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El debut del euro en la Bolsa española ha sido brillante. La nueva moneda europea ha traído una actividad desconocida al mercado de valores. La negociación diaria se ha duplicado en los primeros días de 1999 respecto a 1998. En otras palabras: la renta variable parece haber aumentado su atractivo.
El pasado día 7 se negoció la mayor cantidad de acciones de la historia bursátil española. En esa jornada se movieron cerca de 350.0000 millones de pesetas, una cifra que ni los más optimistas habían soñado.
Los analistas estimaban que, durante los primeros días de negociación en euros, la actividad experimentaría una importante caída. Pensaban que el cambio de cotización en la nueva unidad provocaría confusión y contratiempos en las jornadas bursátiles.
Se equivocaron. En el día del gran cambio, no hubo dificultades, ni dudas, ni incertidumbres. Los inversores se lanzaron a comprar en medio de una gran algarabía, lo que provocó grandes subidas.
En sólo un día los parqués españoles se situaron en los nieveles que algunos analistas habían fijado para todo el ejercicio, en medio de una jornada de compra y venta frenética.
Una divisa muy fuerte ¿Qué provoca la euforia de los mercados de valores? Contra pronóstico, el euro ha nacido con gran fortaleza. En sus primeros días de contratación, la nueva divisa se ha revalorizado frente a las principales monedas, el dólar y el yen.
Esta apreciación dio gran confianza a los inversores en la nueva divisa europea, lo que se tradujo en fuertes compras.
Tras dos días de euforia, en los que la Bolsa de Madrid conquistó máximos históricos, la precaución volvió a los mercados. Ahora, la eurofiesta ha concluido, y los inversores vuelven a fijarse en los factores y condicionantes internacionales.
Los operadores se han acostumbrado con gran rapidez a cotizar en euros. Estos han soportado cambios mayores en los últimos años. La aparición del mercado continuo o electrónico, la transformación de las acciones de enteros a pesetas, los split o desdoblamiento de acciones.
La transformación, sin embargo, resulta más complicada para los pequeños ahorradores. Estos se han encontrado con drásticos cambios en la cotización de sus acciones. Sin embargo, los analistas estiman que en unas semanas se harán a la nueva situación.
Las sociedades y agencias de valores seguirán dando a sus clientes el estado de su cartera, tanto en pesetas como en euros. Pero si cualquier ciudadano quiere saber a cuánto alcanza su inversión, sólo tiene que pasar la cotización de acciones en euros a pesetas. Es una mera multiplicación, siempre por la misma cifra: 166,386.
Hay calculadoras que, automáticamente, hacen el cambio de pesetas a euros o viceversa. Los inversores, operadores y analistas trabajan todos con alguno de estos aparatos (en muchos casos integrado en el programa electrónico).
Los analistas de renta variable, sin embargo, recomiendan tanto a pequeños como a grandes inversores que les guste seguir diariamente la cotización del mercado acostumbrarse a los precios de las acciones en euros, ya que así será mucho más fácil seguir el movimiento de los títulos.
En general, el pequeño ahorrador, cuando compra acciones en Bolsa, se fija en el precio de los títulos y pide una cantidad. Por ejemplo: un millón en acciones de Argentaria. El operador es el que calcula los títulos que caben en esta cantidad de dinero.
Contando con céntimos. Desde el pasado lunes, los valores españoles cotizan en euros, con un mínimo de una unidad seguida de dos decimales, que representan los céntimos.
Hasta 50 euros, la variación mínima que puede tener un valor será de un céntimo. Así, Aceralia que vale 9,32 euros, puede oscilar como mínimo en un decimal. Si sube, se situará en 9,33 y si baja, en 9,31.
Los valores cotizados en la Bolsa española que cuestan más de 50 euros tienen variaciones de cinco en cinco céntimos. Así, con una subida mínima, el Banco Popular, que está a 62,25 euros, se quedaría en 62,30, y si retrocediera, valdría 62,20 euros.
Breves:
El euro stoxx 50. En las primeras jornadas bursátiles los blue chips o valores de primera fila son los que han liderado la carrera alcista. Los grandes inversores se han posicionado en las principales empresas españolas, como Telefónica, Endesa o BBV. La razón es que tras la entrada en vigor del euro, los analistas miran ya a todos los mercados del Viejo Continente como una gran Bolsa. Los expertos afirman que hay que seguir los nuevos indicadores bursátiles que engloban los principales valores europeos. Este es el caso del Euro Stoxx 50, donde cotizan las principales empresas.
La Bolsa española, la mas atractiva de Europa. Entre las grandes entidades internacionales, la Bolsa de Madrid sigue teniendo un atractivo especial dentro del contexto europeo. Los analistas estiman que la economía española va a crecer en 1999 a un ritmo mayor que en otros países europeos, lo que se traducirá en unos favorables beneficios empresariales.
Otros de los mercados que cuentan con mayor aceptación por parte de las firmas bursátiles para realizar inversiones este año son las bolsas de Milán y la de París. Crédit Lyonnais considera que el Ibex 35 pude subir hasta 11.588 puntos, lo que representa una revalorización del 11% sobre los precios actuales.
Los valores favoritos para esta entidad son la petroquímica Repsol,
la eléctrica Iberdrola y la constructora FCC.
