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 DIRECTORIO   Sábado, 25 de Marzo de 2000, número 381
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EPIDEMIOLOGIA El hombre divorciado tiene el doble de riesgo de suicidio que el casado
Myriam López Blanco

Un estudio que se publica en el último número de la revista «Journal of Epidemiology and Community Health» demuestra que, después del divorcio o la separación, el riesgo de cometer suicidio es más del doble entre los hombres que entre las mujeres .

Tener pareja es bueno para la salud, en cambio, perderla, no sólo eleva el riesgo de contraer todo tipo de enfermedades, sino de cometer suicidio. Aunque, esto último sólo ocurre en hombres, según un nuevo estudio que acaba de publicarse en el Journal of Epidemiology and Community Health (JECH).

En las últimas décadas, una serie de investigaciones ha desvelado los efectos físicos y emocionales de la separación.

Se ha visto que la tasa de mortalidad por distintas enfermedades es mayor entre hombres y mujeres divorciados que entre los que están casados, según un informe realizado en los años setenta por la American Health Association. En 1977, un libro de J. J. Lynch titulado Las consecuencias de la soledad revelaba que la incidencia de todos los tipos de cáncer es del doble en los separados que en los casados. Y, poco a poco, se fue desvelando que las consecuencias del divorcio son más penosas para la parte masculina de la pareja.

Una revisión realizada por el Centro Nacional estadounidense de Estadísticas sobre la Salud revelaba que la muerte prematura debida a enfermedad cardiovascular era más frecuente (el doble) entre hombres separados que entre casados. También era el doble la tasa de muerte por hipertensión y por accidente cerebrovascular entre los que iniciaban una nueva vida sin su pareja que entre los varones de edades similares y casados. El riesgo de muerte causada por neumonía era siete veces más alto.

Estos datos, y otros similares, obligaron a los Institutos Nacionales de Salud Mental de EEUU a afirmar que «el motivo más poderoso, por sí solo, para predecir la enfermedad causada por estrés físico y emocional es la interrupción marital».

Una de las razones que se dio en su día para explicar este fenómeno fue que el matrimonio proporciona estabilidad social y emocional, mientras que el divorcio, la separación, la viudedad y el estar sin pareja no. Así, el matrimonio parecía ofrecer la mejor protección contra el suicidio ya que ayuda a la integración en la comunidad y reduce el aislamiento.

Sin embargo, según afirma Augustine Kposowa, del departamento de sociología de la Universidad de California (EEUU) y autora del estudio que publica el JECH, faltaba por confirmar si el matrimonio protege contra el suicidio a hombres y a mujeres por igual. Además, en las investigaciones realizadas en el pasado, dice Kposowa, había algunos fallos en el diseño.

Para el estudio de Kposowa se utilizó una muestra representativa de la población de EEUU. Los datos fueron extraídos de una compleja encuesta que se realiza mensualmente a 50.000 familias y que es la principal fuente de información sobre la población estadounidense. El seguimiento se hizo a lo largo de una década, desde 1979 hasta 1989. Eran datos extraídos del National Longitudinal Mortality Study. A parte del estado civil, se tuvo en cuenta la edad, el sexo, la raza, la educación, los ingresos familiares y el lugar de residencia.

La muestra final comprendió cerca de medio millón de hombres y mujeres y el estudio fue diseñado para encontrar una respuesta a las siguientes preguntas: (1) ¿Son factores de riesgo de suicidio el divorcio, la soltería y la viudedad? (2) ¿Varían los resultados según el sexo? (3) ¿El estado marital ejerce el mismo efecto si se consideran las variables socioeconómicas? (4) ¿Qué implicaciones tienen las respuestas a las anteriores preguntas para la salud pública? En general, la tasa de suicidio resultó más del doble entre divorciados y separados que entre las personas casadas.

Estar soltero o ser viudo no afecta, según las conclusiones, al deseo de quitarse la vida. Cuando se estratificaron los resultados por sexo, se vio que el riesgo de suicidio entre los hombres divorciados era más del doble que entre loscasados, y que entre las mujeres era invariable, independientemente del estado civil.

Kposowa dice que puede que estos resultados se deban a que «el matrimonio proporciona salud y otras ventajas de las que carecen los divorciados». La explicación que propone para las diferencias entre sexos es que quizá las mujeres forman núcleos sólidos de apoyo emocional que ayudan a sentirse más arropadas tras la separación y que el hombre no suele buscar mientras tiene una relación de pareja. También es probable que influya el hecho de que «en muchas sociedades occidentales, existe un énfasis cultural muy fuerte de cara a lograr un matrimonio feliz», escribe Kposowa. Las encuestas han dejado claro que estar felizmente casado es el segundo deseo de los estadounidenses, después de tener buena salud.

@LEAD:Suicidio. Divorcio. El hombre divorciado tiene el doble de riesgo de suicidio que el casado @FIRMA:Myriam López Blanco



 
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