INFORMATICA
domingo 30 de marzo de 1997	a prueba

IGNACIO RODRÍGUEZ

Epson domina con total confianza el mundo de las impresoras de inyección de tinta en color. Y razones no le faltan, especialmente desde el éxito conseguido con la fantástica Stylus Color 500, que ofrecía una calidad de impresión casi fotográfica y un precio realmente ajustado. Ingredientes que consiguieron dinamitar a la competencia. La saga continúa, no sin volver a sorprendernos. Las nuevas Stylus Color 600 y 800 le dejarán con la boca abierta a los pocos minutos de sacarlas de la caja. Es más engorroso desembalarlas que instalarlas para comenzar a trabajar, especialmente si tiene Windows 95, que las identifica y pone automáticamente en marcha los procesos de instalación. La diferencia principal entre ambos modelos, además del precio, es la velocidad de impresión, lo que determina que el modelo 600 sea más adecuado para entornos domésticos y personales, mientras que el 800 pone sus prestaciones al servicio de ambientes con mayores cargas de trabajo. Tras ojear el manual y la documentación incluida (clara, abundante y reveladora) se siente la necesidad de comprobar si es verdad todo lo que prometen.

Calidad fotográfica

En términos técnicos, la promesa es de 1400 x 720 puntos por pulgada, que extrapolado a lenguaje llano significa calidad fotográfica real. Además, se ha mejorado la velocidad con relación a la anterior, Stylus 500, de forma que utilizar la máxima resolución no implique largos periodos de espera hasta ver la hoja impresa. Para obtener buenos resultados, las Epson usan dos cartuchos de tinta. Uno de ellos dedicado exclusivamente al color negro, de forma que se mejoran los contrastes y las partes negras y grises de una imagen quedan claras y definidas. El segundo cartucho es tricolor, compuesto por el cyan, magenta y amarillo, de cuya mezcla, más el negro, surgen 16,7 millones de colores (máximo distinguible por el ojo humano). Llegar a la calidad fotográfica, no obstante, tiene ciertos requisitos. Utilizar un papel normal, como el usado en una fotocopiadora, permite una calidad excelente, pero desluce las imágenes y fotografías. Un papel satinado proporciona más brillo al resultado. Tal es la importancia de este aspecto que, a través del software de control de la impresora, se indica el tipo de papel que se utilizará para obtener los mejores resultados. Epson comercializa soportes especiales para impresión a 360 puntos por pulgada, especial de alta calidad (HQ), fotográfico en dos calidades (Glossy HQ y Glossy Film HQ) e, incluso, transparencias. Probamos las impresoras con todos ellos, utilizando una misma imagen y configurándola en busca de la máxima calidad. En papel normal el resultado es muy bueno, y según pasamos al siguiente escalón en calidad de papel, la impresión gana progresivamente, hasta llegar a auténticas copias fotográficas.

Uso sencillo

Otra de las cualidades de los dos modelos es la facilidad de uso. A través del software suministrado se gestiona, con unos pocos toques de ratón, cualquier parámetro de impresión, de forma que se adaptan rápidamente a las necesidades de cada copia. Sobre la impresora se encuentra un sencillo, pero eficaz, panel con tres botones, para encenderla, limpiar cabezales o sustituir cartuchos y resolver los avances del papel. Funciones que también se efectúan desde el software. Un aspecto cuidado es la duración de los cartuchos. La impresión a todo color tiene el inconveniente de consumir mucha tinta, como es lógico. Sin embargo, el tamaño de los usados en las Epson consigue que su vida útil se cifre en 300 páginas para el tricolor y 540 para el negro, en el caso concreto de la Stylus 600. Dos impresoras, en definitiva, verdaderamente impresionantes, en todos los sentidos y que permiten realizar cientos de copias seguidas con una calidad excelente.

Epson Ibérica
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