EL MUNDO / Domingo 10 de octubre de 1999 / Número 2


 

COYUNTURA

ANALISIS ANGEL LABORDA
Aumenta el empleo, pero ¿cuánto?

La semana pasada se conoció el número de parados registrados en el INEM a finales de septiembre, que ascendió a 1.569.978 personas. La cifra refleja, por segundo mes consecutivo, un aumento respecto al mes anterior. Ello no significa que se haya invertido la tendencia a la baja del paro, lo que sucede es que su evolución está marcada por un patrón estacional acusado. Por ello, la comparación intermensual sólo sería pertinente sometiendo los datos a una desestacionalización, una técnica difundida en países con mayor cultura estadística.

A falta de ello, una forma de valorar los datos es la comparación con lo ocurrido en el mismo período del año anterior, afectado por una estacionalidad similar. En septiembre de 1998 el paro aumentó en 11.281 personas. Y en los meses transcurridos de 1999, ha disminuido en 215.714 personas, cifra inferior a la de 287.244 registrada en el mismo periodo de 1998.

Así, la reducción del paro prosigue a un ritmo elevado, pero inferior al del año anterior. Esto puede obedecer bien a que se esté aumentando el número de demandantes de empleo (población activa), bien a que se esté desacelerando la creación de empleo, o bien a una combinación de ambas causas. Lo primero sería factible, dado que hay muchas personas que se incorporan al mercado de trabajo cuando aumentan las posibilidades de encontrar empleo. Pero ello está siendo contrarrestado por la tendencia a la baja de la población en edad de trabajar. No queda, por tanto, otra causa explicativa que la ralentización del ritmo de creación de empleo, lo que parece coherente con la desaceleración del PIB. Ahora bien, la EPA, lejos de confirmar esta hipótesis, registra una aceleración del empleo hasta una tasa del 4,7% en el segundo trimestre, lo que supondría que éste crece más de un punto por encima del PIB y ello, a su vez, que la productividad por ocupado disminuye, algo inusual en un contexto expansivo. Una explicación a esta incoherencia podría ser que los resultados de la EPA estuvieran sesgados por los cambios metodológicos introducidos a partir del primer trimestre de este año, pero la dirección del INE asegura que tales cambios no son significativos. Pese a ello, el propio INE, en la Contabilidad Nacional, estima un aumento de los ocupados del 3,4% para el segundo trimestre. Sin duda, el empleo va bien, pero ¿cuánto?

(*) Director de Coyuntura de Funcas.

 


www.nueva-economia.com