El buceo es una de las actividades de ocio que más adeptos ha captado entre los amantes de los deportes de aventura en los últimos años. Tras la desaparición del monopolio de la enseñanza y la irrupción en el mercado español de organizaciones internacionales, aprender a bucear se convirtió en un reto sencillo y asequible para los aficionados a nuevas experiencias. De hecho, en las últimas cinco temporadas se ha multiplicado el número de titulados capacitados para descubrir las profundidades marinas.

El sector de los centros de enseñanza de buceo se encuentra en plena expansión y montar una escuela puede ser un negocio muy atractivo para los buceadores experimentados. Además de disfrutar de su deporte favorito, supondrá un medio muy gratificante para ganarse la vida.

Para montar un centro de buceo es imprescindible contar con el título de instructor. Como obtener el título requiere tiempo y dinero, una posibilidad para sacar adelante su proyecto empresarial es asociarse a una persona que ya lo tenga. También podría contratarla, aunque esta opción supondría un incremento de la inversión inicial y un mayor esfuerzo comercial para rentabilizar el centro.

Luego tendrá que adherirse a una de las organizaciones de buceo con titulación propia para obtener la licencia que le permita impartir clases. PADI o ACUC son algunas de las más acreditadas en el ámbito internacional. Estas organizaciones le proporcionarán sus métodos de enseñanza y se encargarán de expedir los títulos para los alumnos.

En el interior o en la costa.

La clientela potencial de los centros de buceo se encuentra tanto en las ciudades de interior como en las poblaciones costeras.

En las grandes capitales interiores se concentra buena parte de la demanda, aunque es puntual y se limita a los meses próximos al verano. Por tanto, las escuelas de interior deben complementar la enseñanza con otras actividades para sobrevivir en temporada baja (venta de material, cursos para empresas, organización de viajes a países tropicales, servicios a empresas de construcción, etcétera).

Por el contrario, en una población costera se puede sacar partido de la inversión efectuada durante todo el año. Cursos para turistas, servicios a los buceadores titulados y el alquiler de sus instalaciones para los centros del interior permiten unos ingresos constantes.

Si quiere abrir su negocio en una población de interior, tendrá que realizar un desembolso mínimo de unos 3,5 millones de pesetas.

Deberá alquilar un local de unos 75 metros cuadrados para instalar una oficina y acondicionar un aula de enseñanza donde impartir los conocimientos teóricos. El acondicionamiento de la estancia y el equipamiento del material audiovisual saldrá entre 500.000 y 1 millón de pesetas. La inversión en equipos y material (trajes de buceo, escafandras y bombonas) cuesta entre 100.000 y 150.000 pesetas por alumno. Con seis equipos podrá cubrir las primeras solicitudes y tantear las posibilidades de negocio.

Las clases prácticas se suelen dar en piscinas privadas o públicas para no disparar la inversión. El alquiler de una calle, que da para trabajar con grupos de entre cuatro y seis alumnos, cuesta unas 32.000 pesetas por cuatro días.

En las salidas a la costa para examinar a los alumnos tendrá que arrendar los servicios de un centro en la costa (alquiler de equipos, desplazamientos para realizar las inmersiones, carga de botellas, entre otras necesidades). El precio por alumno es entre 8 y 10.000 pesetas. Otro de los gastos que tendrá que computar en su inversión inicial es la suscripción de una póliza de responsabilidad civil y de accidentes con cobertura tanto para instructores como para alumnos.

La buena marcha del centro dependerá de la promoción y la publicidad que haga entre sus clientes potenciales. Conviene que reserve una partida de al menos 500.000 pesetas para diseñar unos folletos que puede distribuir por tiendas de buceo, empresas, hoteles, etcétera.

Junto al mar.

Si, por el contrario, decide montar la escuela en la costa, el capital mínimo inicial rondará los nueve millones de pesetas.

Aunque las prácticas también se pueden hacer en piscinas, muchas escuelas acostumbran a hacerlas en el mar. Por tanto, las instalaciones tendrán que complementarse con duchas, vestuarios, un espacio para guardar los equipos y otro de seguridad para instalar el compresor, aparato para recargar las botellas. Este es casi imprescindible en una escuela ubicada en la costa en la que, además de dar sus propios cursos, presta servicio a buceadores titulados. Su coste ronda el millón de pesetas.

Un barco o una lancha es otra de las herramientas imprescindibles para hacer los traslados de los alumnos o las excursiones. En el mercado puede encontrar ofertas desde los 2,5 a los 8,5 millones.

Los precios por curso oscilan entre las 48.000 y las 55.000 pesetas, dependiendo de las prestaciones y servicios que ofrezca el centro a los alumnos. Los cursos son intensivos y duran una semana aproximadamente, incluyendo las clases teóricas, las prácticas y el examen en el mar.

Junto a las previsiones de inversión inicial, es muy importante que calcule los gastos en los que tendrá que incurrir para impartir su enseñanza (alquiler de piscina, arrendamiento de los servicios de un centro en la costa, contratación de instructores...) para determinar de cuántas personas debe constar el grupo para que el curso le resulte rentable.

Un curso con menos de seis alumnos no le reporta beneficio. Si planifica correctamente las clases, obtendrá un margen de la facturación entre el 20 y el 25%.

Si su negocio va viento en popa, es aconsejable que reinvierta los beneficios obtenidos en la adquisición de infraestructuras.

El Gran Azul
C/ Los Pinos, 5.. Urbanización Almadraba. 03560 El Campello. Alicante. Tf: 965 63 18 15

Zoea Madrid
C/ Laguna Grande 1-3. 28034 Madrid. Tf: 917 39 82 97
Zoea Mazarrón.Tf: 968 15 40 06
Zoea MallorcaTf: 971 69 14 44

Profundidad (Franquicias)
C/ Garcilaso de la Vega, 35. 33202 Gijón. Tf:985 36 23 68