INFORMATICA | |
domingo 6 de julio de 1997 | ojo digital |
JULIO MIRAVALLS
Se está produciendo ya una amplísima difusión de la nueva versión de software para Internet Explorer 4, y durante los próximos dos meses habrá distribuciones masivas. Pero no estoy seguro de que Carlos González, el hombre de Microsoft encargado de predicarlo, esté del todo contento.
En un par de ocasiones, Carlos González me ha comentado que su mayor preocupación es 'infracomunicar' el producto, es decir, no transmitir al público que se trata de un paquete con muchas novedades.
Es que las máquinas tiran y se ven más. Se están colando los Pentium II de última generación y los nuevos MMX (con velocidades de 233 y 266 megahercios) y la atención del mercado se vuelca en la cacharrería.
Es tanta la presión de las novedades que Cyrix, competidor de Intel, va a anunciar pérdidas en su último trimestre por culpa de su apuesta por procesadores similares al Pentium corriente. La gente quiere lo último.
Hay un punto de absurdo. Los programas presionan a las máquinas, apurando velocidades, memorias y discos, pero la realidad es que los ordenadores suelen ir muy por delante.
Hay una auténtica fiebre por comprar MMX ahora, cuando hasta después del verano apenas habrá programas que manejen sus nuevas instrucciones.
Hace unos días tuve ocasión de preguntar a Craig Barrett, nuevo jefe de Intel, cuánto estima que costará implantar su próximo procesador, el Merced, que está desarrollando con HP y se lanzará en 1998. Será un procesador de 64 bits, frente a los 32 de los actuales. "No habrá problema me dijo porque será plenamente compatible con todo el software anterior".
O sea, volveremos a desperdiciar potencia de proceso durante una temporada. Como ya ocurrió durante siete u ocho años, desde que aparecieron los chips 386, de 32 bits, hasta que empezó a extenderse Windows 95, que subió el escalón del software de los 16 a los 32. Y esas cosas se pagan en caja.
Notas internas
- Goliat, una empresa distribuidora de Toshiba, acaba de inventar en Madrid una mezcla de tienda y bar, donde los clientes podrán tomarse una copa, navegar por Internet y comprar un ordenador. El colmo de lo chic es que este verano montará una terraza con ordenadores portátiles.
- Quizá Apple se ha llevado un disgusto. Power Computing, el mayor fabricante de ordenadores clónicos MacInstosh, acaba de anunciar que va a ampliar su negocio fabricando ordenadores 'wintel', es decir, para Windows, con procesador Intel.