EL MUNDO / Domingo 10 de febrero de 2002 / Número 114
 

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TELECOMUNICACIONES / Socios y reguladores fuerzan a la operadora de móviles a replantearse su crecimiento en Europa y Marruecos. Telefónica Móviles vuelve a la casilla de salida y focaliza sus fuerzas en construir una red en Alemania y en comercializar el espectro en Italia.

Vuelta al punto de partida
Telefónica, obligada a dar marcha atrás en Europa, explotará su red y espectro de UMTS

ELENA HITA

No soplan buenos vientos en Telefónica Móviles, tras el traspié dado en Alemania, Italia y Marruecos. A la operadora líder en España no le está resultando fácil poner en marcha su estrategia de crecimiento en Europa y va a tener que dar su brazo a torcer en Africa. Socios y reguladores han obligado a Luis Lada a replantear la expansión allende las fronteras.

El conflicto en el país africano ha surgido tras la decisión de la Agencia Nacional de Reglamentación de las Telecomunicaciones de establecer unos precios de interconexión de fijo a móvil menores que viceversa. Esto es un claro favor a la operadora pública del país, Moroc Telecom, participada por Vivendi. “El rey de Marruecos tiene intereses en la compañía estatal y la va a proteger a toda costa”, dice un experto. “El mercado quiere ver en la decisión del regulador un asunto político, y no lo es. Somos una empresa y no tenemos nada que ver con eso [con las tensas relaciones diplomáticas entre Rabat y Madrid]”, argumentan desde Telefónica Móviles. Fuentes próximas a la operadora reconocen que la teleco lo tiene complicado. “No hay demasiadas alternativas”.

En poco más de un año, Médi Telecom, filial de Telefónica Móviles y Portugal Telecom en Marruecos, ha superado las previsiones. Tiene 1,1 millón de clientes, que le ha permitido alcanzar el equilibrio financiero. Teniendo en cuenta que su rival cuenta con 3,6 millones de usuarios y que la tasa de penetración es tan sólo del 12%, el potencial de crecimiento es enorme.

Túnez y Egipto son dos de los posibles países de la cuenca mediterránea a los que la operadora echará el guante. Fuentes de Telefónica Móviles explican que en Africa “la población con poder adquisitivo está concentrada en grandes ciudades [implica menores inversiones]; es un destino turístico cada vez más demandado por los europeos, lo que supone ingresos por roaming (alquiler de la red a otro operador); y la penetración de la telefonía móvil y fija es baja”, aunque nunca alcanzará los niveles europeos por su situación económico-social (ver gráfico).

Pese a los tropiezos, ya sea en Africa o en Europa, Telefónica Móviles hará como Chanquete y no la moverán de los mercados donde ya está presente.

España, Alemania, Italia, Austria y Suiza son los países donde la operadora tiene concesiones de UMTS. “Las licencias [de tercera generación] tienen un valor real que permite ayudar a rentabilizar las inversiones. Abandonar los mercados sería perder dicho valor y dar ventaja a nuestros competidores de forma gratuita”, comentan en Telefónica Móviles sobre su estrategia en Europa. Y su estrategia, a partir de ahora, no puede ser más antagónica a la inicialmente planificada.

PROS Y CONTRAS
Atrás quedó la táctica de operar en GSM/GPRS –ambas tecnologías utilizan la misma banda de espectro– antes del UMTS, con acuerdos de roaming en Alemania e Italia. Actuar con segundas generaciones “supone una buena herramienta para testar marcas, estrategias comerciales, clientes, etcétera. Pero nunca se ha pensado que el éxito de Telefónica Móviles se basaría en tener varios millones de clientes antes de lanzar el UMTS”, reconocen fuentes de la operadora.

“Salir con roaming aporta márgenes bajos, pero coges masa crítica que, a la larga, es positivo”, dice Josep Grau, de la consultora Doxa.“Tarde o temprano perderá dinero. Cuanto más tarde en asumir los costes, más fuerte va a ser la competencia. La política de ahorrar a toda costa no es correcta”, afirma Glen Chapman, de Ibersecurities. “Hasta 2004 no llegará la explosión del UMTS en Europa. Para entonces, lo importante es incrementar los servicios de datos, independientemente de la tecnología que uses. Hay que acostumbrar al usuario a estos servicios”, dice Fernando Usera, de Accenture. “En este sector es mejor tener una actitud flexible e ir adaptando tu estrategia a la evolución del mercado. Esa es la virtud de Telefónica”, considera María Rotondo, de SCH. “Es necesario invertir en infraestructuras para crear mercado. Pero si no hay retornos suficientes con el GPRS, al final los socios te obligan a esperar al UMTS”, explica Luis Abad, vicepresidente de Telecom Media Networks, de la consultora Cap Gemini Ernst & Young.


El filón de la red en Alemania

Alemania ha sido la gran apuesta de Telefónica Móviles en Europa. A los 8.400 millones de euros por la licencia, el consorcio en el que participa junto a Sonera ha previsto unos 6.200 millones de capex (costes más inversión) en 10 años. Tras abandonar la idea de poner en marcha los acuerdos de roaming por los obstáculos de los dominantes, Vodafone y Deutsche Telekom, la operadora se agarra como un clavo ardiendo a su pacto de compartición de infraestructuras con EPlus. “Tenemos el 50% de una de las tres redes que se van a construir”, que reducirá los costes en un 40%, aunque aún está por definir “el modelo de construcción de la red”. Los expertos creen que serán Vodafone y T-Mobile los otros operadores que tengan red propia. La operadora va a exprimir al máximo ese 50%, ya que “facilita que se reciban acuerdos de financiación”, tanto de proveedores como de entidades bancarias, que “reducirá nuestros costes en inversión”. En 2006, se prevé alcanzar un resultado bruto de explotación positivo.


Comercializar el espectro en Italia

El problema de Ipse, el consorcio donde participa Telefónica para el UMTS, son los socios ajenos al negocio de las telecomunicaciones, especialmente Fiat. La compañía de automóviles creía que obtener réditos de la tercera generación era como llegar y besar el Santo. “Nunca se deben esperar resultados financieros a corto plazo en telecomunicaciones. Las compañías del sector lo saben, no así los socios de otros mercados”, dice Abad. Precisamente, eso es lo que ha provocado la hibernación de Xfera.

Con la situación económica mundial, el horno no está para bollos y Telefónica Móviles ha cedido. “Se trata de limitar riesgos y optar por el primer plan que siempre tuvo la compañía. Es decir, una estrategia en el UMTS”, dicen en Telefónica. A partir de ahora, se intentará cerrar más acuerdos de roaming y compartir redes –de momento la ley italiana no permite esta alternativa–. Pero lo que sí es lícito es comercializar el espectro. A los operadores entrantes les otorgaron 25 megahercios y al resto, 20.

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