Kevin Mitnick ha sido uno de los crackers más buscados de la
historia. Comenzó su andadura en 1980. Con sólo 16 años,
rompió la seguridad del sistema de su colegio para echar un vistazo.
Un año después, entró en una base de datos de la Pacific
Bell y se apropió de valiosa información. En 1982 se introdujo
en la computadora del North American Air Defense Command, haciendo creer
al FBI que su llamada procedía del hogar de unos inmigrantes. En
1983 fue sentenciado por violar la seguridad de la red Arpanet (embrión
de Internet) e intentar acceder al Pentágono. En 1987 fue acusado
de invadir el sistema de Microcorp Systems. Después, cuando le denegaron
una solicitud de empleo en la seguridad del Security Pacific Bank, Mitnick
falsificó un balance del banco con pérdidas de más
de 400 millones de dólares. En ese tiempo empezó a trabajar
en cómo acceder al prototipo del nuevo sistema operativo de seguridad
que iba a lanzar Digital Corporation. El tiro le salió por la culata
y, en 1988, fue declarado culpable de varios cargos. En 1992, Mitnick comenzó
a trabajar en una agencia de detectives. Al descubrirse irregularidades,
fue investigado por el FBI y acusado de violar su libertad condicional.
Cuando fueron a detenerlo, había huido. Más tarde entraría
en escena un hacker llamado Tsutomu Shimomura. Gracias a él, Mitnick
fue capturado en 1995, pero antes le dio tiempo a sumar millones de dólares
en daños gracias al robo de software y más de 20.000 tarjetas
de crédito. Hoy está en la cárcel de Los Ángeles.