El Mundo
263 
02-10-1997



Navegante
de salud



Enviar mensajes

salud@el-mundo.es



  SmithKline Beecham


PLANIFICACION FAMILIAR

Tres días de margen

La contracepción postcoital es igual de eficaz a las 72 horas del coito de riesgo
________________________
Un nuevo estudio acaba de confirmar que la eficacia de la «píldora del día después» a la hora de evitar un embarazo no deseado es la misma cuando se consume a las 24, 48 y 72 horas del coito de riesgo.

PATRICIA MATEY

Se la conoce como la píldora del día después, aunque bien podría llamarse la pastilla de las 72 horas. Las píldoras anticonceptivas de emergencia, aquellas que se utilizan en un plazo de tiempo límite para evitar un embarazo no deseado, son igual de eficaces cuando se consumen hasta tres días después de haber mantenido una práctica sexual de riesgo.

James Trussell es el nombre del científico que, gracias a las conclusiones de su estudio, ha conseguido acaparar de nuevo la atención sobre la importancia de la contracepción postcoital. Su investigación y la reciente declaración de la FDA (la Agencia para el Control de Medicamentos y Alimentos de EEUU) sobre la eficacia y la seguridad del uso de los tradicionales anticonceptivos como píldoras del día después han servido para seguir haciendo hincapié en la trascendencia de este método de urgencia. Máxime cuando se recuerdan las estadísticas: cada año se realizan en el mundo entre 50 y 60 millones de abortos. La mayoría de ellos, ilegales.

La contracepción postcoital, el uso de cualquier método anticonceptivo tras un posible coito fecundante, es el medio destinado a evitar un embarazo no deseado. Una práctica que, en el fondo, ha caminado paralela a la historia de la reproducción humana. Remedios como las duchas de agua fría o las lavativas de vino, ajo e hinojo son tan sólo dos recursos de los muchos que han utilizado las mujeres a lo largo de la Historia con el fin de evitar la maternidad. El número de embarazos no deseados que se producen en España se desconoce. David Mustieles, del Centro Joven de Anticoncepción y Sexualidad de Madrid, asegura que no existen datos que revelen cuántas mujeres se quedan embarazadas sin desearlo.

«No hay ningún trabajo a nivel nacional en el que queden reflejadas estas estadísticas. Se podría hacer una aproximación teniendo en cuenta el número de abortos, pero los datos serían erróneos porque no reflejarían las cifras de mujeres que, por distintas circunstancias, al final tienen el hijo».

Sí se sabe, en cambio, que el número de españolas que conoce la existencia de la contracepción postcoital ha aumentado. «Se ha producido un cambio en los últimos cinco años. El número de mujeres que sabe qué es y cómo funciona la píldora del día después ha aumentado».

La doctora Martínez, de la Clínica Dexeus de Barcelona, también cree que la población española está actualmente más informada. «En los últimos tres años la demanda de la contracepción postcoital ha aumentado considerablemente en nuestro centro, sobre todo, los fines de semana». Sin embargo, David Mustieles insiste en que, todavía, «muchas féminas y bastantes profesionales sanitarios ignoran su existencia. De hecho, a nivel sanitario, existe una gran variedad de casos que van desde el desconocimiento absoluto de esta terapia de urgencia; hasta los facultativos que saben qué es, pero no cómo prescribirla, y aquellos médicos que no la recetan por cuestiones éticas», asegura el portavoz del Centro Joven de Anticoncepción y Sexualidad de Madrid.

Hasta ahora se creía que el tiempo (cuanto antes mejor y siempre dentro de las 72 horas) era de unas claves más importantes para lograr el éxito de las píldoras del día después.

No obstante, el trabajo de James Trussell pone en entredicho esta teoría al demostrar, tras un estudio con 5.495 mujeres que recibieron la primera dosis de anticonceptivos orales a las 24, 48 y 72 horas de producirse el coito de riesgo -y una segunda dosis, 12 horas después de la primera-, que el número de mujeres que se quedaron embarazadas fue el mismo, a pesar del momento en el que iniciaron la anticoncepción de emergencia.

Pero para el doctor Trusell el tiempo límite podría prolongarse aún más. Según declaraciones realizadas a EL MUNDO, «los anticonceptivos de emergencia puede que también actúen a los cuatro o cinco días después de la relación de riesgo, pero no con la misma eficacia. Ahora mismo hay un estudio en curso que está evaluando qué efectividad tiene este tratamiento al primer, cuarto y quinto día de la relación de riesgo».

La polémica del tiempo

Sin embargo, algunos especialistas insisten en que el tiempo es un factor clave para evitar una gestación no deseada. «Conozco el trabajo del doctor Trussell, pero también hay estudios, como uno realizado en el País Vasco, en los que se demuestra que las probabilidades de éxito son mayores cuando el tratamiento se administra entre las 48 horas después del coito», insiste la doctora Martínez. En lo que sí parece existir más unanimidad científica es en el porcentaje de éxito atribuido a las pastillas anticoncepctivas de emergencia. En este sentido, la FDA ha concluido recientemente, tras la revisión de varias investigaciones, que la la píldora del día después reduce en un 75% las probabilidades de embarazo.

«Esto no implica que un 25% de las mujeres se quede embarazada a pesar del tratamiento», insiste el doctor Trusell. «Es decir, que si 100 mujeres tienen una relación sexual sin protección durante la segunda o tercera semana de su ciclo menstrual (cuando la mujer es más fértil), aproximadamente, ocho quedarán embarazadas. Si esas mismas mujeres siguieran el tratamiento, sólamente dos tendrían una gestación (esto es una reducción del 75%)».

.


Las diferencias con la RU-486

.

La píldora del día después actúa modificando el endometrio (la capa mucosa que recubre el útero) para evitar así la implantación del embrión. Además, puede inhibir o retrasar la ovulación y alterar el movimiento del esperma en las trompas de Falopio. Según declaró el doctor Trussell a este diario, «la RU-486 es un medicamento diferente a las pastillas anticonceptivas de emergencia. La RU-486, o píldora abortiva, pertenece a una nueva clase de antiprogestinas y su uso sólo está aprobado en Francia, Gran Bretaña, Suecia y China, con el objetivo de provocar abortos tempranos. No obstante, actualmente se está evaluando la posibilidad de utilizar este fármaco en un futuro como contraceptivo postcoital».


© El Mundo