EL MUNDO / Domingo 27 de enero de 2002 / Número 112
 

romboEMPRESAS

 

Siglo de acciones: 100 años de creación de riqueza

ERIK STERN

Sobrevivir es tener éxito. Cuanto más sobrevive una compañía, más éxito puede reclamar. Algunas compañías españolas de la clasificación de valores de accionistas de Stern Stewart Europe (El Mundo, 11 de noviembre de 2001) reclaman un papel en el escenario mundial... si pueden seguir generando un valor sustancial para los accionistas. Pero los aspirantes a un “estado de superviviente” verdadero deben permanecer durante decenas de años para llegar a la longevidad de otras compañías consideradas ya como supervivientes.

¿Por qué la supervivencia tiene tanta importancia actualmente? Porque la globalización nos enseña que es más probable que nunca que las compañías caigan víctimas de las absorciones. Porque los mercados más liberados y menos regulados ponen de manifiesto que las compañías no pueden depender de las antiguas certidumbres para protegerlas y porque la recesión económica amenaza con socavar los cimientos incluso de las empresas más fuertes.

Cada compañía considera (o debería considerar) sus opciones estratégicas. ¿Quién sobrevivirá? Es rentable analizar la historia y las lecciones acerca del porqué sobreviven las compañías. Resulta clave aportar rendimiento a los accionistas de manera consistente y regular. De no hacer esto será posible que su compañía se vea absorbida por otra, que será la que sobreviva.

El patrón adecuado para comparar el rendimiento es exceder las expectativas de los inversores. ¿Qué compañías han creado riqueza por encima del índice de rendimiento requerido por sus inversores? Con los ajustes de riesgo, inflación y estructura del capital, este es nuestro Wealth Added Index TM [Indice de Riqueza Añadida].

Analizamos una muestra de grandes empresas pertenecientes a los sectores automovilístico, de petróleo y gas, de fabricación y otras industrias en el Reino Unido, remitiéndonos hasta 1899, utilizando la base de datos Milenio de la Facultad de Empresariales de Londres (1) y desde 1926 en EEUU, utilizando datos del Centro de Estudios de Precios de Títulos de la Universidad de Chicago (2). Esperamos hacer algo similar con compañías de España.

¿Cuáles son, por ejemplo, los logros de Jack Welch (tan laureado), el director ejecutivo de la reputada empresa US General Electric Company? Cuando Jack Welch tomó la dirección en 1981, la compañía había destruido casi 28.000 millones de dólares del patrimonio de los accionistas desde 1926. Sin embargo, tras diez años bajo la dirección de Welch, se asistió a un auge de creación de riqueza. Nada de esto resulta evidente en los análisis existentes de la compañía.

De la misma forma, el fallecido Roberto C. Guizueta, DG de Coca Cola y un afamado campeón de creación de valor, transformó a la compañía en una inversión alentadora para los accionistas. Anteriormente, Coca Cola había fallado a los inversores. Guizueta creó más de 100.000 millones de dólares de riqueza, pero desafortunadamente sus sucesores han invertido esta tendencia de creación de valor.

Una compra de acciones en el gigante de las telecomunicaciones estadounidense AT&T, inmediatamente después de que la compañía perdiera monopolios de equipo telefónico en 1968 y de servicios en 1969, no habría aportado riqueza real hasta 1997, meses antes de que la reevaluación de las telecomunicaciones acabara con la totalidad de la creación de riqueza de AT&T. ¿Una compañía de acciones de primera clase? El tamaño puede engañar.

Si AT&T ha destruido riqueza, ¿qué sucede con la industria automovilística de EEUU? En el transcurso del siglo, la creación de riqueza en Ford y General Motors ha comenzado y parado, parado y comenzado. Los altos precios del petróleo, seguido por una mayor competencia, protección comercial, sindicatos más poderosos y falta de enfoque en la innovación fueron los factores probablemente responsables.

Las grandes compañías de petróleo han ofrecido más. BP y Shell tienen un historial positivo, pero solamente ExxonMobil, antiguamente Standard Oil, asombró a los inversores creando algo menos de 200.000 millones de dólares de riqueza desde que se empezaron a registrar datos. No obstante, la creación de riqueza en el sector parece deberse menos a las habilidades de la directiva que a acontecimientos como revoluciones, que tienen influencia en la capacidad de extraer petroquímicos.

Esta es una historia verdadera de valor para los accionistas, dado que hace ajustes de riesgo. Desdichadamente, es difícil hallar la fuente de los datos y creemos que resulta imposible obtener información para España.

Claramente, la perspectiva histórica, como los rigores de la recesión, distingue a aquellas compañías que se enfocan en crear valor verdadero de aquellas otras que, simplemente, se vanaglorian de lo mismo, exponiendo falacias de creación propia cuando son ganancias por acción.

Los inversores desconfían de las retribuciones dadas en función de los rendimientos. Los accionistas esperan ciertas ganancias de una compañía, teniendo en cuenta el riesgo. No parece que sea irracional pagar a los directores para que logren estas ganancias con una retribución más elevada (a modo de incentivo), siempre que se excedan las expectativas de ganancias.

Para aquéllos que aspiran a dichos estándares, piénsese acerca del valor. El tiempo es adecuado. La recesión puede ayudar a estimular los cambios de cultura empresarial. Gestionar para crear y recibir pago por crear; EVA( (la versión cotidiana de riqueza añadida) puede obtener beneficios operativos reales y mejorar el precio de las acciones.

La estrategia de enfoque en EVA, y los objetivos operativos y financieros que se obtienen como resultado, pueden ayudar a crear un valor verdadero: riqueza añadida consistente y regular y un lugar en la historia.

Erik Stern, director gerente de Stern Stewart Europe Ltd.

    EVA es una marca comercial registrada de Stern Stewart & Co. Wealth Added Index TM es una marca comercial registrada de Stern Stewart Europe Ltd.

    (1) Indice de títulos del Reino Unido, citado en Triumph of the Optimists, de Elroy Dimson, Paul Marsh y Mike Staunton, publicado por Princeton University Press en diciembre de 2001.

    (2) CRSP, Centro de Estudios de Precios de Títulos. Facultad de Empresariales de la Universidad de Chicago (2001). Utilizado con permiso. Se reservan todos los derechos. www.crsp.uchicago.edu




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