POBRE
DE MI
Cuando
uno pasea por Pamplona el día 14 de julio antes de la medianoche
se encuentra con un ambiente distinto al de los días previos.
Los cuerpos están cansados, y el ánimo también.
Al caminar hacia el centro de la ciudad se pueden ver puestos de
venta de velas en todas las calles. Ha llegado el momento de despedir
las fiestas.
Los
empujones y el agobio vuelven a la Plaza del Ayuntamiento. Allí,
miles de personas se agolpan para asistir al final de la semana
festiva. A medianoche, desde el balcón del Consistorio se
pronuncia la frase que pone el punto y final a los Samfermines:
"¡Ya falta menos!".
Es
hora de quitárse el pañuelo rojo y entonar el 'Pobre
de mí'. El año que viene, más.
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