EL MUNDO / Domingo 26 de diciembre de 1999 / Número 13


 

COYUNTURA / ENTREVISTA

Presidente del Circulo de Empresarios. Convergencia: España debe crecer más que la UE y bajar el paro a menos del 10% en la próxima legislatura. Ajustes: El nuevo Gobierno debería revisar la política de pensiones, Sanidad y Educación para garantizar a medio plazo el Estado de bienestar. Intervención: La presencia creciente de las Comunidades Autónomas en actividades empresariales es anacrónica

Carlos Espinosa de los Monteros
"Cada vez hay menos opciones de política económica"

ALVARO TIZON

El Círculo de Empresarios ha hecho público un documento en el que recoge las iniciativas económicas que el Gobierno surgido de las próximas elecciones generales debería llevar adelante "para tener la mejor España posible" en el año 2004, en palabras del presidente de esta organización empresarial, Carlos Espinosa de los Monteros. La propuesta se articula en torno a cinco prioridades: crecer más, para acercar la renta española a la media europea; llevar a cabo una política de empleo que permita situar el paro por debajo del 10% de la población activa en el 2004; mantener los equilibrios macroeconómicos; reformar el Estado de Bienestar para asegurar su viabilidad en el futuro; y fomentar una incorporación lo más rápida posible en la revolución tecnológica.

Pregunta.- A la vista de sus recomendaciones, alguien podría pensar que no hay margen de actuación en la política económica, que hay una única política posible. ¿Cree usted que es así..?

Respuesta.- Afortunadamente, el margen de actuación se va reduciendo. Digo afortunadamente porque cuanto más lejos de la demagogia pueda estar la toma de decisiones, más fácil es que éstas sean ortodoxas. España ha cedido soberanía, igual que sus socios europeos, y estamos metidos en un mecanismo en el que los márgenes de decisiones son mucho más estrechos... De todos modos, creo que hay margen para planteamientos diferentes dentro de la UE.

P.- En el documento, ustedes defienden una serie de reformas profundas del Estado de Bienestar, incluido el sistema de pensiones. ¿Cuál es la propuesta del Círculo?

R.- Desde hace años está claro que el sistema de pensiones español, y el de otros países de la Europa continental, es vulnerable porque está constituido sobre unas hipótesis que han dejado de ser ciertas. Nosotros defendemos que hay que ir a una transición desde las formulas de reparto hacia las de capitalización.

P.- También defienden una reforma de la Sanidad. ¿Con qué criterios?

R.- Creemos que la reforma de la Sanidad pasa por dos puntos fundamentales. Primero, por una mayor integración del sector privado con el sector público, optimizando las instalaciones que existen en España. Y segundo por el co-pago de las consultas médicas y los productos farmacéuticos.

P.- Otra reforma propuesta es la de la Educación.

R.- Hace 20 años, la prioridad en el sistema educativo era la universalización de la enseñanza y hoy las necesidades han cambiado: cada año, se incorporan menos personas a cada nivel de enseñanza y la prioridad ahora debería ser más la calidad que la cantidad.

Además, habría que impulsar programas de Formación Profesional concertados con empresas. Y hacer una labor de divulgación en el sentido de que ya no hay una diferencia de prestigio social, ni de ingresos económicos, entre un abogado y un especialista en electrónica, por ejemplo.

P.- El Círculo hace hincapié en la necesidad de una profunda reforma de la Administración Pública...

R.- La Administración pública en general, y especialmente la central, cuenta con excesivos medios humanos y muy pocos medios materiales.

Es necesario amortizar la gran mayoría de las bajas que se producen y hay que avanzar en la formación continua del personal.

P.- Ustedes piden también una mayor flexibilidad del mercado de trabajo dentro de las políticas de empleo. ¿Qué iniciativas concretas plantean en este campo?.

R.- En el área del mercado de trabajo nosotros creemos que hay dos objetivos fundamentales. uno, reducir el paro y el segundo, dar más estabilidad en el empleo.

Nosotros proponemos la creación de un contrato indefinido en el que la empresa y el trabajador pacten de antemano una indemnización en el caso en que se haga necesario prescindir del puesto de trabajo. Eso daría un gran dinamismo a la contratación.

P.- También han hecho hincapié en una descentralización creciente de la negociación colectiva.

R.- Sí. En contra de lo pactado entre la CEOE y los sindicatos, creemos que debe avanzarse en la descentralización de los convenios. Todo lo que se pueda negociar a nivel de empresa, que se negocie.

P.- Junto al equilibrio macroeconómico, ustedes defienden que se mantenga una tasa de inversión en infraestructuras equivalente al 5% del PIB...

R.- Hay que seguir avanzando en las fórmulas de financiación privada, por si encontramos alguna restricción presupuestaria en los próximos años. Hoy en día, hay formas ya contrastadas y desarrolladas para que no hablemos de que se frena la inversión por una restricción presupuestaria.

P.- Buena parte de esta inversión, además, ha sido cofinanciada tradicionalmente por la Comisión Europea, en un proceso que gradualmente tocará a su fin. ¿Cree usted que la ampliación de la UE beneficiará o perjudicará a la economía española?

R.- Tenemos un calendario cierto que nos marca el final de las ayudas en el año 2006. Pero al margen de ello, las subvenciones tenderán a desaparecer porque la incorporación de los nuevos socios nos hará relativamente más ricos respecto a la media europea.

En mi opinión, a corto plazo, la ampliación nos generará más inconvenientes que oportunidades. No sólo por la pérdida de las ayudas, sino porque se producirá una pérdida de peso e influencia relativa de los actuales miembros. Además, la ampliación será un factor de inestabilidad, por las grandes diferencias que habrá dentro de la UE en un momento en el que la unión monetaria estará relativamente poco consolidada, con ocho o diez años de vida.

P.- En relación con los equilibrios macroeconómicos, la economía española parece incrementar su principal desajuste ­la inflación­ respecto al resto de los socios del euro. ¿Considera usted que se trata de un desequilibrio preocupante?

R.- Somos conscientes de que hay que tener cuidado con la inflación, pero también creemos que si hay que pagar un pequeño tributo ­estoy hablando de unas décimas­ por crecer más, merece la pena pagarlo.

P.- ¿No existe el peligro de generar una espiral inflacionista en la negociación colectiva?

R.- Mi impresión es que se ha avanzado mucho en el sentido de responsabilidad, a ambos lados de la negociación colectiva. Hasta ahora, la presión al alza de los salarios parece moderada.

P.- Por último, el Círculo recomienda un repliegue del Estado hacia sus funciones básicas.

P.- Nosotros creemos que las áreas de responsabilidad clara y no compartida del Estado son la política exterior, la defensa, la justicia, la seguridad... Pero estamos viendo que, aunque la Administración central se salga de muchas actividades empresariales, aparecen paralelamente a niveles autonómicos y locales todo tipo de empresas, de toma de participaciones y de compras algo que parece anacrónico.

 

"Tres meses de catástrofe"

Pregunta.- Frente a la defensa del libre mercado que ustedes hacen en el documento, en las últimas semanas se han producido distintos episodios que parecen indicar una vuelta al proteccionismo.

Respuesta.- Este último trimestre ha sido una catástrofe, y espero que estemos hablando de un trimestre, y no de la tendencia de la economía en el futuro.

El fracaso de la cumbre de la Organización Mundial del Comercio en Seattle supone un importante motivo de preocupación.

P.- También dentro de Europa, en pleno proceso de unión monetaria, algunos Gobiernos como el alemán han vuelto a defender la posibilidad de intervenir en la economía, reivindicando el "interés nacional".

R.- Vemos con preocupación estos episodios, que van más allá de la anécdota, porque se trata de iniciativas políticas que parecían ya archivadas. En el caso de Alemania, además, la irrupción del Estado fuera de su campo de actuación ha producido el reforzamiento político de los líderes que han impulsado estas decisiones, y esto es para echarse a temblar...

P.- ¿Cree usted que en España la ruptura de los antiguos monopolios ha dado lugar a un escenario de competencia?

R.- España ha sido, y todavía lo es, un país con una economía bastante intervenida. Hay áreas en las que la política de competencia va produciendo ventajas, como en las telecomunicaciones.

En otros sectores como el eléctrico, el gas, el agua, el suelo, etcétera, tenemos que avanzar más.

 




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