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jueves, 31 de Octubre de 1996

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BIOETICA

Mercadeo genético
MYRIAD GENETICS INC
Empresa de Biotecnología de Utah, Estados Unidos

El primer test genético del cáncer de mama se comercializa esta semana
No se sabe aún cuál es el valor clínico de los resultados de este análisis
En EEUU ya se han producido casos muy claros de discriminación por poseer ciertos genes

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JOSE LUIS DE LA SERNA
A partir de esta misma semana, todas las mujeres de EEUU pueden -si su médico lo considera oportuno- saber si tienen en su sangre el gen del cáncer de mama hereditario. Myriad Genetics, una compañía privada de biotecnología con sede en el estado de Utah, está dispuesta a recuperar los dólares que lleva gastados en una investigación cuya utilidad real nadie sabe aún cual es. Basta con un poco de sangre en un tubo de ensayo y haber abonado, eso sí, a Myriad Genetics el equivalente a 300.000 pesetas para que esta compañía conteste, pasada una semana, si la mujer de donde se sacó la muestra es portadora de una mutación en el BRCA1 o en el BRCA2, los dos segmentos de ADN que están relacionados con el cáncer de mama y de ovario hereditarios.
A pesar de las recomendaciones que hizo hace tan sólo un mes la Asociación Americana de Oncología Clínica para que los test genéticos que indican susceptibilidad al cáncer no se realicen fuera de estrictos protocolos de investigación, Amy Langer, director ejecutiva de la Alianza Nacional de Organizaciones contra el Cáncer de Mama, cree que la demanda de los test genéticos será muy elevada. "Hay muchas mujeres jóvenes que están deseando saber si tienen o no el BRCA1 o el BRCA2".

Sin embargo, la llegada al mercado de este tipo de test ha puesto sobre aviso a muchos genetistas que dudan de la utilidad actual de estos análisis y que temen que estas pruebas creen más confusión, ansiedad y perjuicio que protección auténtica. "Me preocupa mucho que se generalice entre la medicina privada el uso del BRCA 1 o el 2 sin que tengamos todavía la suficiente información sobre su utilidad", afirmó el doctor Francis Collins, director del Proyecto Genoma.
Los expertos opinan que, de momento, el que una mujer sepa si tiene o no un gen de estas características no aporta ventaja alguna. Nadie ha probado aún que el aumento de las exploraciones para realizar el diagnóstico precoz de tumor mamario en las mujeres con BRCA1 salve vidas. No parece razonable realizar de forma profiláctica una masectomía, como se está haciendo en algunos casos, a las mujeres que tengan BRCA1 o BRCA2.

Verdadera utilidad
Tampoco tiene una utilidad demostrada la ausencia de este tipo de gen en una mujer dada. Son tantas la mutaciones que se pueden encontrar en el BRCA que un análisis negativo no implica que una mujer se libre de sufrir un tumor maligno hereditario de la mama.
Por otra parte, la revista Science ha dado a conocer el primer trabajo que demuestra que la discriminación genética es posible. Investigadores de la Universidad de Georgetown interrogaron a 332 personas que o bien tenían enfermedades genéticas o pertenecían a familias en donde existía una enfermedad genética. El 43% de los entrevistados reconoció que le había denegado seguro médico o de vida y que hasta había perdido oportunidades de trabajo como resultado de haber mostrado su "carné de identidad" genético. Una mujer fue, incluso, despedida de su empleo cuando le dijo a su jefe que tenía el gen de la enfermedad de Marfan.
Sólo 13 estados de la Unión tienen leyes que protegen a los ciudadanos de la discriminación genética. En un país en donde la sanidad es privada, nadie duda de que las aseguradoras harán todo lo posible por investigar los genes de sus potenciales clientes antes de firmar una póliza con ellos.
En Europa, por ahora, las cosas no se ven de la misma manera que en EEUU, ya que la mayor parte de los sistemas sanitarios es público y, por tanto, más justo.

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