EL MUNDO / Domingo 10 de octubre de 1999 / Número 2


 

HECHOS & IDEAS

El autor, miembro del Consejo de Gobierno y del Comité Ejecutivo del Banco Central Europeo, asegura que el BCE ha cumplido sobradamente el principal de sus objetivos, la estabilidad de precios en la Eurozona, de la que se derivará una mayor fortaleza para la moneda única europea.

TRIBUNA DE LA ECONOMIA EUGENIO DOMINGO SOLANS
Un año de actividad del Banco Central Europeo

La partida prioritaria a considerar al efectuar un balance de la actuación del BCE desde que inició su andadura, hace poco mas de un año, es la estabilidad de precios. El Tratado de la Unión Europea lo dice con claridad meridiana al establecer que el "objetivo principal del Sistema Europeo de Bancos Centrales (SEBC) [compuesto por el BCE y los bancos centrales de los Estados miembros] será mantener la estabilidad de precios". Según el BCE, este objetivo prioritario se cumple si el incremento interanual del índice armonizado de precios al consumo para el conjunto de la euroárea se sitúa por debajo del 2% en una perspectiva a medio plazo. La estabilidad de precios tiene numerosas ventajas, como la mejora de la transparencia del mecanismo de precios relativos; contribuye también a promover la inversión y el crecimiento, ya que los precios estables minimizan la prima de riesgo de la inflación incorporada a los tipos de interés a largo plazo. La estabilidad externa de una moneda, es decir en nuestro caso el tipo de cambio del euro con respecto a otras divisas, se deriva, inevitablemente, a medio plazo, de la estabilidad interna, lo que constituye otra ventaja de la estabilidad de precios.

Como la inflación en la Euroárea se viene moviendo en torno al 1% (1,2% exactamente en agosto), puede concluirse que el objetivo se está cumpliendo con un amplio margen y que, por lo tanto, la partida más importante del balance del BCE ­ la estabilidad interna ­ arroja un saldo positivo. Así, dado que la estabilidad externa se deriva, a medio plazo, de la estabilidad interna, a la larga, el euro tendrá la fortaleza que se deriva de su estabilidad.

Estrategia monetaria

En el campo de la política monetaria, el BCE ha diseñado una estrategia de política monetaria genuina y adecuada a las necesidades del Eurosistema, y ha elegido en cada momento los instrumentos y procedimientos más apropiados para llevarla a efecto. El BCE ha demostrado, sobre todo, que es capaz de tomar decisiones de política monetaria en la dirección, intensidad y momento apropiados, en coherencia con su estrategia y teniendo en cuenta la situación global del conjunto de la Euroárea. El BCE lo ha sabido también explicar claramente al público y a los mercados. En política monetaria, una buena comunicación, una acertada explicación del qué y del porqué de una medida, puede ser tan importante como la medida en sí.

Las decisiones activas de política monetaria son lo más vistoso de la actuación del BCE. Es lo que más destacan los medios de comunicación. Las decisiones pasivas, esto es, decidir no hacer nada, que a veces es más difícil que decidir hacer algo, tienen menos impacto. Y lo que realmente es menos conocido del BCE y, por lo tanto, es menos valorado, es la compleja base de sistemas, métodos y procedimientos de muy diversa índole, sin los que la política monetaria no podría funcionar.

Primero el Instituto Monetario Europeo (IME) y después y sobre todo el BCE, han desarrollado una labor previa en las áreas de estadística, sistemas de pagos y sistemas de información y de comunicación sin la que no hubiera sido posible ni tomar decisiones acertadas de política monetaria ni instrumentar las medidas adoptadas.

Otro ejemplo de área de actividad es la de producción y emisión de billetes de euro. Todas las preparaciones para poner en circulación los billetes el 1 de enero del 2002, fecha decidida por el Consejo de Ministros de la Unión Europea, siguen el ritmo previsto.

Credibilidad

La fabricación de billetes de euro ya ha empezado, y también se ha decidido crear un Centro de Análisis de Falsificaciones que se ubicará en el BCE en Francfort. A su debido tiempo, se tomarán las medidas necesarias para que la sustitución de los billetes y monedas denominados en pesetas por los euros se haga con fluidez, causando los menores inconvenientes posibles.

Todos los avances y logros técnicos del Sistema Europeo de Bancos Centrales en los campos de la política monetaria, estadística, sistemas informáticos, billetes de banco, etcétera, de nada servirían si el euro y el SEBC no consiguen ganarse la confianza de los 292 millones de habitantes de la Euroárea. De ello dependerá el éxito del euro y del BCE, al igual que el éxito del marco alemán y del Deutsche Bundesbank se basó en la confianza de los 82 millones de alemanes.

Efectivamente, si la partida más importante del balance de cualquier empresa se encuentra normalmente en el pasivo y es el beneficio neto que posteriormente se aplicará a dividendos o a reservas, en el caso del BCE el resultado contable importa menos. La partida básica del balance del BCE es un activo intangible llamado credibilidad.

Independencia

Un elemento clave para la credibilidad del BCE es el respeto a su independencia. Se podrá discutir el mayor o menor acierto de las actuaciones y decisiones del BCE en su primer año de actividad, pero lo que nadie podrá decir es que el BCE y las personas que componen sus órganos de gobierno no han actuado con plena independencia de las lógicas presiones políticas y económicas del entorno.

Naturalmente, independencia no significa ni soledad, ni incomunicación, ni opacidad ni ausencia de rendición de cuentas. El BCE es plenamente consciente de que rendir cuentas ante el Parlamento Europeo y comunicarse adecuadamente con el público y con los mercados son condiciones esenciales para la eficacia de la política monetaria y para la credibilidad de la institución.

Otro aspecto clave para la credibilidad del BCE es su orientación europea. Durante su primer año de funcionamiento el SEBC se ha esforzado en actuar como lo que es, como un sistema, como un conjunto armónico e interdependiente de instituciones. La coordinación entre el BCE y los bancos centrales nacionales del Eurosistema se está consiguiendo plenamente gracias, principalmente, a la actuación del Consejo de Gobierno y de los diferentes Comités existentes por áreas de actividad. El Eurosistema adopta, en su actividad y en sus decisiones, una perspectiva global europea, sin sesgos de carácter nacional. En ese contexto, el Banco Central Europeo permite un avance notable de la idea europea.

 


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