EL MUNDO / Domingo 10 de octubre de 1999 / Número 2


 

EMPRESAS

Así será la Nochevieja más larga del milenio
Todos los sectores estrategicos preparan planes de emergencia para combatir el efecto 2000. Miles de españoles pasaran en su puesto de trabajo la ultima noche del siglo

Juan T. Delgado

La fase de alerta arrancará a las 21.00 horas del 31 de diciembre de 1999. Sólo unos minutos antes, los hombres del equipo de emergencia acudirán a la central, uniformados con un anorak calado hasta los ojos, y con una carpeta de folios repletos de anotaciones bajo el brazo. Seis horas de infarto y nada de champagne. Con un poco de suerte, a las 3 en punto de la madrugada del 1 de enero del 2000 el supervisor marcará el número de su superior, para confirmarle que la operación Y2K se ha cerrado con éxito. Sólo en ese supuesto, los miembros del equipo podrán regresar a sus casas, para tomar con retraso las uvas de la fortuna y brindar por el fantasma del efecto 2000.

El escenario descrito corresponde con total fidelidad a la singular Nochevieja que vivirán los empleados de guardia de las principales compañías eléctricas de España. Aunque no serán los únicos. El temido virus informático del efecto 2000 (Y2K, en versión inglesa) convertirá en laboral la fiesta de fin de año para miles de trabajadores españoles, sobre todo aquéllos que prestan su labor en los denominados sectores críticos. La Administración Central y Territorial, los ayuntamientos, y los sectores privados de banca, energía, agua y comunicación son, según el Gobierno, las principales víctimas potenciales de los estragos que pueden derivarse de un simple cambio de fecha.

Si el mundo del siglo XXI no fuera una aldea global, el efecto 2000 pasaría casi desapercibido. Pero el planeta se levanta sobre una telaraña informática en la que todos los agentes ­sobre todo económicos­ están interconectados. Basta que el cliente de un banco tenga problemas en su sistema para que el conjunto de la entidad financiera se vea contagiada por un virus contra el que creía estar vacunada.

El efecto 2000 cobrará vida en el primer segundo del próximo año. Y lo sufrirán los equipos informáticos y los microprocesadores que no están preparados para reconocer los dígitos 00. La explicación es muy sencilla: muchos ordenadores utilizan las dos últimas cifras del año para registrar la fecha. Por ejemplo, el año 1999 es reconocido como 99. Por esta razón, un equipo que no ha sido adaptado interpretará los últimos dígitos del 2000, como una vuelta al año 1900. Las consecuencias del error: nadie las sabe con certeza.

Aunque los Gobiernos y las grandes compañías aseguran que la adaptación está lograda, todos están elaborando en la actualidad sus respectivos planes de contingencia. Es decir, una conjunto de actuaciones que se pondrían en marcha en el caso de que el efecto 2000 no se materializara según lo previsto. Las previsiones de Naciones Unidas calculan que el cambio de fecha supondrá un coste de 85 billones de pesetas en todo el mundo.

Dentro de nuestras fronteras, el último virus del milenio se comerá unos 30.000 millones de pesetas de las arcas del Estado, y más de 35.000 millones de las Administraciones Territoriales.

La mayoría de las empresas ­sobre todo, las grandes­ también desembolsarán miles de millones en la adaptación. Aunque no pueden olvidarse las otras víctimas del efecto 2000: los consumidores y los asalariados. Los primeros cargarán con los fallos de sus electrodomésticos de toda la vida. Y los segundos tendrán que acudir a su puesto de trabajo en plena Navidad. Según diversos cálculos, más de 300.000 personas en todo el mundo combatirán el efecto 2000, trabajando durante la Nochevieja más larga del Milenio.

BANCA

Los empleados del sector financiero saben por experiencia propia lo que es trabajar a todo gas en plenas fiestas navideñas. El pasado año, miles de españoles vivieron el día de Año Nuevo sentados frente a un monitor. El 31 de diciembre de 1998 se fijaron los tipos de cambio irrevocables del euro, y la banca puso en marcha la maquinaria de emergencia para lograr la adaptación de sus equipos a la nueva moneda. "Fue mucho más dura la operación del euro, porque requería muchos más cambios, y hubo que trabajar tres días [1,2 y 3 de enero]", cuenta José María Criado, coordinador del Proyecto de Adaptación del Grupo BBV.

Sin embargo, esta vez "el proceso contiene una parte alarmante, por el efecto en cadena que podría provocar", señala el Responsable de Desarrollo y Año 2000 del BSCH, José María Echanove. "Además, no hay que olvidar que las operaciones bancarias siempre van ligadas a una fecha", recuerda.

Hoy día, la banca es el sector crítico mejor preparado. Según el último informe remitido por el Gobierno a la Comisión Europea, "este es el sector del que se dispone de mejor información y que más ha avanzado en el proceso de adaptación". El documento coincide con las estadísticas de la Asociación Española de banca (AEB): "Más del 95% de las operaciones de adaptación estaban cerradas en abril, y casi todas las entidades ya tienen listos sus planes de contingencia".

La AEB estima que el conjunto de la banca desembolsará unos 127.000 millones de pesetas para combatir el efecto 2000. Además, el sector requerirá un buen número de trabajadores en activo en la noche del 31 de diciembre. Aunque aún no se han fijado los mínimos de plantilla, se calcula que buena parte del personal técnico e informático trabajará en Nochevieja y en Año Nuevo.

"La noche definitiva trabajará un grupo de emergencia en el centro de proceso de datos", explica Criado, "pero, sobre todo, mucha gente tendrá que estar localizada, pegada al teléfono".

Al día siguiente (1 de enero), varios equipos de empleados se encargarán de arrancar los sistemas de diversas sucursales, para comprobar los efectos del vendaval informático. Sólo en el BBV, trabajarán más de 200 personas (las mismas que se han encargado de realizar los ensayos generales de junio y septiembre). Por su parte, el BSCH ha montado un comando de emergencia compuesto por casi 300 técnicos, que trabajarán de forma conjunta con los responsables de las operaciones bancarias.

Dentro del sector, ya se baraja la cuantía que podrían recibir algunos empleados por su labor extraordinaria (por ejemplo, los encargados de la supervisión ganarán unas cien mil pesetas por día).

Paradójicamente, el efecto 2000 contribuirá a que muchos asalariados de la banca puedan tomarse libre el día 31 de diciembre. Según fuentes del sector, es muy probable que esta jornada se declare festiva, por lo que las sucursales permanecerán cerradas al público. El objetivo es lograr que ninguna operación se desarrolle a caballo entre el 31 de diciembre y el 1 de enero. El mayor problema viene por el lado de las grandes operaciones; por este motivo, el día de Nochevieja permanecerán cerrados todos los sistemas interbancarios europeos. Esta medida fue adoptada el pasado 17 de abril por los ministros de Economía de la UE, asumiendo la recomendación del Banco Central Europeo.

ELECTRICAS

El Plan de Contingencia contra el efecto 2000 del sector eléctrico es uno de los más ambiciosos del territorio español. Precisamente, por la gran cantidad de factores que entran en juego: generación, transporte, distribución, comunicación y, sobre todo, dependencia de agentes externos.

"Aunque no se contemplan problemas graves en los escenarios que hemos manejado, no hay que olvidar que no dependemos de nosotros mismos: pueden surgir problemas desde el exterior y el comportamiento del usuario podría no ser el esperado", explica Marcos López, coordinador del proyecto de adaptación de Endesa. Según la patronal del sector, Unesa, la cantidad gastada por las eléctricas superará con creces los 20.000 millones de pesetas.

Todo el proceso de ajuste se está haciendo bajo la supervisión del Comité Eléctrico para el Efecto 2000, constuido por las principales empresas del sector (Endesa, Unión Fenosa, Iberdrola, Hidroeléctrica del Cantábrico y el operador del sistema, Red Eléctrica Española).

En principio, Endesa ha establecido dos fechas de emergencia. La primera, denominada Prealerta, arrancará el 15 de diciembre. Y la segunda, Fase Alerta, transcurrirá entre las últimas horas del 99 y las primeras del 2000. En este intervalo, los comités de crisis de las grandes eléctricas acudirán tanto a las oficinas como a las centrales de sus respectivas empresas para materializar, si es necesario, los planes de contingencia. Se prevé que el sector eléctrico doble la plantilla de sus equipos de guardia habituales.

No obstante, y a pesar de que las eléctricas ya tienen el visto bueno del informe oficial, desde el sector "no se garantiza el servicio eléctrico al 100%", señala López Ruíz. No hay que olvidar que una simple tormenta podía dejar a oscuras el Año Nuevo, en cuyo caso, el efecto 2000 pasaría inadvertido.

TRANSPORTES

Al cierre del último informe del Ministerio de Administraciones Públicas, no se contaba con información del sector de transporte por carretera. No obstante, la mayor preocupación del Gobierno y de los usuarios es la adaptación de los equipos de las compañías aéreas.

Iberia ha gastado unos 5.000 millones de pesetas en adaptar sus equipos, y sus empleados ya se preparan para la última noche del 99. La aerolínea reforzará su plantilla de técnicos, y muchos altos cargos también tomarán las uvas pegados al teléfono.

Aunque Iberia ha pasado con nota el examen del Gobierno, la empresa teme que los fallos puedan venir del exterior. Las operaciones de reserva y venta de billetes requieren el intercambio de información con agencias de viajes, que podrían experimentar problemas de adaptación. También puede presentar problemas la comunicación con otros aeropuertos. Ambos casos están contemplados en los planes de contingencia.

La compañía realizará este mes un vuelo de prueba entre dos aeropuertos, simulando el cambio de fecha en cuestión. En la mayoría de los aeropuertos españoles no se prevé ningún sobresalto. Sobre todo, por el escaso volumen de tráfico aéreo. De este modo, en Aena no se prevé reforzar el personal de guardia en Nochevieja.

Por el contrario, sí necesitará un refuerzo la plantilla de Renfe. El personal técnico permanecerá atento a las expendedoras de billetes y, sobre todo, al funcionamiento de los sistemas de tracción. El informe del Gobierno aprueba el trabajo de la compañía ferroviaria, aunque duda de la adaptación que están realizando los proveedores de Renfe, de los cuales, aún no ha obtenido información.

El resto de los sectores críticos de la economía presentan avances consolidados. Por ejemplo, Telefónica ha dedicado a la adaptación más de 22.000 millones de pesetas y tiene la conformidad del Gobierno. También han conseguido el aprobado las centrales nucleares y la mayoría de los suministradores de agua.

Sin embargo, pocos inversores confían en la buena nota alcanzada por los mercados bursátiles. De hecho, algunos analistas creen que el fantasma del efecto 2000 lleva tiempo planeando por los parqués de medio mundo, y es, en parte, culpable de las bajadas que están registrando las Bolsas. Así las cosas, los más pesimistas anticipan una retirada masiva de liquidez que provocaría un nuevo viernes negro. Aunque sólo sea coincidencia, la próxima Nochevieja ­y el fin de milenio­ cae en viernes.

Los Ayuntamientos no han hecho los deberes

El temor al efecto 2000 parece calar con menos intensidad cuanto menor es el número de habitantes de una población. A estas alturas de 1999, y habiendo transcurrido 16 meses desde la fijación del calendario de adaptación por parte del Gobierno, casi un tercio de los ayuntamientos con población de entre 10.000 y 30.000 habitantes aún no ha puesto en marcha un plan de contingencia. Esto significa que un 63,6% de estas localidades no estarán preparadas para afrontar cualquier contratiempo que pudiera acarrear el cambio de siglo sobre los sistemas informáticos de las oficinas municipales.

Según el último informe remitido por el Gobierno a la Comisión Europea, sólo un 33% de estos ayuntamientos ha realizado un análisis de impacto sobre la situación. Además, ninguno ha aportado información alguna sobre sus sistemas automatizados.

El escenario no es más alentador en las poblaciones de entre 30.000 y 100.000 habitantes: un 16,1% de los todavía tiene en marcha el análisis de impacto, mientras que un 61,5% ni siquiera ha planteado medidas de contingencia.

El panorama mejora en los municipios que rondan o superan el medio millón de habitantes. Las ciudades más pobladas del territorio español han cumplido con su deber. El documento oficial apunta que prácticamente el 100% de estas poblaciones han concluido sus análisis de impacto y las acciones de adaptación al nuevo siglo.

No obstante, el Ministerio de Administraciones Públicas (MAP) advierte que, de momento, "se carece de información suficiente y contrastable sobre sistemas informatizados".

Precísamente, esta salvedad negativa está presente en todas alusiones referentes a ayuntamientos, sea cual sea su censo. Según el MAP, un fallo en los sistemas automatizados tendría "especial repercusión por el número de infraestructuras que podrían verse afectadas".

El efecto 2000 podría incidir sobre las tareas automatizadas o informatizadas de los ayuntamientos. Por ejemplo: el registro de los impuestos municipales, los archivos del padrón, los sistemas de emergencia, la gestión del tráfico o la administración de agua.

Por el contrario, la mayoría de las comunidades autónomas han hecho los deberes, a pesar de que un tercio de ellas aún no se ha planteado que haría en una situación de emergencia.

El peligro está en casa

El cambio de siglo no le sentará bien a más de un electrodoméstico. Precisamente, porque todos los productos de consumo que poseen microprocesadores o sistemas informatizados pueden sufrir las consecuencias del efecto 2000.

Las organizaciones de consumidores y el Instituto Nacional de Consumo ya se han dirigido a los sectores de la informática, automóviles, electrodomésticos, ascensores e industrias electrónicas y de telecomunicaciones, solicitando información sobre sus productos comercializados en España.

De este modo, el Instituto Nacional de Consumo (INC)ha elaborado una lista de compañías cuyos productos podrían presentar fallos el 1 de enero. Los consumidores deben estar atentos al funcionamiento de sus ordenadores, vídeos, televisores, automóviles con sistemas informáticos y, en general, cualquier producto programable. Las empresas que no han suministrado información al INC son: Anaya Interactiva, Murnau Consultores, Nortel Hispania, Philips Ibérica, Sintronic y Zero Multimedia.

Esta lista está incluida en la página Web del Instituto .

 


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