Un estudio presentado por las Naciones Unidas el viernes
pasado revela los millones de muertes que se cobra al año la contaminación.
Entre las conclusiones figura un aumento espectacular de la incidencia
de enfermedades respiratorias -sobre todo asma- en el mundo, tanto desarrollado
como no.
MYRIAM LOPEZ BLANCO
Las víctimas de la contaminación se cuentan ya por millones
al año. Un estudio presentado por las Naciones
Unidas el pasado viernes revela que hay problemas ambientales en todo
el mundo, pero que las personas más pobres, y en particular los
niños, son los que tienen mayor riesgo.
"En las regiones más pobres del mundo, uno de cada cinco
niños no vivirá para celebrar su quinto cumpleaños,
la mayoría de ellos a causa del medio en el que viven y de enfermedades
que en otros países son perfectamente evitables", dice el estudio,
de 350 páginas.
El trabajo ha sido realizado por investigadores del World Resources
Institute y ha sido publicado conjuntamente con las agencias de medio ambiente
y desarrollo de las Naciones Unidas y el Banco Mundial. Entre los resultados:
- Cerca de cuatro millones de niños mueren al año en el
mundo a causa de enfermedades respiratorias agudas debidas a la contaminación
del aire.
- Infecciones relacionadas con el ambiente, como la malaria, causan 17
millones de muertes al año.
- El uso excesivo de fertilizantes está poniendo en peligro las
costas y afecta al crecimiento de las algas, de los peces.
- Se estima que unos cinco millones de personas se envenenan al año
por pesticidas en los países desarrollados.
- Más de 100 países, tanto desarrollados como no desarrollados,
todavía usan gasolina con plomo.
Las tasas de asma van en aumento en el mundo industrializado, y en los
últimos 20 años han aumentado un 50%. El informe estima que
una de cada cuatro muertes o enfermedades en el mundo se debe a problemas
ambientales y añade que varía de unos países a otros.
En los países en los que está habiendo un desarrollo acelerado
se están encontrando con un arma de doble filo: las personas que
habitan en estos lugares todavía tienen que enfrentarse a las amenazas
de su medio (falta de medios sanitarios, de un suministro adecuado de agua,
etcétera), pero, también, tienen que enfrentarse a los inconvenientes
del desarrollo industrial (contaminación). La moraleja del estudio
es que los costes sociales y económicos de no proteger el medio
ambiente son mucho mayores que los de protegerlo.