EL MUNDO / Domingo 7 de noviembre de 1999 / Número 6


 

EMPRESAS

Internet en el parquet / El alto riesgo de la Red ha atraído a los inversores particulares, que en un solo día agotaron la oferta minorista de títulos de Terra. Todo un espaldarazo a una empresa que apostará por la publicidad en Internet y el comercio electrónico para entrar en beneficios en el año 2003.

Terra vende el alto riesgo en bolsa
Los inversores particulares acuden en masa a la compra de acciones de la empresa de internet

BALTASAR MONTAÑO

Las perspectivas futuras de Internet como uno de los pilares de la economía del siglo XXI son aún una incógnita para los expertos en nuevas tecnologías y los analistas bursátiles, aunque todos ellos parecen tener claro que el futuro va por ahí. Sin embargo, mientras se ha abierto el debate sobre las posibilidades reales de negocio en Internet y las valoraciones astronómicas que alcanzan las empresas que operan en este segmento, la realidad ha vuelto a superar a la ficción en la salida a bolsa de Terra Networks, la filial para los negocios de Internet de Telefónica.

Y es que los inversores particulares, que a priori son menos conocedores del funcionamiento de empresas de nuevas tecnologías, han mostrado en masa su absoluta confianza en Terra, la primera empresa de Internet que pisa la bolsa española. El primer día de la colocación de las acciones de la compañía, el pasado 2 de noviembre, la demanda de títulos en el tramo minorista fue 83 veces superior a la oferta, lo que ha obligado a la empresa a cerrar en un solo día la Oferta Pública de Suscripción (OPS) en este tramo y a adjudicar las acciones por sorteo.

El gran interés que ha despertado Terra entre los inversores particulares, a los que se destina el 15% de la OPS (20% al tramo institucional español y 65% al institucional internacional), no es un pasaporte para el éxito futuro de los negocios en Internet, pero sí es indicativo de la expectación que levanta este nuevo sector de la economía entre los inversores, que además asumen los altos riesgos de este nuevo negocio.

Terra ha anunciado que el suyo es un negocio a medio-largo plazo, y que no tiene previsto dar dividendos "en un futuro previsible". La compañía, como todas las que operan en Internet tanto en Estados Unidos como en Europa, está actualmente en pérdidas (14.359 millones de pesetas en el ejercicio de 1999) y seguirá en números rojos hasta el año 2003, cuando prevé obtener un beneficio neto de 11.380 millones. Ese año los ingresos de la empresa alcanzarán los 138.050 millones de pesetas, con un crecimiento del 84% entre 1999 y ese año. El endeudamiento financiero de Terra, según el balance proforma a 30 de junio de 1999, es de 1.610 millones de pesetas, lo que representa un 1% sobre los fondos propios. Por lo tanto, sus accionistas están haciendo una clara apuesta de futuro no exenta de riesgos pero con unas altas perspectivas de rentabilidad, frente al prototipo del accionista tradicional, más pendiente de su retribución anual y de que la empresa en la que participa no esté en pérdidas.

Buenas perspectivas

El objetivo que persigue la salida a bolsa de Terra (antigua Telefónica Interactiva) es reforzarse a través de fuertes inversiones para tomar una posición de liderazgo en el mercado de habla hispana y portuguesa, con más de 500 millones de habitantes. Por ello, la compañía se ha capitalizado a lo largo de este año con inversiones de 95.000 millones en la compra de portales de Internet y proveedores de servicio en Latinoamérica, España y dos joint venture en Estados Unidos con la compañía IDT. Sus mayores inversiones han sido la compra de los portales, y también proveedores de servicios Infosel (México), por 280 millones de dólares, y ZAZ (Brasil), por 192 millones de dólares.

Además, la salida a bolsa de Terra, al realizarse a través de una OPS o ampliación de capital, permitirá que todos los recursos obtenidos (entre 117.000 y 135.000 millones) se queden en la compañía y se destinen al crecimiento futuro y a responder a los compromisos ya firmados. La matriz Telefónica, que controlará un 69,6% de Terra, no obtendrá plusvalías por esta operación.

Con estos sólidos cimientos de partida, Juan Perea, el consejero delegado de Terra, no prevé recurrir al endeudamiento para afrontar nuevas adquisiciones, que se financiarán con acciones de la propìa empresa. Perea tampoco prevé nuevas ampliaciones de capital, al menos en los próximos cuatro años. Terra reforzará sus actividades en España y Estados Unidos, para que cada uno de estos mercados aporte un 20% de los ingresos, mientras que Iberoamérica reducirá su peso del 80 al 60% de las ventas, para disminuir así el factor de riesgo de las economías latinoamericanas.

En cuanto a actividades de negocio, la publicidad en Internet, el comercio electrónico y los servicios avanzados a empresas crecerán hasta alcanzar en el año 2003 cerca de 60.000 millones, un 45% de las ventas de la empresa. Los ingresos de sus proveedores de servicio (por cuotas de acceso a Internet, tráfico inducido y call centers) seguirán creciendo, pero perderán peso, ya que en mercados como el español se ha extendido el acceso gratuito a Internet. "Sin embargo, esta modalidad tardará en llegar a Latinoamérica, donde no está regulado el acceso gratuito y es algo impensable a corto plazo", señalan fuentes de Terra.

Por un lado, el acceso gratuito a Internet ha permitido el crecimiento acelerado del número de internautas (Terra ya cuenta con 861.000 clientes), pero ha reducido drásticamente el ingreso medio por abonado. Sin embargo, Terra señala que esta caída de ingresos se paliará, en parte, con el aumento del tráfico inducido que Terra cobra a Telefónica, la propietaria de la red.

En el marco de la diversificación de negocio, Terra apostará por la integración de sus servicios con el teléfono móvil, la firma de acuerdos con empresas como El Corte Inglés o Servicaixa para comercio electrónico, y el desarrollo de contenidos. La diversificación, tanto geográfica como de negocio, permitirá reducir riesgos y alcanzar, en el año 2006, unos 18 millones de clientes.

Incertidumbres

Pero no es oro todo lo que reluce. Como señala Merrill Lynch: "en Internet, no es válida la habitual simplificación de que en Europa ocurre lo mismo que en Estados Unidos pero con dos años de retraso". Internet ya se ha convertido en una industria en Estados Unidos, y aunque la mayoría de las empresas que operan en este negocio están en pérdidas, su actividad ya está asentada. Según Merrill, Europa no es un mercado homogéneo (hay que traducir los contenidos en Internet a cinco lenguas, como mínimo, si se quiere llegar a un 70% de la audiencia), y mucho más regulado que el estadounidense. Además, el IVA "oscila en Europa entre el 15 y el 25%, por lo que el comercio electrónico se desplazará a aquellos países con un IVA más bajo".

Con estas premisas, las valoraciones astronómicas alcanzadas por empresas estadounidenses como America Online (20,9 billones de pesetas), Yahoo! (siete billones) o Amazon.com (cuatro billones), debidas a las fuertes prespectivas futuras de negocio, no se alcanzarán ni por asomo en Europa. Sin embargo, Terra se estrenará en la bolsa española y en el Nasdaq estadounidense con una valoración de entre 471.000 y 550.000 millones de pesetas, lo que la coloca en la primera posición de Europa en el ranking por capitalización, por delante del proveedor de acceso británico Freeserve (370.000 millones de pesetas).

Y eso que Terra sale infravalorada al mercado, según Juan Perea, que cree que la empresa "vale mucho más que lo que fija la horquilla de precios", aunque no tanto como apuntaba Lehman Brothers en su último informe de junio pasado, en el que valoraba Terra en 1,27 billones de pesetas. Así las cosas, los ejecutivos de Terra se han volcado ahora en vender la operación a los inversores institucionales, que han de cubrir la parte del león de la OPS, un 85%.

 

El 'empujoncito' de Economía

Terra se ha encontrado con un aliado inesperado en su salida a bolsa. El Ministerio de Economía, consciente de la progresiva llegada de empresas de negocios de alto riesgo a la bolsa, ha puesto en marcha una reforma de la ley que regula la salida a bolsa de las empresas en pérdidas para hacerla más acorde con los tiempos que corren. Por ello, Economía quiere, por un lado, flexibilizar las exigencias a las empresas en pérdidas para salir al parqué, y por otro, mejorar la protección de los pequeños inversores. Por ello, la nueva normativa exigirá a estas empresas el respaldo del informe de un asesor independiente, que será corresponsable jurídico de la evolución de la compañía. Asimismo, se buscará más implicación del consejo de administración en las responsabilidades futuras de la compañía, y se evitará que la CNMV tenga que responder ante la evolución negativa no prevista de estas compañías. Otras fuentes apuntan a que el Gobierno podría facilitar la creación de un mercado bursátil secundario especializado en valores de alto riesgo, al estilo del Neuer Markt de Francfort o del paneuropeo Easdaq, para captar a empresas de nuevas tecnologías.

 

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