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11-12-1997



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  SmithKline Beecham


NEUROLOGIA

Fármacos, serotonina y sexo

Una zona del cerebro situada detrás de los ojos regula el orgasmo masculino
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PHILIP COHEN

New Scientist/El Mundo

Es posible que una región del cerebro, situada precisamente detrás de los ojos, sea la que regule el intervalo de tiempo que ha de transcurrir entre un orgasmo y otro en el hombre, según informes presentados esta semana por un equipo de neurólogos. Los químicos podrán valerse de este descubrimiento para modificar una serie de fármacos que suelen causar disfunción sexual en los hombres.

El Prozac y ciertos antidepresivos inhiben la reabsorción de un neurotransmisor llamado serotonina, liberado por las células nerviosas. La acumulación de serotonina puede impedir la erección y el orgasmo.

De aquí que la doctora Elaine Hull, de la Universidad Estatal de Nueva York, en Buffalo, planteara la posibilidad de que la serotonina estuviese directamente relacionada con la regulación del periodo de latencia normal que ocurre entre un orgasmo y otro en el hombre. "Quería saber en qué parte del cerebro la serotonina actuaba para producir este comportamiento", dice.

El equipo de Hull introdujo pequeños catéteres en distintas zonas del cerebro de ratas macho. A continuación, midieron la cantidad de serotonina que se acumulaba en los catéteres en el momento en que las ratas copulaban.

Hipotálamo lateral

En un punto del cerebro, llamado el hipotálamo lateral, el nivel de serotonina aumentaba considerablemente tras la eyaculación, y al cabo de varios minutos disminuía, justo cuando el animal estaba listo para volver a copular.

Para cerciorarse de que la serotonina era el factor que controlaba el periodo de latencia entre los orgasmos, los científicos administraron alaproclate, fármaco que, al igual que el Prozac, inhibe la reabsorción de serotonina, en el hipotálamo de los animales.

En estas ratas, el intervalo entre coitos tuvo una duración tres veces mayor en comparación con los animales a los que no se les inyectó el compuesto. En cambio, un grupo de ratones a los que les inyectaron el alaproclate a menos de un milímetro del hipotálamo no presentó ningún tipo de disfunción sexual.

"El hallazgo abre una nueva perspectiva en el estudio de la función sexual masculina", ha declarado el doctor John Bancroft, del Instituto Kinsey para la Investigación del Sexo, el Género y la Reproducción, de Bloomington, Indiana.

Bancroft ha planteado la teoría de que ciertos tipos de impotencia se deban a una inhibición natural de la reabsorción de serotonina en esta parte del cerebro.

La doctora Hull intenta ahora identificar el tipo de compuestos que inhiben la reabsorción de la serotonina en el hipotálamo lateral. Una vez conocidos, podrían descartarse en la creación de antidepresivos para evitar que estos medicamentos causen disfunción sexual.


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