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30-04-1998
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SEXUALIDAD
Viagra, número uno en ventas
Los urólogos, desbordados por la demanda de la
píldora contra la impotencia
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FELIPE CUNA
Especial para El Mundo
Es pequeñita, de color azul, cuesta unas 1.500 pesetas la unidad y ha revolucionado la vida de los norteamericanos. Los impotentes y los otros, los que la toman para sentirse como si tuvieran 20 años. Viagra promete cambiar la forma en la que se hace el amor en EEUU: muy sosa, poco frecuente y rapidito porque mañana es otro día y hay que estar como una rosa para evitar que el compañero de trabajo te quite el empleo. Viagra, el primer fármaco contra la impotencia que está en el mercado -el 15 de abril comenzó su comercialización en EEUU-, ha devuelto la ilusión a muchas parejas. A los 30 millones de impotentes que se morían de vergüenza con los artilugios o los supositorios e inyecciones que se utilizan para lograr una erección y, a los otros que, insatisfechos, hacen el amor un par de veces al mes.
Y las mujeres son las que más sonríen porque están viviendo un momento de éxtasis inesperado. A muchas les ha
cambiado la cara porque han descubierto que los años de decepción conyugal pueden solucionarse con esta pastilla mágica que se vende en frasquitos de 30 a un precio de unos 320 dólares. Alfred Pariser, de 58 años, es un superviviente de un cáncer de próstata que casi le costó la vida. Hoy es el hombre más feliz de Rancho Mirage, en California, donde vive. "Realmente funciona y ahora puedo hacer el amor dos o tres veces por noche".
El éxito científico del producto reside en que logra una erección en el 70% de los casos y con escasos efectos secundarios. En un 16% de los que la consumen provoca dolores de cabeza; en el 10%, enrojece las mejillas; y en el 3%, crea una visión anormal que impide a algunos pacientes diferenciar el verde del azul. Tan sólo en algunos casos muy especiales, puede ocasionar una erección exagerada, de hasta cuatro horas, que puede causar daños graves.
Se toma oralmente una hora antes de hacer el amor, en la dosis recomendada de 25, 50 y 100 miligramos y comienza la magia. En dos semanas, este medicamento se ha hecho con el 95% del mercado contra la impotencia y las ventas continúan sin que haya freno a la vista. ¿Cómo lo puede haber si se están recetando unas 50.000 dosis a la semana?
Tal es la demanda que en las farmacias de Nueva York muchos hombres la piden sin receta, a pesar de que sólo puede adquirirse con la autorización médica. Incluso algunas mujeres han empezado a intersarse por el producto y desean saber si Viagra también puede solucionar algunos problemas sexuales femeninos, como la incapacidad para lograr el orgasmo o la falta de apetito sexual.
Algunos doctores de Park Avenue han decidido colocar en sus contestadores automáticos un número especial para asistir las llamadas de los interesados.
El doctor español Luis Casas, uno de los más conocidos urólogos de Nueva York, ha declarado a EL MUNDO: "Nunca en mis 20 años de urólogo y de especialista en impotencia he visto una cosa como ésta". El doctor Casas, que afirma que los urólogos están desbordados ante la demanda de consultas por parte de los pacientes, está seguro de que muy
pronto aparecerá el mercado negro de esta pastilla. Incluso ya hay algunos especialistas que se preguntan qué sucederá si la píldora crea adicción y si los hombres que la toman acaban por no rendir sexualmente sin ella.
Viagra está indicado para los hombres que tienen problemas de riego sanguíneo en la zona genital, pero no es la panacea, ya que los varones con problemas vasculares más graves tienen que recurrir a la cirugía vascular para solucionar su impotencia.
El impacto del medicamento sobrepasa las alcobas para llegar a los consejos de dirección de las principales firmas de seguros médicos que se plantean si, a este ritmo, no acabarán en la bancarrota. Porque, ¿quién pagará la medicina de los clientes que la demanden? Algunos de estos seguros están solicitando ya que, junto con la receta, haya una carta del médico en la que se garantice que el enfermo es realmente impotente y que debe tomar la medicina para solucionar su problema.
Pfizer, la multinacional farmaceútica que tiene la patente de esta nueva fuente de la juventud, advierte que Viagra no es un afrodisiaco, que los hombres sin problemas de salud no deben tomarla para potenciar su rendimiento sexual y que es pronto para saber si las mujeres deben tomarla para resolver sus problemas sexuales. La compañía se deja querer, porque sabe que si las mujeres la piden, los hombres sanos la utilizarán, y las ventas se dispararán por las nubes. Especialmente con casi 100 millones de norteamericanos que llegarán a cumplir el medio siglo en los próximos 15 años y que querrán mantener su poderío sexual con la ayuda de esta medicina. Y Wall Street ha tomado buena cuenta, porque, en cuatro meses, las acciones de Pfizer han subido 50 dólares. Y con un futuro garantizado porque, si no aparecen sorpresas -como efectos secundarios serios aún no descubiertos-, Viagra se convertirá en la primera medicina en superar los 5.000 millones de dólares en ventas en los próximos años.
Para Arthur Caplan, de la Universidad de Pennsylvania, EEUU, algunas personas se pueden hacer psicológicamente dependientes de la medicina y puede que en un tiempo "un hombre con 50 o 60 años lleve en su bolsillo una pastilla de Viagra de la misma forma que en su juventud llevaba un condón".
¿Qué opinan los famosos?
Ruth Westheimer (consejera sexual): "Vivimos en una sociedad muy competitiva y el sexo siempre ha jugado a favor de la mujer. Cuando una mujer quiere sexo lo único que tiene que hacer es ponerse en posición horizontal".
Nancy Friday (Autora de "El Poder de la Belleza" y "Hombres Enamorados"). "El feminismo ha castrado al hombre norteamericano y eso le ha llevado a padecer problemas físicos. Gracias a esta píldora el hombre liberará más su libido igual que los anticonceptivos liberaron la de las mujeres".
Bob Guccione (Editor de "Penthouse"). "El éxito de Viagra se debe al valor tan absoluto que tiene la erección para un hombre. El pene es un arma y una gran parte de la sociedad ha intentado dominarla. Pero también entraña toda una poesía libidinosa. Es el órgano menos falso del hombre. Está arriba o abajo y no puede mentir".
Gay Talese (Autor de "La Mujer del Vecino", está escribiendo un libro sobre el pene). "La erección es el último cartucho del hombre. Me gustaría que se dieran cuenta de hasta qué punto necesitan esta píldora desesperadamente".