El
presidente y director general de Air France, Jean-Cyril Spinetta,
que se encuentra en el lugar de la tragedia, ha asegurado
a los medios de comunicación que el accidente se ha
debido a un problema en el motor de la aeronave, por lo que
las microfisuras detectadas en las alas de algunos de estos
aparatos no sería la causa del siniestro.
Anteriormente
una portavoz de la compañía había señalado
que el aparato, que se estrelló poco después
de despegar "tenía un motor ardiendo", confirmando
así los testimonios de testigos presenciales.
Por
otro lado, la compañía aérea británica,
British Airways, ha ha decidido suspender los dos próximos
vuelos programados del Concorde que debían haber salido
del aeropuerto de Heathrow (Londres) con destino a Nueva York.
Mientras
tanto, el grupo aeronáuto europeo EADS y el británico
BAE Systems han asegurado que «van a esperar a los resultados
de la investigación preliminar antes de hacer una valoración
de las posibles causas del accidente». Las dos compañías
han enviado al lugar del suceso a equipos especiales para
que investiguen el motivo por el que el Concorde ha podido
estrellarse. En un comunicado hecho público por ambas
empresas han expresado sus condolencias a las familias de
los fallecidos.
Pese al accidente, las autoridades francesas de aviación
no han decidido por ahora tomar «ninguna medida especial»
para los Concorde de la flota de Air France. Un portavoz de
la Dirección General de Aviación Civil ha asegurado
que «por ahora intentamos tratando de recabar toda la
información». La oficina de investigación
de accidentes, que depende del Ministerio de Transportes,
será la encargada de investigar las causas del siniestro.
El
accidente se produce sólo un día después
de que British Airways y Air France confirmaran que habían
descubierto grietas en las alas de los Concorde de su flota.
Siete de los aviones supersónicos de British Airways
se han visto afectados, pero sólo uno ha sido retirado
del servicio para ser reparado, mientras los otros seis continuarán
volando.
Air
France ha reconocido también haber constatado en los
últimos meses la aparición de microfisuras en
cuatro de los seis aparatos Concorde que posee, aunque no
ha especificado si el problema se produjo en las alas como
en los aparatos de British Airways.
La
compañía aérea británica explicó
que las grietas tenían unos 60 milímetros de
largo cuando fueron halladas hace unos meses por los responsables
del mantenimiento de las naves, aunque reiteraron que estas
microfisuras no suponían ninguna amenaza para la seguridad
de los pasajeros. |
