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ENTREVISTA
ALFONSO RUIZ DE ASSIN
Secretario General de la Asociación Española de la Radio Comercial (AERC)
"Si la radio no se digitaliza en diez años puede perder el 40 % de su facturación"
Las radios comerciales congregan al 85 por ciento de la audiencia radiofónica nacional. Se trata de un poderoso sector que reclama a la Administración más medidas para facilitar la implantación de la radio digital en España.
Alfonso Ruíz de Assin

Pregunta: ¿Están satisfechas las radios comerciales con el modelo español de implantación y desarrollo de la radio digital?

Respuesta: Pues sí. Estamos satisfechos de que exista radio digital en España. Desde mucho tiempo antes de que se regulara por el Ministerio de Fomento, habíamos venido solicitando que se previera el futuro modelo de radio digital porque estaba ocurriendo en todos los países europeos, y España se encontraba a la cola. Cuando en Julio de 1.999 el Gobierno decidió regular la radio digital, y sacar el primer concurso, nos dio una gran satisfacción. Otra cosa es que por el momento no se hayan cumplido las peticiones básicas de la Asociación, que consistían fundamentalmente en que todos los actuales radiodifusores que quisieran pasar de la tecnología analógica a la digital pudieran hacerlo.

P.: Hace ya 5 años Vd. indicó que el principal obstáculo para el desarrollo de la radio digital era lo limitado del espectro radiofónico. ¿Sigue pensando así?

R.: Rotundamente, sí. Efectivamente, existe un espectro radiofónico que hoy por hoy no permite dar satisfacción a la totalidad de empresas que han solicitado una licencia. Nosotros hemos pedido a la Administración que amplíe la banda de espectro y que haga el máximo esfuerzo para que la radio digital pueda acoger a todos.

P.: También apuntó que el precio de los receptores digitales era excesivo

R.: En este momento no existen aparatos asequibles ni en cantidad ni en precio para poder hablar de un auténtico mercado de radio digital. Los aparatos receptores estaban hasta hace poco entre 200.000 y 300.000 pesetas. En Inglaterra ya se pueden adquirir aparatos por 300 libras, o sea, por poco menos de 90.000 pesetas. Aun así, consideramos que sigue siendo un precio excesivamente caro. De todas maneras, la situación es esperanzadora, y se puede adivinar un futuro en el cual, al haber mayor demanda de radio digital, los fabricantes puedan permitirse fabricar series más largas, abaratándose de esa manera el producto. Los receptores digitales no tienen por qué superar en más de un 20 por ciento a los analógicos.

P.: ¿Pueden ser los PCs una alternativa a estos receptores?

R.: Yo soy muy escéptico. Estoy oyendo muchas informaciones acerca de los ordenadores personales, de los móviles de tercera generación…Yo creo que no. Creo que seguirán existiendo aparatos de radio, tanto en el coche como en la casa. …Se calcula que en España existen unos 40 millones de aparatos receptores de radio. Quiere decirse que la media es de un aparato de radio por cada español. Hasta que todo ese parque analógico se sustituya por la radio digital, tenemos un trecho que recorrer

P.: ¿Y sustituirá la radio digital a la analógica? R.: Sí, finalmente, sí. Lo que sucede es que va a haber un largo periodo de convivencia, y una larga transición. Me refiero a un plazo aproximado de 10 años. Durante ese lapso vamos a estar escuchando radio analógica y radio digital. A medida que los consumidores, nuestros oyentes, se acaben acostumbrando al sonido y a las prestaciones digitales, el consumo de la FM coexistirá con la digital, y la Onda Media continuará su imparable descenso. P.: Antes ha defendido que el número de radiodifusores digitales debe ampliarse al máximo. ¿No revertirá este aumento de la oferta en una disminución de los ingresos publicitarios?

R.: Esa es una pregunta muy interesante, y difícil de resolver. Yo sé muy bien cómo se sienten los radiodifusores españoles. Primero, el radiodifusor comercial español no le teme a la competencia. Llevamos muchísimos años compitiendo durísimamente en el mercado radiofónico, no hay más que ver las encontradas reacciones que provocan regularmente los datos del EGM . Pero es cierto que no hay mercado publicitario para financiar una radio analógica y otra digital. Pero como al final acabará produciéndose la sustitución de una por otra, la publicidad también participará en este trasvase. Por otra parte, la radio digital puede recibir ingresos adicionales porque va a ofrecer más servicios que la radio actual, como la transmisión paralela de datos a través de una pantalla.

P.: Otro asunto es el de la gestión de las desconexiones…

R.: Las radios comerciales no nos hemos hecho a la idea las nuevas desconexiones tal y como las plantea la Administración. Aspiramos a que ese tema se pueda reformar. Entendemos que el modelo español de radio comercial, que tiene ya cerca de 80 años, y que ha sido un modelo seguido, muchas décadas más tarde, por la mayoría de los países europeos, sigue teniendo plena vigencia. Las Comunidades Autónomas han exigido intervenir en esas desconexiones, y han impuesto a la Administración Central unas desconexiones que cubran más de una Comunidad. Pero yo aspiro a que tras una fase de diálogo se pueda volver al sistema tradicional de desconexiones.

P.: ¿Aprecia Vd. diferentes velocidades en la adaptación digital dentro de los radiodifusores comerciales?

R.: Creo que no. Más que velocidades o posiciones, cada uno tiene sus propios intereses. Cuando yo decía que todo radiodifusor quiere tener su licencia para emitir en digital, quiero decir también que nadie o casi nadie ha conseguido lo que quería. Tenemos una cadena como la SER, que hoy por hoy emite seis programaciones de radio, y sólo ha conseguido una licencia. La Cope y Onda Cero tienen dos, su programación generalista, y otra musical. Y les han dado una.

P.: ¿No es un poco contradictorio que algunas emisoras que han expresado sus dudas sobre la viabilidad del DAB pidan más de una licencia digital?

R.: Yo comprendo la reserva y las cautelas de las cadenas, y las comparto. Al fin y al cabo, la radio es un mercado. En ese sentido, y con un parque muy limitado de receptores, comprendo sus cautelas. Pero independientemente de estas cautelas, creo que todos estamos convencidos de que el futuro, a medio o largo plazo, es digital. Y todos quieren estar preparados para ese futuro.

P.: Supongo que las grandes cadenas mirarán con cierta envidia el papel predominante que ha tomado la radio pública en el proyecto digital.

R.: Ese es un asunto histórico en la Asociación. Mi posición como Secretario General de AERC es muy clara. Nosotros entendemos que la radio pública tiene extraordinarios privilegios en España, tanto en el número de frecuencias como en otro tipo de baremos. El Gobierno acaba privilegiando a la radio pública, quizá porque la tiene más cerca, pero a nosotros nos parece que eso no está justificado por la audiencia. Hay que tener en cuenta que la radio privada es escuchada en España diariamente por 17 millones de personas, y solamente 3 millones escuchan radio pública.

P.: ¿Qué han aportado al proceso de implantación de la radio digital los nuevos radiodifusores como EL MUNDO RADIO?

R.: Dejando claro que la Asociación de la cual soy Secretario defiende en primer lugar a sus miembros, que son las radios que ya emiten en analógico, estamos muy satisfechos de que nuestros colegas de la prensa escrita se incorporen y participen en el proyecto de radio digital. Creemos en el pluralismo informativo, y la incorporación de estos medios prestigiosos provocará una mayor competencia, que revertirá en beneficio del oyente. Además, el futuro es multimedia, y no habrá grupo de comunicación que no quiera estar en todos los campos de la información.

P.: ¿No es cierto que los nuevos radiodifusores, al carecer de una red analógica, son los que más han impulsado el proyecto digital?

R.: Eso parece lógico. Poder tener una licencia digital para emitir a todo el estado español es un incentivo muy grande. Los que ya estaban en el panorama radiofónico con su red de Onda Media y FM implantada también están interesados, pero seguramente con otro énfasis. Pero insisto, todos los radiodifusores están interesados en que este tema salga adelante porque, indudablemente, el futuro es digital. Los resultados de unos estudios hechos en Europa permiten afirmar que si en 10 años la radio no da el salto a lo digital, puede perder el 40 % de su facturación debido a la feroz competencia con los nuevos medios.

P.: ¿Qué puede hacer la Administración, además de ampliar el espectro, para impulsar la implantación de la radio digital?

R.: A nosotros nos hubiera gustado que las Administraciones española y europea hubieran ayudado a implantar una tecnología que fuera cien por cien europea, como es el Digital Audio Broadcasting, o DAB. Los americanos, por ejemplo, no tienen ninguna propuesta en este momento. Están experimentando con otro sistema, el IBOC. Y sin embargo, ni Europa ni España dan a los radiodifusores la más mínima ayuda para implantar una tecnología que es plenamente europea. A la Administración le pediríamos que además de habilitar más espectro, elaborase todo un programa de ayudas a la reconversión digital, como por otra parte se ha hecho con otros sectores industriales.

P.: Supongo que gran parte del éxito de la radio digital dependerá, en última instancia, del oyente. ¿Cómo se le puede convencer de que se pase a la radio digital?

R.: En primer lugar, hay que ponerle aparatos a precios asequibles para que la puedan escuchar. En cuanto el problema de los receptores se haya resuelto, los ciudadanos se van a convencer de las ventajas de la nueva radio, porque van a tener dos cosas que hoy no tienen: una radio con una calidad de sonido digital, sin interferencias, y además, una cantidad enorme de datos e información que no tenían antes. Cuando la gente se acostumbre a estas ventajas, se convencerá de que la radio sigue siendo un medio vivo, versátil y totalmente compatible con las actividades de la vida cotidiana.

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