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PABLO JAUREGUI
El milagro
científico, finalmente, parece haberse producido. Desde ahora en
adelante, tres años podrían ser suficientes para acabar con
una invasión del virus VIH. Si un paciente seropositivo toma adecuadamente
un triple cóctel de fármacos desde el inicio de su infección,
existen posibilidades muy altas de que en un periodo de 36 meses se pueda
eliminar el 100% de su carga viral. El sida, al menos para las personas
que puedan costearse una terapia combinada de tres medicamentos (nelfinavir,
zidovudina y lamivudina), ya no será un enemigo invencible. Esta
no es la opinión de cualquier científico. Es, por el contrario,
la sorprendente conclusión a la que acaba de llegar nada más
y nada menos que el doctor David Ho, Hombre del Año 1996 de la revista
Time por sus pioneras contribuciones científicas al estudio del
sida. Ho fue el hombre que destapó toda la verdad sobre la brutal
guerra que libra el sistema inmunológico humano contra el VIH, desde
el momento inicial de una infección. Ho fue también uno de
los grandes innovadores en la experimentación con terapias combinadas.
Y ahora, finalmente, una vez más ha sido Ho el investigador que
acaba de demostrar que, con un triple cóctel de fármacos,
entre dos y tres años deberían ser suficientes para erradicar
el virus del sida casi por completo en pacientes seropositivos. El doctor
Ho, sin embargo, siempre ha sido y sigue siendo un hombre prudente. De
hecho, al final del estudio que publica hoy Nature sobre su gran hallazgo,
este médico de origen taiwanés y sus colegas advierten que
«sería un error pensar que ya hemos conseguido la curación
definitiva del sida.» Sin embargo, a pesar de esta necesaria cautela
científica, no cabe duda de que sus nuevas conclusiones son impresionantes.
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CLARA CORTES/REUTER
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| Niños jugando debajo de un cartel de lucha
contra el sida. |
Lo que
han comprobado el doctor Ho, su colaborador habitual Martin Markowitz,
y otros seis colegas del prestigioso Aaron Diamon AIDS Research Center,
en Nueva York, es que una triple terapia combinada de nelfinavir, zidovudina,
y lamivudina es capaz de reducir la carga viral en el plasma sanguíneo
de un paciente seropositivo en un 99%. El equipo de Ho ha comprobado la
eficacia de este cóctel con 8 pacientes que nunca habían
tomado este tipo de medicamentos, durante un periodo de ocho semanas. En
base a estos resultados, y utilizando un modelo de extrapolación
matemática desarrollado por varios expertos del prestigioso National
Laboratory de Los Alamos, Ho y sus colegas consideran que un espacio de
entre 2,3 y 3,1 años debería ser suficiente para eliminar
la carga viral de un seropositivo casi por completo. No obstante, los investigadores
señalan en su estudio que también existe la posibilidad de
que se necesite más tiempo para erradicar el virus en algunos de
sus refugios más inaccesibles, como el cerebro o los testículos,
donde hasta ahora ningún fármaco ha sido capaz de actuar
con eficacia. El triple cóctel utilizado por estos investigadores
se compone de un inhibidor de la proteasa (nelfinavir) y dos inhibidores
de la transcriptasa inversa (zidovudina y lamivudina). La proteasa y la
transcriptasa inversa son dos enzimas que necesita el virus del sida para
replicarse dentro de los linfocitos humanos. «Nuestros resultados
tienen implicaciones directas de cara a la posibilidad de erradicar el
VIH-1 por completo en un persona infectada», han concluido estos
científicos al final de su trabajo.
El único
El equipo
del doctor Ho, por otra parte, no es el único que acaba de comprobar
la efectividad de este tipo de cócteles. Otro estudio que se publicará
mañana en Science también ha conseguido demostrar la eficacia
de una triple terapia combinada muy similar a la que han utilizado Ho y
sus colegas. En este caso, el doctor Winston Cavert y sus colegas de la
Universidad de Minnessotta han comprobado que una terapia compuesta de
otro inhibidor de la proteasa, el ritonavir, y de los mismos inhibidores
de la transcriptasa inversa, la zidovudina y la lamivudina, es capaz de
eliminar prácticamente el 100% de la carga viral en los tejidos
linfáticos, tras seis meses de tratamiento. Este estudio sin duda
refuerza las conclusiones optimistas del doctor Ho, ya que los tejidos
linfáticos son lugares claves donde el virus VIH se suele reproducir
y almacenar. Además, las observaciones del doctor Cavert y sus colegas
se basan en el tratamiento de 34 pacientes, 26 más que en el estudio
dirigido por Ho. El equipo de Cavert destaca que la eficacia de las terapias
combinadas sólo se puede verificar con claridad mediante el análisis
de los tejidos linfáticos, ya que de hecho éstos son las
reservas donde se reproduce y acumula la mayor parte de la carga viral.
Por este motivo, estos investigadores decidieron analizar el impacto de
un triple cóctel de fármacos en estos tejidos, realizando
biopsias de las amígdalas de sus 34 pacientes. Las biopsias se realizaron
dos semanas antes de empezar el tratamiento, y luego dos días, 22
días y 24 semanas después de que los pacientes comenzaran
a tomar los tres medicamentos. Al final del experimento (en total seis
meses después de que se iniciara la terapia), los investigadores
comprobaron que la carga viral en los tejidos linfáticos de estos
pacientes había disminuido progresivamente hasta alcanzar casi el
100%.
Cavert
y sus colegas señalan que todavía deberán realizarse
más estudios para comprobar si sería necesario continuar
este tratamiento durante toda la vida para controlar la infección,
o si por el contrario, en un momento determinado el cóctel sería
capaz de acabar del todo con el problema, sin necesidad de seguir tomándolo.
«De cualquier forma, hemos demostrado que en seis meses, una triple
terapia combinada es capaz de eliminar más del 99% de las células
linfáticas que producen el virus del sida», han concluido
estos investigadores. El optimismo actual de los científicos ante
el sida es, por lo tanto, verdaderamente espectacular. No hay que olvidar
que hace poco más de un año, la mayoría de los expertos
hubiera descartado la posibilidad de que con terapias combinadas se pudiese
erradicar el virus de la sangre de los infectados. Ahora, sin embargo,
estos últimos resultados parecen confirmar que sin duda alguna,
el sida no es totalmente imbatible, y que algunos cócteles realmente
pueden eliminar el problema casi del todo. No obstante, algunos escépticos
siguen reiterando sus dudas. Hoy mismo aparece otro trabajo en Nature,
justo después del estudio encabezado por Ho, en el que se demuestra
la impresionante capacidad del VIH-1 para ocultarse de una forma latente
en los linfocitos CD4. Según las observaciones de Robert Siliciano
y sus colegas del John Hopkins University, el virus del sida puede invadir
las células CD4 de una forma latente y prolongar una infección,
incluso a pesar de las terapias combinadas antirretrovirales. Estos investigadores
analizaron las llamadas reservas latentes del VIH en 14 pacientes asintomáticos,
y han concluido que una infección puede progresar aunque en un momento
determinado sólo exista una fracción mínima de células
afectadas. Por lo tanto, es posible que la astucia del virus del sida todavía
sea capaz de imponerse a las terapias combinadas por medio de estas infecciones
latentes. Este es un peligro que todavía no se puede descartar.
De cualquier
forma, no hay que olvidar que los medicamentos de los que se componen estos
cócteles son muy caros, y por lo tanto no podrán estar al
alcance de todo el mundo. La trágica paradoja del sida es que los
mejores fármacos contra esta enfermedad no están llegando
al Tercer Mundo, donde de hecho se encuentra el 90% de los afectados. Un
año de tratamiento solamente con un inhibidor de proteasa cuesta
casi un millón y medio de pesetas. Si a esto se le añade
el precio de los otros componentes de un triple cóctel, la cantidad
total alcanza sumas evidentemente inaccesibles para muchos. De hecho, al
final de su estudio, el doctor Ho y sus colegas señalan que teniendo
en cuenta el coste y los efectos secundarios de las terapias combinadas,
será necesario buscar «estrategias alternativas» para
proteger a los pacientes de posibles resurgimientos del virus, una vez
que se haya logrado reducir la carga viral con los cócteles. Tres
años de una triple terapia combinada ya son muchos. Hay que tener
en cuenta que el tratamiento obliga a consumir decenas de pastillas cada
día a horas muy precisas. Por lo tanto, si después de este
periodo todavía fuese necesario proteger a un paciente contra reapariciones
del virus, el propio Ho considera que para esto se deberían buscar
nuevas posibilidades terapéuticas. También es importante
destacar que los cócteles que tan buenos resultados están
dando en las fases iniciales de una infección, poco pueden hacer
para los enfermos que ya se encuentren en fases avanzadas del sida. Todavía
no existe ninguna píldora mágica para combatir los casos
avanzados de una infección por VIH. Como dijo el propio Ho recientemente
en una entrevista, algo aturdido por su repentino éxito internacional:
«No queremos dar la sensación a todo el mundo de que el problema
del sida se ha acabado. De hecho, la odisea para nada ha terminado. Todavía
queda mucho por hacer.» De cualquier forma, valdría la pena
recordar hoy de nuevo las palabras que dedicó Time al incansable
doctor Ho, tras concederle el título de Hombre del Año 1996:
«Gracias a él, el mundo ha descubierto este año quizás
el dato más importante sobre el sida: que después de todo,
no es invencible».
Niños, pobres y el
caballo de Troya. José Luis de la Serna
El sida retrocede en España
GRÁFICOS:
Estructura del virus del sida e
historia
Triple terapia contra el sida
El sida en el mundo
