EL MUNDO / Domingo 13 de mayo de 2001 / Número 80
 

rombo ENTREVISTA

Presidente de Toshiba para Europa/ Filosofía: “Las compañías japonesas tratan de evitar los reajustes traumáticos de personal en los momentos de euforia y en los de recesión, al contrario de lo que ocurre en EEUU”. Crisis: “Nuestro objetivo no son tanto los beneficios como el mantenimiento del empleo”. España: “El objetivo es incrementar un 70% la facturación y alcanzar los 47.379 millones de pesetas este año”.

KENJI HACHISU
“Mantendremos la plantilla aun a costa de ganar menos”

María Luisa Atarés

La inicial euforia del Nuevo Mercado, sus enormes expectativas y su intento de instaurar una nueva forma de entender el mundo, ha encontrado una brecha en forma de crisis tecnológica que está pasando factura y provocando recortes masivos de plantilla y reducciones presupuestarias en la mayor parte de las empresas del sector. Una crisis que parece afectar más a las empresas norteamericanas que a las japonesas, aunque las economías de ambos países se vean también inmersas en un clima de recesión. La multinacional japonesa Toshiba, cuya facturación en España creció un 33% en 2000, es de las pocas que se atreven a afirmar que no hará recortes de plantilla. Su nuevo presidente para Europa, Kenji Hachisu, viene dispuesto a poner a mal tiempo buena cara y a aumentar este año un 70% las ventas en nuestro país.

Pregunta.- ¿A qué responde, en su opinión, la crisis en que está sumido el Nuevo Mercado?

Respuesta.- Desde mi punto de vista, la crisis se basa en tres puntos: el efecto 2000, que hizo que muchas compañías invirtieran mucho dinero para afrontarlo, lo que ha hecho que los presupuestos e inversiones de 2001 no hayan crecido tanto; el estado de la economía americana, que realmente ha tenido un parón y una bajada superior a lo que se había previsto, lo que a su vez ha provocado que muchas empresas que habían hecho grandes presupuestos de inversión para aumentar su capacidad de producción se encuentren ahora con una sobrecapacidad y se vean obligadas a parar sus inversiones.

Por último y más referido a las compañías de tecnología, ha habido una falta de oferta de producto atractivo al usuario final. Y las empresas de tecnología tenemos que esforzarnos en seguir generando producto innovador y atractivo que ayude al usuario final a decidirse a comprar para hacer crecer las ventas y esto quizá se ha parado un poco.

P.- ¿No está yendo la tecnología por delante de las posibilidades de uso real por parte de los usuarios?

R.- Sí, es verdad. La tecnología está yendo por delante de la demanda del cliente y por eso está pasando lo que pasa con las empresas del sector. No obstante, hay aspectos en los que el cliente demanda más, como puede ser la transmisión de imágenes —el usuario pide acceder a ellas desde la terminal telefónica—, y ya existe tecnología en línea con esa demanda, frenada en parte, en este caso, por el endeudamiento de las compañías telefónicas. Pero sí es cierto que hay aspectos que están yendo mucho más deprisa de lo que el cliente necesita o demanda.

P.- ¿Cómo está afrontando Toshiba la crisis en Japón, la ralentización en EEUU y el frenazo del sector de nuevas tecnologías?

R.- Toshiba se enfrenta a esto por dos caminos: mediante la reducción de costes y por el crecimiento en las ventas. En el primer aspecto, Toshiba ha aplicado una metodología de eficiencia a nivel mundial (el llamado sig sigma para hacer más eficientes los procesos y mucho más enfocados al cliente). Esto permitirá una importante reducción de costes.

En cuanto al crecimiento en las ventas, hay una serie de objetivos marcados por parte de la corporación y transmitidos a los ingenieros para que desarrollen productos diferenciados y diferenciadores en el mercado con el objetivo de que el cliente, sobre todo las empresas, identifique a Toshiba y siga demandando nuestros productos. En estos dos puntos basamos nuestra recuperación de cara a esta situación de lento crecimiento más que de recesión.

P.- ¿Se descartan entonces recortes de plantilla como los que se están produciendo en infinidad de empresas del sector?

R.- No hay ningún plan de reducción de plantilla. Quizá, desde un punto de vista de rentabilidad a corto plazo, este sea uno de los puntos débiles de una corporación: su compromiso con su fuerza de trabajo. Es decir, no despedir a su gente, hacer cualquier cosa antes de tomar una decisión de ese tipo.

Una de las ventajas de Toshiba es que mantiene una estructura muy plana, lo que le permite ser muy flexible en las operaciones y no sufrir en los momentos de dificultad. De hecho, incluso hay departamentos o divisiones internas que están pidiendo más plantilla para desarrollar sus operaciones. Por ejemplo, la Digital Media Company (PC y telecomunicaciones) está demandando la contratación de 500 ingenieros en el plazo de un año para seguir desarrollando productos y aprovechar ese crecimiento que esperamos. Este es realmente un mercado que está en pleno desarrollo.

P.- De cara al futuro a corto plazo y a sus expectativas en España para este año ¿no están siendo excesivamente optimistas?

R.- Las cifras quizá pueden ser agresivas. No obstante, se basan en el presupuesto que realizamos en noviembre de 2000 y, aunque en el último trimestre la situación y las expectativas económicas han cambiado, la diferencia entre la primera y la última previsión no es muy radical. Había una previsión de venta de 600.000 ordenadores en Europa estos últimos seis meses (de abril a septiembre) y la última previsión son 580.000, por lo que hablamos de menos de un 2% de diferencia.

P.- ¿Se han planteado ofrecer más valor a sus productos, vender soluciones, añadir nuevos servicios... para afrontar mejor la situación?

R.- Sí, a medio plazo está incluido en nuestro plan abrir nuevas líneas de negocio con más valor añadido y en esa política se inscriben las alianzas con Acenture y Oracle. Pero a corto plazo hemos perdido cuota de mercado en nuestro negocio principal, el hardware, y, por lo tanto, nuestra prioridad ahora es frenar esa pérdida y recuperar cuota.

P.- ¿Cree que la revolución tecnológica ha cambiado la forma de ver el mundo?

R.- Sí, como principio básico la tecnología hace al ser humano más eficiente y le da tiempo para poder dedicarse a generar temas de más valor para la sociedad. La utilización de la lavadora, sin ir más lejos, se ha traducido en tiempo y energía para otras cosas. La tecnología ha evolucionado y con esa evolución ha hecho más cómoda y eficiente la vida para todos. Seguro que toda la tecnología que se está generando y el mundo Internet nos hace la vida mucho más fácil.

P.- ¿Aún nos puede sorprender?

R.- Sí, estamos a las puertas de muchas innovaciones. El mismo PC, cuando incorpore el reconocimiento de voz permitirá trabajar sin teclados. Estamos en un periodo de muchas mejoras en el mundo de la tecnología. Y estas innovaciones irán llegando cada vez más deprisa, se aceleran más.


“La crisis frustró nuestro récord de beneficios”

P.- Da la sensación de que Toshiba no ha resultado tan afectada por la crisis como el resto del sector ¿puede hablarse de excepción?

R.- Por supuesto que nos ha afectado, no somos ninguna excepción. Teníamos previsto un récord en beneficios para el año 2000 —el récord de la historia de Toshiba— y a partir de octubre, afectados por la situación económica de EEUU, no pudimos alcanzarlo. Hemos tenido beneficio, pero no el esperado. En cualquier caso, es verdad que el impacto ha sido menor que en las empresas americanas, quizá por la filosofía de Toshiba que trata de no realizar reajustes traumáticos ni en momentos de euforia, ni en momentos de recesión.

P.- ¿La filosofía americana es más drástica?

R.- Cuando la economía crece rápidamente, las compañías americanas crecen en fuerza laboral y cuando ven que la economía empieza a flaquear, rápidamente sacan la tijera y cortan. Es una filosofía de decisiones rápidas para incrementar y reducir plantilla. Mientras, en Japón, se insiste en la lealtad a los empleados y el compromiso con ellos y no se hacen ajustes traumáticos ni en un sentido ni en otro. Es quizá un punto débil desde un punto de vista de rentabilidad a corto, pero es nuestra filosofía.

P.- Una filosofía que parece jugar a favor de las compañía niponas.

R.- Una compañía no es algo independiente de la sociedad y el hecho de despedir a gente tiene un impacto negativo. Pero evitar los despidos no significa que no hagamos reajustes o que no nos impacten. Nuestro objetivo no es sacar mayor beneficio a costa de sacrificar plantilla, sino mantener la plantilla renunciando a ese mayor beneficio.



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