ALEJANDRA RODRIGUEZAhora o nunca. Según los representantes de las ligas europeas contra el cáncer, la Unión Europea está ante su oportunidad de oro para darle un duro golpe a la principal causa de mortalidad y morbilidad en todo el mundo occidental: el tabaquismo.
En España, el Comité Nacional de Prevención del Tabaquismo (CNPT) se muestra igualmente convencido de que no se puede desaprovechar una oportunidad como la que se presentará el próximo 4 de diciembre. Se trata de la votación de la directiva europea que restringe la publicidad de tabaco únicamente a los puntos de venta, y obliga a un etiquetado que detalle todas las sustancias que contiene cada cigarrillo que se consume.
«A pesar de las dudas, parece que nuestro país votará a favor, pero si no lo hace, habrá una respuesta contundente por parte de la comunidad médica», afirma Víctor López García, presidente del CNPT, que engloba 18 sociedades científicas y médicas. Por otro lado, el doctor López García insiste en que si esta directiva no sale adelante en Europa, España debería poner en marcha medidas individuales, al igual que han hecho ya algunos miembros de la UE, para mitigar un problema de salud de magnitud creciente. «Somos el país comunitario con más jóvenes y adultos varones fumadores. En 1982 ocupábamos el puesto 21 del mundo en consumo de tabaco y ahora estamos en el 12», afirma López García.
Está suficientemente demostrado que la publicidad de tabaco, ya sea directa o indirecta, no sirve realmente para orientar a los que ya fuman hacia el consumo de una u otra marca, tal y como afirman los fabricantes de cigarrillos, sino que incide de una manera muy significativa en los que se inician en el hábito de fumar. En países que han aplicado restricciones publicitarias al tabaco se ha notado un descenso importante en el inicio del consumo entre la gente joven, «que son el blanco real de las industrias tabaqueras», aclara Víctor López.
Por esta razón, las diferentes entidades sanitarias se han centrado en la lucha contra los recursos publicitarios que sirven para extender el hábito entre los que aún no lo tienen. «Se trata de que los jóvenes que todavía no fuman elijan libremente si hacerlo o no. Pero a partir de una información completa y veraz».
.
Los objetivos
.
Desde 1991 duerme en los cajones del Consejo Europeo la directiva referente a la restricción de publicidad del tabaco. Esta normativa establece que éste sólo podrá anunciarse en los puntos de venta. Además, los que deseen obtener información referente a alguna marca en concreto, deberán dirigirse expresamente a su estanco para obtenerla. Con ello se pretende que las personas susceptibles de iniciarse en el consumo de cigarrillos, no reciban una información sesgada procedente sólo de las empresas que ganan dinero con la venta de tabaco.
Otro de los objetivos que se persigue con esta normativa es el de la prevención en los países en vías de desarrollo. Europa del Este se ha convertido en un nicho de mercado enorme para las industrias tabaqueras, pero hasta ellos suele llegar tabaco de mala calidad, que además es más dañino.
A pesar de que las leyes de la Unión Europea insisten en que el interés sanitario debe prevalecer sobre cualquier otro, los intereses económicos de las grandes manufacturadoras de cigarrillos que hay en Alemania, Holanda y el Reino Unido, han hecho que esta directiva haya permanecido bloqueada hasta el momento. Ahora que su actitud está cambiando, se va a someter de nuevo a votación.
Y es que, al parecer, los países europeos que más dinero ganan con la industria tabaquera se han dado cuenta de que los beneficios que obtienen gracias al hábito de fumar de mucha gente, se pierden luego en gastos sanitarios relacionados con tratamientos contra enfermedades provocadas por el consumo de cigarrillos.
En España, tanto el anterior Gobierno como el actual, han estado recibiendo fuertes presiones de los colectivos relacionados con el cultivo, la manipulación y la venta de tabaco para que esta directiva siga bloqueada con el voto en contra de nuestro delegado en Europa. El CNPT comprende que estas personas defienden sus intereses laborales e insta a los gobernantes a que pongan remedio a la situación «con una reconversión que permitiera a muchos trabajadores del tabaco adaptarse a otros cultivos o a la venta de otros productos».
