Su Dinero


Número 173 / Domingo 23 de mayo de 1999

Servicios

La Otra Banca
El teléfono e internet: dos instrumentos que 'revolucionarán' el negocio de las entidades financieras


Concha Pastor


El trabajo, las compras, el coche, las prisas... En medio del ajetreo diario, ¿quién tiene tiempo para acercarse al banco? Cada vez son más los ciudadanos que optan por realizar sus transacciones a través de canales alternativos, empezando por la utilización casi cotidiana de los cajeros electrónicos, que han cambiado los hábitos de los clientes en las últimas décadas. Ahora, el teléfono e internet se perfilan como las dos grandes vías de desarrollo futuro del sector, con una enorme capacidad para modificar las relaciones entre la banca y sus clientes. La modernización de los servicios, además, será determinante en la política de expansión de las grandes entidades europeas, que comparten ya la misma moneda ­la materia prima del negocio bancario­ pero en la mayor parte de los casos operan en España con una desventaja competitiva por la limitación de sus redes de oficinas.

Según un estudio realizado por el grupo bancario holandés ING, en el año 2006, el 30% de los españoles ventilaremos nuestros asuntos con el banco a través de uno u otro de estos instrumentos, con un ahorro considerable de tiempo tanto por parte de la entidad financiera como, sobre todo, por parte de los clientes.

De momento, sólo dos millones de usuarios se atreven a hacerlo. Muchos son los bancos que cuentan con su propia página web, donde explican con detalle los productos y servicios que ofrecen, pero pocas entidades permiten operar directamente a través de la red, a la espera de que se perfeccionen las garantías que permitan garantizar totalmente la seguridad de este tipo de operaciones.

En España, dos entidades han abierto el camino a esta revolución en los hábitos del negocio bancario: Open Bank y el recién nacido ING Direct. Poco a poco, se va imponiendo un servicio que permite al cliente acceder al banco en cualquier momento, las 24 horas del día, los 365 días del año. Y sin pagar comisiones.

Las tarjetas son otro de los instrumentos que ha permitido ya de hecho eliminar buena parte de las gestiones en bancos y cajas, y han abierto nuevas vías al negocio estrictamente bancario: la concesión de créditos (ver información adjunta).

La experiencia de Open Bank.

Esta filial del Banco Santander lleva cuatro años de funcionamiento, usando el teléfono como principal vía de comunicación con sus clientes, en un mercado que ha basado tradicionalmente su expansión en el número de sucursales.

La entidad nace con vocación de banca universal, es decir, para ofrecer todo tipo de productos y servicios a los particulares, y se dirige a un público eminentemente urbano, familiarizado con la tecnología y con ganas de despachar sus asuntos bancarios de forma rápida y cómoda.

En la actualidad cuenta con 75.000 clientes y un volumen de recursos gestionados que ronda los 150.000 millones de pesetas.

Los clientes pueden abrir una cuenta en Open Bank a través del teléfono o vía Internet, sin gastos ni comisiones. Con ella se accede a diversos productos y servicios que ofrece la entidad, desde fondos de inversión a tarjetas de crédito. La Selección Multifondos, por ejemplo, permite a los clientes comprar fondos con unas determinadas características y pertenecientes a distintas gestoras, de acuerdo con los gustos o preferencias de cada uno. Se trata de un producto novedoso, ya que comercializa fondos de inversión de la competencia, de acuerdo con las necesidades de ahorro-inversión de cada cliente. A través de Open Bank se pueden contratar fondos de Banif, AB Asesores, Benito y Monjardín, Santander Gestión, Gesbankinter o Argentaria Gestión.

Otro producto distintivo es la tarjeta Visa que ofrece esta entidad, cuyo atractivo para el cliente es la devolución del 1% en el importe de las compras realizadas, siempre que los pagos efectuados con la tarjeta superen las 75.000 pesetas mensuales o un saldo medio de un millón de pesetas al año.

La 'cuenta naranja' de ING.

Con el slogan &laqno;Tu otro banco», ING Direct pretende captar unos 200.000 clientes para la llamada Cuenta Naranja, el primer producto que lanza en España. La entidad opera exclusivamente a través del teléfono e Internet y ofrece, de momento, un único producto, con el que introducirse en el mercado. La cuenta tiene un rendimiento del 3,10% TAE, sin comisiones ni tramos, desde la primera peseta y con disponibilidad inmediata del dinero, mediante cheque o transferencia bancaria. El pago de los intereses se realiza mensualmente y, si se contrata antes del 1 de julio, la entidad abona 1.500 pesetas a cada nuevo cliente.

La cuenta permite domiciliar una nómina, pero no recibos. De ahí que los clientes de ING Direct no tengan que dejar de trabajar con su banco habitual.

La entidad, en su desembarco en España, se define como un banco de productos específicos, haciendo hincapié en una serie de ventajas que los hacen muy competitivos en el mercado.

A corto plazo, prevé lanzar una cuenta de ahorro vivienda y un depósito a 25 meses también al 3,10% TAE. ING Direct pretende entrar en el segmento del crédito personal al consumo con el lanzamiento de un producto que, en la línea de la cuenta naranja, ofrezca un atractivo tipo de interés a los particulares.

ING es un grupo financiero de origen holandés que ocupa el séptimo lugar en el ranking mundial y el quinto en el europeo por capitalización bursátil, que asciende a 8,8 billones de pesetas.

El grupo ha apostado históricamente por su internacionalización y está presente en 60 países, emplea a 82.000 personas y cuenta con 50 marcas que comercializan una gama extensa de productos y servicios financieros. Entre ellas se encuentran Nationale Nederlanden en el segmento de seguros, ING Bank, banca corporativa y de inversiones, Postbank, banca comercial y directa en Holanda, con más de siete millones de clientes...

La estrategia de la entidad en España se orienta a ofrecer a los potenciales clientes, a través del teléfono e internet, una gama limitada de productos, con una ventajosa relación calidad-precio respecto a la oferta tradicional del sistema financiero.

La apuesta en Canadá.

ING Direct ya ha ensayado, desde 1997, una experiencia de este tipo en Canadá, un mercado en el que ha logrado arañar un número importante de clientes del segmento medio alto.

En poco más de un año, ING Groep ha captado 150.000 millones de pesetas en depósitos del sistema financiero canadiense. Allí, junto a la cuenta naranja, comercializa una gama formada por seis productos, entre depósitos a plazo y créditos al consumo.

Ahorro-inversión.

Una de las líneas que condicionará la estrategia de la banca en los próximos años es el gran potencial que, en opinión de los expertos, tiene el segmento del ahorro-inversión en España. El aumento de la cultura financiera de los ciudadanos, el cambio de mentalidad en nuestras relaciones con el banco y la necesidad de obtener tasas de rendimiento que superen, o al menos, igualen a la inflación son las razones que avalan esta tesis. Cada vez más, los ciudadanos buscan, comparan y no dudan en contratar aquellos productos y servicios que responden a su perfil inversor, según su mayor o menor aversión al riesgo. Los informes realizados por ING Direct para su implantación en España señalan que el país ofrece un mercado potencial con las dimensiones necesarias para competir en costes.

Tras la pérdida de atractivo de los depósitos que ha supuesto la sucesiva caída de los tipos de interés y las expectativas en la política monetaria del Banco Central Europeo, una gran parte del ahorro de los españoles ­más de la mitad según los datos del Banco de España­ se encuentra invertido en productos de pasivo de baja rentabilidad: cuentas corrientes y libretas de ahorro, depósitos a plazo, los FIAMM y FIM de renta fija, cuyos rendimientos medios oscilan entren el 0,15% de las libretas y cuentas a la vista y el 2,39% de media de los FIM de renta fija.

Además, tras la reforma fiscal, los depósitos vuelven a cobrar protagonismo respecto a otras opciones de inversión. El análisis del rendimiento financiero-fiscal y el perfil inversor más o menos arriesgado de cada persona serán los que determinen el producto en el que interesa invertir los ahorros y el plazo más adecuado para realizar la operación.


El Negocio de las Tarjetas

La especialización también ha sido la vía elegida por Citibank para ganar cuota de mercado en España. Uno de los platos fuertes de la entidad, que opera en nuestro país desde el año 1982, es el negocio de las tarjetas de crédito. La tarjeta Visa Citibank se puede contratar en lugares como aeropuertos o centros comerciales, es decir, fuera de las oficinas bancarias clásicas. La estrategia comercial de la entidad se basa en acercarse al cliente en el punto de compra.

El uso de la tarjeta no supone un cambio de banco: los pagos se domicilian en la entidad elegida por el usuario. Además, la tarjeta de crédito Citibank ofrece flexibilidad a la hora de pagar, ya que permite al usuario aplazar sus pagos de la forma más cómoda posible. La tarjeta lleva incorporado un seguro que protege la compra efectuada contra robo o daño accidental hasta 60 días después de su adquisición y permite acceder a una línea de crédito de hasta un millón de pesetas. Citibank España cifra en 300.000 el número de clientes de sus tarjetas de crédito.

Citigroup, al que pertenece Citibank, cuenta con una gran experiencia a nivel mundial en la gestión de tarjetas de pago, con 53 millones de clientes y 96 millones de tarjetas en todo el mundo, según los datos de la entidad relativos al año 1998.


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