Su Ordenador INTERNET
domingo 15 de marzo de 1998 Diálogo con Nicholas Negroponte


La "bomba" del año 2000 y los archivos perdidos

Pregunta: Hace poco me robaron mi ordenador portátil, donde tenía guardados archivos de la empresa, manuscritos, correo electrónico, material muy importante. Ha sido una pérdida devastadora. ¿No es un peligro llevar la vida entera en un aparato?

Frederick N, Berlín, Alemania.

Respuesta: Le acompaño en el sentimiento. La pérdida tuvo que haber sido devastadora. El incidente plantea dos cuestiones distintas. La primera es la necesidad de tener copias de seguridad de todo. Por lo general nuestros datos no son de utilidad para otras personas, pero su pérdida nos supone un duro golpe. Sé de una empresa que hace copias de seguridad a cualquier hora. Así, los usuarios saben que cuentan con una copia de sus archivos que les cubre las espaldas en caso de robo o de caída del sistema.

La segunda es el proceso de codificación, técnica que convierte una información ininteligible para quien no tenga la contraseña o la clave. Hoy en día, casi todas las técnicas de codificación son muy complejas. Pero conforme más y más personas como usted vayan creando la demanda, los programadores producirán un software más útil y de fácil manejo.

P: ¿Cree usted que el colapso informático del año 2000 será tan terrible como se dice? ¿Cómo pudimos haber sido tan estúpidos de no haber previsto el problema? ¿Acaso creíamos que los ordenadores sólo iban a durar unos años, que no llegarían al próximo siglo?

María Fernández Jorslov, Palma de Mallorca.

R: Juzgar hechos consumados es fácil. No hay que olvidar que en los años cincuenta la memoria de los ordenadores era tan cara que se hacía cualquier cosa para economizar. De modo que lo más natural era representar una fecha de cuatro cifras, por ejemplo 1955, con sólo dos: 55, lo que suponía un ahorro de memoria del cincuenta por ciento.

No obstante, en la mayor parte de los formularios empleados hoy en día cuando se pregunta una fecha sólo hay dos casillas disponibles para el año.

Sin embargo, en el caso de los ordenadores sí existe un problema grave. La diferencia entre el año 90 y el 97 es siete, resultado de su resta. En cambio, si hacemos la misma operación de resta para determinar la diferencia entre el 97 y el 04, el resultado será de 97 años con signo negativo.

Muchas personas podrán modificar su software para desactivar su propia bomba del milenio. Pero las grandes empresas dependerán del hardware y del software fabricados por distintas compañías, y nada les asegura que sean del todo fiables.

Veremos surgir toda una industria aseguradora, (sin hablar del gran número de demandas judiciales) debido a este problema. Lo cual no es motivo para que nos sintamos más tranquilos.

P: ¿Qué opina de los sistemas de navegación en Internet por la tele? ¿Se disparará su demanda? ¿Llegarán a reemplazar a la televisión? He visto los anuncios publicitarios en los que un espectador pasa de un programa de televisión a la red para hacer una búsqueda inmediata del contenido de dicho programa. Me parece un poco tonto.

Joe Philipin, Los Angeles.

R: El sistema de navegación por la tele es un gran producto diseñado por un joven llamado Steve Pearlham, que ahora vive en Palo Alto, California. Conocí a Pearlham por casualidad en Nueva York, cuando él era un adolescente que trabajaba de programador para Dum & Bradstreet. Veinte años más tarde inventó este sistema, y fundó una empresa para comenzar su fabricación, ya que Apple y otras compañías no se animaron a invertir en el producto.

Y ahora Microsoft ha comprado su empresa, por 400 millones de dólares (60.000 millones de pesetas).

Estoy de acuerdo en que pasar de un programa de televisión a la red es bastante tonto. Quien afirme que ésta es la finalidad de la navegación con la tele no ve lo esencial del producto. La verdadera diferencia entre navegar por Internet con la tele o con el ordenador radica en que se trata de dos experiencias visuales distintas.

Sentarse ante un ordenador es una experiencia solitaria, con un monitor a dieciocho pulgadas de la nariz. En cambio, ver la televisión es una actividad más social, que a menudo realizamos en pequeños grupos, quizá cómodamente arrellanados en un sofá, y con la pantalla bastante más lejos. Es precisamente este cambio lo que aportan los sistemas de navegación en la tele a Internet.

Y de paso, lo que hoy llamamos navegar será muy distinto en el futuro. Hoy en día se trata de una forma provisional y poco eficaz de buscar información. En el futuro los sitios de la Red buscarán al usuario (mediante el uso de la tecnología "push") o si no, el mismo software sabrá qué sitios quiere visitar el usuario.

Para formar parte del "Diálogo con Negroponte" envíe sus preguntas-mensajes-problemas por correo a New York Times Syndicate, 122E, 42nd St. Nueva York, NY 10168; por fax al 212-499-3382; o por correo electrónico a: negropon@nytsyn.com


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