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INFORMATICA |
| domingo 11 de Mayo de 1997 | ojo digital |
JULIO MIRAVALLS
Estamos en mayo, las previsiones de mercado calculan que después del verano se podrá empezar a hablar del DVD como producto comercial, pero el nuevo soporte de disco digital ya está entre nosotros. Coinciden dos sucesos: primero, leo un mensaje publicitario que ofrece un lector Toshiba (al que anuncia con capacidad de 17 gigabytes), por 57.500 pesetas. El precio encaja con las unidades que se enseñaban en la reciente feria CeBit de Hannover. Pero cuando llamo al vendedor, declarándome dispuesto a adquirir uno, la respuesta es que "Toshiba los ha retirado para cambiar una tarjeta. Estará disponible la semana que viene...".
Bien. El otro suceso es más tangible. MPO, uno de los mayores fabricantes de soportes CD (CD-Rom, CD sonido CD interactivo y todo lo demás), anuncia por carta que ya está en condiciones de producir encargos en soporte DVD. Esto sí es real, aunque Sergio Royuela, responsable de la división multimedia, me explica que la eventual fabricación se reconduciría a París, que es donde la multinacional dispone de la tecnología. El problema ahora es preparar el premáster. Es decir, el molde informático de programas y datos armonizados, del que luego sale el molde físico, con el que se estampan los discos de plástico. Al parecer, la empresa NTCA de Madrid también puede empezar a hacerlo. El hecho es que cualquiera puede encargar ya un DVD. Según Royuela, el plazo de entrega será de unas tres semanas y los precios por unidad podrán estar en torno a las 500 pesetas, para una tirada pequeña. Algo más de tres veces un CD-Rom, para un DVD de una cara y una capa, donde caben 4,7 gigabytes (equivalente a siete CDs). Más adelante, el formato admitirá grabación por las dos caras, con dos capas diferentes en cada una. Es decir, 17 Gbs, que equivalen a más de 25 CDs en un sólo disco. Las obras completas de Aranzadi de sobra.
Y cuenten con que los abogados serán los primeros en abrazar la novedad.
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