía alusión a las directivas sobre contabilidad anual y cuentas consolidadas bancarias, al sistema de garantía de depósitos o a la contabilidad de filiales bancarias. Otro capítulo, destinado a los valores inmobiliarios, aludía expresamente a determinados organismos de inversión colectiva en valores mobiliarios, a informaciones que han de publicarse al adquirir una participación de una sociedad cotizada en bolsa, a ofertas públicas de valores mobiliarios negociables, a operaciones con información privilegiada y servicios de inversión .

Otro apartado estaba dedicado a las sociedades. Concretamente, a las cuentas anuales de determinadas formas de sociedad, a la autorización de las personas encargadas del control de los documentos contables y a las sociedades de responsabilidad limitada de socio único en el ámbito de los valores negociables.

España también precisó sus demandas respecto a las directivas medioambientales. Concretamente, sobre clasificación, embalaje y etiquetado de sustancias peligrosas, suministro de determinados líquidos carburantes, embalaje de residuos o incineración de residuos peligrosos.

El portavoz del PP en la Comisión de Economía del Cogreso, Vicente Martínez Pujalte, recordó que la UE ha fijado un plazo a Gran Bretaña para que haga cumplir, también en Gibraltar, las directivas comunitarias. El plazo, dijo, termina en el 2005.

Evolución

La economía gibraltareña ha sufrido en los últimos años decisivas transformaciones. La importante industria naval de esta base militar británica, que llegó a emplear a 7.000 trabajadores, ha quedado muy menguada y hoy no ocupa a más de medio millar de personas. Esta actividad se ha ido difuminando al tiempo que se incrementaba notablemente el comercio. “Gibraltar”, dice Salvador de la Encina, “es un enorme duty free”. Esta actividad genera una importante actividad turística. La Roca recibe, cada año, a más de 6 millones de visitantes.

Otra actividad que afortunadamente ha ido perdiendo gas en los últimos años, concretamente, desde que en noviembre de 1996 el socialdemócrata Peter Caruana ganó las elecciones y se conviritió en el ministro principal de Gibraltar, es la del contrabando y tráfico de drogas. Según los alcaldes de la zona y los portavoces de los distintos grupos políticos, la actitud del antecesor de Caruana, Joe Bossano, provocó momentos de enorme tensión tanto en el Campo de Gibraltar, cuyos habitantes veían impotentes el trasiego de las lanchas rápidas, como entre los Gobiernos español y británico.

Con la llegada de Caruana al poder quedó demostrado que, en lo que a contrabando y narcotráfico se refería, la solución no era difícil. El alcalde de la vecina Los Barrios, Alonso Rojas, recuerda que bastó, como así se hizo, con dictar una norma impidiendo la presencia de este tipo de embarcaciones rápidas en el puerto de la Roca.

El problema del blanqueo de capitales es bien distinto. De hecho, las autoridades españolas han venido reclamando a Bruselas el cumplimiento de las normativas comunitarias sobre este extremo, bien es cierto que, por lo menos hasta la reunión del pasado 20 de noviembre en Barcelona entre las administraciones española y británica, con poco éxito.

Según informes del GAFI (Grupo de Acción Financiera, organismo dependiente de la OCDE), en los que se incluye a Gibraltar dentro de los paraísos fiscales, este tipo de entornos económicos se caracterizan porque se pueden fundar empresas que no están obligadas a publicar sus cuentas ni sus listas de directores y accionistas o depositar dinero en los bancos allí establecidos. En Gibraltar, en su calle financiera, la de la Reina, se atropellan al menos 50 entidades financieras de todo el mundo.

No es el incumplimiento de la directiva sobre blanqueo de capitales la única que las autoridades españolas han denuncido ante la Unión Europea.También, como queda dicho, las de medio ambiente. Una de las actividades económicas que se está desarrollando en los últimos años es la relacionada con el suministro de combustible, avituallamiento y fondeo de los buques en el puerto de Gibraltar, cuyos costes son mucho más asequibles para estos barcos que los que se ofrecen a sólo unos kilómetros en el puerto de Algeciras. Según las autoridades de la bahía, muchos de èstos aprovechan para limpiar sus tanques.

Los llanitos disfrutan de evidentes ventajas económicas y fiscales respecto a sus vecinos del Campo de Gibraltar. De hecho, muchos de los habitantes de estos pueblos acuden al Peñón a llenar sus depósitos en las estaciones de servicio de la Roca. Y eso que la gasolina procede, tanto a un lado como al otro de la reja, de las mismas refinerías. Por ejemplo, la que dispone Cepsa en el Campo de Gibraltar. Mientras en España esa gasolina cuesta 122 pesetas, en Gibraltar, la misma está en 96 pesetas-litro.

De andar por casa

Por el contrario, los costes económicos que tiene para los gibraltareños el normal desarrollo de servicios básicos como el agua, la electricidad o las basuras provocan situaciones rocambolescas.

Así, cualquier llanito reconoce que su recibo de la luz o del agua es tres veces superior al de los vecino del pueblo de al lado. Además de haber construído en la Roca un enorme tanque de hormigón, que no deja escapar ni una sola gota de agua de lluvia y de utilizar desalinizadoras, se tiene que recurrir a sistemas tan costosos como el abastecimiento por barco. Algo similar ocurre con la luz, ya que los costos de los procesos de transformación de la energía en el Peñón son muy altos.

Más problemas se han producido con el destino de las basuras de los gibraltareños. Entre otras cosas, porque no hay donde arrojarlas. Existe una planta de reciclado que no tiene capacidad para tratar todos los residuos, por lo que los alcaldes de la zona de la bahía de Algeciras han denunciado que, en ocasiones, la solución adoptada es arrrojarlos al mar. En este asunto se ha llegado recientemente a un acuerdo entre Gibraltar y la localidad de Los Barrios, a cuyo vertedero mancomunado se están trasladando ya algunos de los residuos que generan los gibraltareños.

Las autoridades españolas y gibraltareñas han llegado, también a un acuero para facilitar la apertura de 100.000 nuevas líneas telefónicas , ya que el espacio de las telecomunicaciones en la Roca estaba abolutamente saturado.


Paraíso fiscal

Durante los últimos años han sido muchos los informes de organismos sobre las especiales características fiscales que disfrutan las sociedades radicadas en el Peñón. Uno de los más exhaustivos lo realizó el Banco de España en 1999. Según aquel estudio, la evasión de capitales hacia Gibraltar se debe a varias razones, entre las que destaca la propia legislación fiscal de la colonia, que admite la posibilidad de construir “sociedades exentas”, cuya tributación se limita a un pago anual de 300 libras, aproximadamente, 70.000 pesetas.

El requisito para que las compañías tengan condición de exentas es que no hagan negocios en Gibraltar ni con sus residentes, “lo que pone de manifiesto que esa condición especial, junto al hecho de que Gibraltar no tenga firmado ningún tratado de doble imposición internacional, hace que sea, se concluía, un “ paraíso fiscal”.

Estas sociedades tienen además el atractivo de no ser nunca objeto de inspección fiscal, ya que no tienen que dar cuenta a nadie de sus fondos y se convierten así, según el Banco de España, en “auténticas cajas negras” susceptibles de recibir fondos de diversa procedencia para ser “lavados” en inversiones en el extranjero. Sirven, además, para efectuar pagos en cualquier lugar del mundo y con cualquier finalidad, sea esta delictiva o no.

La proximidad con España y la posibilidad de recibir exportaciones por mar de los puertos deportivos de la zona también acentúa, según el Banco de España,el perfil de paraíso fiscal. de Gibraltar.

 GRÁFICO: Esquema de la economía de Gibraltar



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