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Número 203. Jueves, 23 de Mayo de 1996

SALUD MENTAL

Los nuevos "manicomios"

JOHN TALBOTT. Presidente de la Asociación Americana de Psiquiatría

MANEL MANCHON. Barcelona

Talbott defiende las trapias psicosociales para impedir recaidas en las esquizofrenias. Inauguró en Barcelona un centro multidisciplinar para enfemos mentales. "Los profesionales deben encauzar los recortes en el sistema de salud"

Los centros de internamiento de enfermos mentales, los manicomios, han pasado a mejor vida. El presidente de la Asociación Americana de Psiquiatría y uno de los psiquiatras más influyentes en la actualidad, John Talbott, estuvo recientemente en Barcelona donde se pronunció sobre el futuro de la psiquiatría.

Talbott inauguró el Centro Integral de Servicios en Salud Mental Comunitaria, que dirige el doctor Ramon Blasi, el primer centro del Estado español en el que se aplican las nuevas técnicas de la psiquiatría que defiende John Talbott y que se basan en la combinación de diferentes métodos y técnicas.

El tratamiento moderno de los pacientes se basa ahora en una combinación de varios factores como fármacos, métodos psicosociales y familiares, y el adiestramiento en la adquisición de habilidades sociales. Todos estos elementos constituyen la mejor herramienta para que el enfermo mental no recaiga después del primer contacto con la psiquiatría. Para Talbott, los enfermos mentales "deben ser asistidos de forma multidisciplinar. Deben estar en centros especializados, pero dentro de sus propios entornos familiares y profesionales".

El centro de Barcelona dispone de una residencia policlínica de cortas estancias y un espacio de día para enfermos subagudos o crónicos que, después de pasar por un hospital general, todavía necesitan de cuidados y atenciones. También presta asistencia ambulatoria y visitas domiciliarias en horas convenidas o en casos de urgencia. John Talbott, director de la Universidad de Maryland (Baltimore), analizó las diversas investigaciones que se están realizando por la comunidad profesional de psiquiatría sobre la esquizofrenia. Según los datos de diversos estudios, los programas terapéuticos integrados reducen de forma considerable las recaídas de los pacientes esquizofrénicos. Si son tratados exclusivamente con fármacos, el 40% reincide al cabo de un año. Si los fármacos se combinan con asistencia familiar o con terapia psicosocial, basada en el trabajo, el porcentaje se reduce al 20% y prácticamente al cero si se combinan las tres medidas.

El psiquiatra norteamericano describió cómo la enfermedad tiene un fuerte componente genético. Ante la común hipótesis de que los pacientes pueden tener características sociales o edades concretas, Talbott evidenció uno de los anhelos de la comunidad científica. "Ya nos gustaría poder trabajar sobre sectores sociales concretos y predecir que en determinadas condiciones de pobreza o de hacinamiento, por ejemplo, la enfermedad mental tiene mayores posibilidades de aparecer. Desgraciadamente, tiene una base genética que todavía no conocemos con exactitud, a pesar de algunos avances en las investigaciones".

Ultimos hallazgos

Uno de esos avances ha sido la demostración de la relación entre las neurotoxinas -factores que causan la muerte de las células cerebrales- y la esquizofrenia. Pero a esa relación no se le ha encontrado una explicación. El problema es, según Talbott, que los experimentos se realizan "en animales, en los que la enfermedad se manifiesta diferente que en los humanos".

Otro de los problemas para Talbott, no de menor importancia, es que es difícil acceder a los pacientes. Muchos de ellos desconocen su enfermedad y no acuden a ningún profesional. Según Talbott, en EEUU, "uno de cada cinco personas que percibe algún problema no acude en ningún momento al médico. Es, por tanto, muy complicado captar a la población enferma y lo único que podemos hacer son campañas de prevención, aunque de nuevo debemos admitir que las investigaciones no permiten llegar más lejos".

Ante los problemas económicos de las administraciones públicas, comunes en todo el mundo, Talbott también quiso pronosticar algunas innovaciones. Como ejemplo puso la situación actual en su país y vaticinó la introducción de compañías intermedias entre pacientes y proveedores de asistencia médica. El objetivo sería la reducción de costes pero bajo directrices no estrictamente médicas.

Talbott aconsejó que en otros países donde deban acometer reformas en los sistemas de salud los recortes sean encauzados por los propios profesionales y por los centros. El temor de Talbott, muchas veces fundado, es que el futuro de la psiquiatría "parece más dependiente de los cambios económicos y administrativos que de los avances científicos".

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