ALEJANDRA RODRIGUEZ
Un comité de expertos de la FDA
estadounidense acaba de elaborar un informe favorable en el que recomiendan
la aprobación del primer fármaco, el infliximab, para el
tratamiento específico de una desagradable dolencia: la enfermedad
de Crohn, una alteración inflamatoria intestinal que, si bien no
suele ser mortal, es muy molesta y puede presentar complicaciones graves.
El infliximab pertenece al grupo de fármacos conocidos como anticuerpos
monoclonales y actúa bloqueando la acción de una sustancia
natural que favorece la inflamación, la TNF-alfa, (por lo que se
está ensayando también para tratar la artritis reumatoide).
En realidad, no supone una cura definitiva para el mal de Crohn, pero sí
puede aliviar considerablemente los síntomas y mejorar la calidad
de vida de los que no han obtenido buenos resultados con terapias convencionales.
Actualmente, esta enfermedad no tiene cura, es crónica y se manifiesta
en brotes intermitentes de duración variable. Durante estos periodos
el afectado sufre dolores intestinales, cansancio, diarreas graves, hemorragias
y fístulas anales muy dolorosas. En los casos más serios
se recurre a la cirugía para extirpar la parte del intestino afectada.
Sin embargo, esta solución tampoco resulta definitiva, pues la enfermedad
tiende a reaparecer.
En cualquier caso, los expertos de la FDA han recomendado estudios más
exhaustivos para determinar la eficacia y los efectos a largo plazo de
este fármaco, así como sus posibles cualidades para detener
la evolución de la enfermedad en pacientes poco afectados. Las causas
concretas de la enfermedad de Crohn se desconocen, aunque se sabe que aparece
por una predisposición genética, unida a un factor infeccioso
por microbacterias o por virus y a un fallo del sistema inmunológico.
Circunstancias externas como el estrés, la depresión o el
agotamiento físico pueden convertirse en desencadenantes de las
crisis características de la enfermedad de Crohn. Este es el motivo
por el que, a pesar de ser poco conocida, sea una dolencia relativamente
común en los países occidentales. Además, según
las estadísticas, su incidencia va en aumento.