Su Dinero


Número 180 / Domingo 11 de julio de 1999

Su Ordenador

Llega a España el nuevo Microsoft Office 2000
La empresa de Bill Gates afianza con este producto su dominio en el mundo del software de consumo


Alberto de las Fuentes


Ya está aquí, ya llegó. Con varios meses de retraso sobre la fecha prevista, por fin está en las tiendas españolas la versión 2000 de Microsoft Office. Este producto es, junto con el sistema operativo Windows, la gran estrella de Microsoft y una de sus fuentes de ingresos más importantes, hasta el punto de que algunos periodistas norteamericanos lo califican de cash cow (&laqno;vaca de hacer dinero»).

Ahora, sustituye en el mercado a Office 97, introduciendo diversas mejoras. En primer lugar, aumenta el número de programas disponibles: hasta ocho aplicaciones distintas conviven en un solo paquete.

Hay que recordar que Microsoft Office es una suite, es decir, un conjunto de programas integrados. Y existen cinco versiones distintas de Office 2000: Premium, Profesional, Pyme, Standard y Desarrolladores, con distintas configuraciones y precios.

En las opciones Pyme y Standard sólo se integran cuatro herramientas de gran popularidad que ya se incluían en Office 97. Se trata del procesador de textos Word, la hoja de cálculo Excel, el administrador de agenda y correo electrónico Outlook y el programa de presentaciones PowerPoint. En la versión Pyme se añade, además, la herramienta de administración de clientes.

El precio de Office 2000 Standard y Pyme es de 71.900 pesetas, cantidad que se reduce a 36.900 para quienes ya hayan adquirido versiones anteriores.

Sin embargo, la cosa cambia en las versiones más avanzadas -y más costosas-. Así, en la denominada Premium, a estas aplicaciones se añaden ahora el editor de publicaciones Publisher, el programa de creación y administración de páginas web FrontPage y el de edición de imágenes PhotoDraw, además de las herramientas de administración de clientes para pequeñas y medianas empresas.

El precio de la versión Premium es de 115.900 pesetas para quienes adquieran Office por primera vez, y de 77.900 para quienes ya cuenten con una licencia anterior.

Novedades.

Pero, además del aumento de programas incluidos, hay más novedades de importancia en Office 2000.

La principal es que los documentos creados con cualquier aplicación se pueden pasar automáticamente a formato HTML. Estos documentos pueden publicarse luego, de forma inmediata, directamente en Internet.

Así, gracias a una función llamada guardar como página web, un documento creado por ejemplo en Word o en Excel puede guardarse directamente en la Red.

Igualmente, un usuario autorizado puede coger un documento HTML de la Red y abrirlo luego en su ordenador, para modificar el texto con Word o trabajar sobre una tabla con Excel. Además, otros usuarios pueden poner comentarios sobre los documentos, lo que permite trabajos de colaboración. Siempre, claro está, que estén debidamente autorizados.

Publicar en Internet.

Para publicar estas páginas directamente en la Red, en principio es posible hacerlo en cualquier servidor de Internet, con tal de que tenga instaladas las extensiones de Office 2000.

Sin embargo, algunas utilidades como las de introducir comentarios en las páginas, o recibir una notificación cada vez que una de éstas se modifica, no son posibles si el servidor no cuenta con un sistema operativo Windows NT Server de Microsoft. Esto dejaría fuera a otras plataformas, y especialmente a Linux.

Asímismo, aunque se pueden ver las páginas web creadas con alguna herramienta Office en cualquier navegador de Internet, para las funciones más avanzadas no sirve el producto de Netscape y es necesario contar con Microsoft Internet Explorer, versión 4.0 ó 5.0.

Otras mejoras.

Finalmente, otra de las mejoras destacables es la introducción de una herramienta de administración de clientes para pymes. De esta forma, la pequeña o mediana empresa que tenga varios usuarios de Office, puede configurar todos estos programas desde un solo ordenador, decidiendo las herramientas que pueden utilizar en cada uno de los puestos.

Esto permite también que Office se &laqno;autorrepare». Pongamos que un usuario, de forma inconsciente, elimina un fichero necesario para algún programa. Office lo detecta automáticamente y se repara, conectándose con el ordenador servidor.

Y hay otras mejoras menores, como una mayor integración entre programas, o un aumento en las posibilidades de la herramienta de cortar y pegar.

En cuanto a los inconvenientes de Office 2000, muchos analistas destacan su tamaño. Una configuración típica de la versión Premium ocupa 552 MB en el disco duro. Y, dado que se recomienda disponer de al menos 100 MB para almacenar gráficos e imágenes, el espacio necesario sube hasta 650 MB.

Otro problema que señalan numerosos expertos es que las páginas creadas con Office, dada la facilidad de añadir gráficos y fotos, pueden tardar mucho tiempo en cargarse a través de la Red.

Buenas perspectivas.

Sin embargo, pese a estos inconvenientes y algunas incompatibilidades, Office 2000 promete ser un éxito para Microsoft. De hecho, ya cuenta con pedidos que suman 15 millones de licencias por parte de sus principales clientes.

En la actualidad, Microsoft tiene más de 100 millones de usuarios de Office o de alguna de las aplicaciones que contiene. De ellos, unos 50 millones usan Office 97.

Su dominio del mercado del software de consumo es tal que su cuota de mercado supera el 90%. En España, por ejemplo, el número de usuarios de Office 97, con licencia legal, es de unos 800.000. Esto se debe sobre todo a que Office viene precargado en muchos ordenadores nuevos que utilizan el sistema operativo Windows.

Por cierto, para fin de año se espera la llegada a las tiendas de Windows 2000, también con un fuerte retraso sobre las fechas previstas.


Software, Mentiras y Cintas de Vídeo

Microsoft sigue viento en popa. Las numerosas dificultades judiciales de la empresa del hombre más rico del mundo no han afectado a su cuenta de resultados.

Así, sólo entre enero y abril de este año Microsoft tuvo unos beneficios de 1,92 billones -norteamericanos- de dólares. Traducido en pesetas, unos 311.000 millones.

Esto supone un 43% más de beneficio respecto al mismo período del año pasado. Algo que se debe sobre todo a las fuertes ventas de Windows y Office. Según Microsoft, estos beneficios podían haber sido mayores de no haber sido por el retraso en la aparición de Office 2000.

Sin embargo, los excelentes resultados económicos no ocultan el difícil panorama legal de Microsoft. Hace menos de un mes que finalizó la vista oral del juicio antimonopolio, y la empresa de Bill Gates se enfrenta a una situación muy complicada.

Los investigadores del departamento de justicia norteamericano, junto con los de 19 de los 50 estados, han atacado duramente durante el juicio a la empresa de Bill Gates. Su argumento es que Microsoft ha utilizado repetidamente un modelo de prácticas ilegales para lograr y consolidar su monopolio en diversos aspectos de la industria informática. Algo que ha sido reflejado en libros como El Informe Microsoft, de la periodista norteamericana Wendy Goldman Rohm.

Estas prácticas incluyen contratos de exclusividad, amenazas y la utilización de técnicas como FUD (Fear, Uncertainty and Doubt; temor, incertidumbre y duda). Esto supone, por ejemplo, lanzar rumores de que un producto no funcionará adecuadamente con la siguiente versión de Windows, o que Microsoft lanzará próximamente un producto similar que funcionará mejor y será más barato, aún cuando éste no exista todavía.

El uso de estos mecanismos no fue atajado durante décadas. Esto se explica porque en la era Reagan y buena parte de la de George Bush se consideraba tabú cualquier intento de regular la competencia. Algo que aprovechó Microsoft para consolidar su dominio en una industria que mueve más de 20 billones de pesetas al año.

Gracias a estas prácticas, Microsoft habría logrado un virtual monopolio en el negocio del software de consumo, con cuotas de mercado superiores al 90% en todos los segmentos importantes.

Durante el juicio, el equipo legal del gobierno, dirigido por el abogado David Boies, ha logrado presentar documentos y 'e-mails' internos de Microsoft que supuestamente probarían que esta compañía abusó repetidamente de su posición dominante.

El mismo Bill Gates salió malparado en su intervención de más de 20 horas, grabada en vídeo. En ella, un Gates nervioso y evasivo aseguraba no recordar muchas de las cosas que se le preguntaban.

Además, los abogados del Gobierno lograron desacreditar a varios de los testigos presentados por Microsoft, haciéndoles vacilar o cambiar sus declaraciones, o demostrando que habían cobrado fuertes sumas por estar presentes en el juicio.

El equipo legal de Microsoft, liderado por el vicepresidente para asuntos legales y corporativos, Bill Neukom, es consciente de que las cosas no van bien, algo de lo que se ha hecho eco la prensa norteamericana.

Ahora todo está en las manos del juez Thomas Penfield Jackson. Y, aunque aún es pronto para hacer pronósticos, muchos se preguntan ya qué ocurrirá si Microsoft es declarado culpable.

Las opciones posibles van desde establecer una imposición legal que impida que Microsoft vuelva a utilizar mecanismos ilícitos contra la competencia, hasta opciones más radicales, como obligarle a abrir el código fuente de Windows. Incluso se especula con la idea de dividir la compañía en varias empresas, al estilo de lo que ocurrió con ATT en los años 80.

Claro que Microsoft siempre puede recurrir a una corte federal de apelación y hasta al Tribunal Supremo. De hacerlo, el juicio podría muy bien prolongarse hasta bien entrado el año 2002.


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