Su Dinero


Número 183 / Domingo 5 de septiembre de 1999

Formación

La Universidad: Una Carrera de Gastos
Los estudios superiores suponen una inversión que va de las 65.000 a los 2,5 millones de pesetas por curso


Mikel Segovia


Buscar, analizar, comparar y decidir. Es el proceso que trae de cabeza a miles de familias españolas al comienzo de cada curso académico. Y no es para menos. Si los colegios ya supusieron un gasto importante, cuando llega la hora de matricular a los hijos en la universidad las facturas no cesan. Durante estos días se deben cerrar todos los flecos que conlleva enviar a un hijo a cursar una carrera. De una correcta decisión no sólo dependerá su formación académica, sino un importante ahorro para la economía familiar.

La cuantía final depende de multitud de factores. El coste no es el mismo en el caso de optar por una universidad pública o por un centro privado. Tampoco es una tema baladí elegir una titulación u otra, ya que la matrícula, especialmente en las universidades privadas, varían considerablemente según las titulaciones. La ubicación de la universidad también es una cuestión esencial. Poder estudiar en la propia ciudad de residencia supondrá un ahorro importante, ya que quienes tengan que desplazarse a otra ciudad u otro país deberán incrementar notablemente su presupuesto universitario: gastos de residencia, alimentación y transporte. Sin olvidar la compra de libros, material académico, fotocopias y por supuesto, la partida otros gastos, en la que cualquier universitario incluye el ocio y el entretenimiento.

Como se ve, el coste anual es muy variable. Puede oscilar entre las 65.000, en el caso de estudiar en una universidad pública y vivir con los padres, hasta los 2,5 millones de pesetas si se opta por alguna de las universidades privadas y además se debe pagar el alojamiento.

Toma de decisiones.

Para poder decidir estas cuestiones es necesario valorar aspectos como la calidad de la enseñanza que cada universidad tiene en la titulación elegida, el precio de la matrícula, las instalaciones con las que cuenta cada uno de los centros universitarios, la cercanía de la facultad al lugar de residencia o incluso el prestigio del centro en la titulación a la que optamos.

La primera decisión que hay que tomar es qué carrera se desea estudiar. La mayoría de los jóvenes españoles ya lo han hecho, aunque aún queda cerca de un 5% de futuros universitarios que tendrán que hacerlo tras la convocatoria extraordinaria de septiembre, en función de las plazas todavía vacantes. Por lo general, las carreras técnicas y de ciencias suelen ser más caras que las titulaciones de letras, además de suponer un mayor gasto en la compra de material.

Una vez decidida la titulación, el candidato deberá solicitar plaza en las universidades en las que le gustaría estudiar. Los centros públicos, que ofertan plazas limitadas en la mayoría de titulaciones, aceptan a sus alumnos en función de la nota de Selectividad y de las calificaciones medias del bachillerato. En cambio, muchas universidades privadas prefieren realizar sus propias pruebas de admisión, además de exigirles unas notas medias y un expediente académico determinado en función de las titulaciones.

Universidades Públicas.

Este año el Ministerio de Educación ha aprobado la oferta de 308.768 nuevas plazas de ingreso en el total de las universidades públicas españolas, lo que supone un incremento del 2,3% respecto a la oferta del curso pasado. Este incremento permitirá mayores oportunidades para los jóvenes que se incorporan a la Universidad, ya que gracias al descenso demográfico las posibilidades para optar a alguna de las plazas convocadas se incrementan.

La mayoría de los jóvenes que acceden por primera vez a la Universidad lo harán en una carrera de la rama de las Ciencias Sociales y Jurídicas, ya que representan el 49,6% del total de la oferta realizada por el Ministerio de Educación, es decir, 153.302 nuevas plazas. Las enseñanzas técnicas representan el 24,2% de la oferta, con 74.932 plazas, seguidas por las titulaciones de Humanidades, con 32.125 plazas (10,4%), las Ciencias Experimentales con 27.769 (8,9%) y las Ciencias de la Salud con 20.640 (6,6%).

En cuanto a la distribución de los nuevos universitarios, Andalucía es la que más incrementa el número de estudiantes en las universidades públicas, ya que admitirá a 66.439 nuevos jóvenes, seguida por Madrid que oferta 47.137 nuevas plazas y Cataluña con 42.059. En cuanto a las titulaciones que se pueden cursar en las 47 universidades públicas españolas, suman un total de 2.280 enseñanzas.

Tasas.

Para este año el Consejo de Estado de Universidades había fijado una horquilla de incremento en las tasas que debía oscilar entre el 2,4% y el 3,4%.

Las comunidades autónomas son las que finalmente fijan los precios. Así, en algunos casos ,el cálculo se realiza tomando como referencia un curso completo, y en las carreras en las que se han implantado los nuevos planes de estudios se calcula sumando el número de créditos que se vayan a cursar. Cada crédito equivale a 10 horas lectivas. Además, tanto las carreras como las asignaturas se clasifican según sus características, fijando un grado de experimentalidad que puede variar de uno a seis. A mayor experimentalidad, más caro será el crédito.

Las universidades andaluzas aplicarán el incremento mínimo ya que las matrículas tan sólo han aumentado un 2,4%. Así, las tasas académicas para las carreras de letras serán de 65.130 pesetas y para las denominadas carreras experimentales , 90.320 pesetas. Asimismo, se fija el precio por crédito en 1.362 pesetas. Estas tasas son ligeramente más económicas que las que aplicará la Universidad del País Vasco, en la que la mayoría de las carreras de ciencias contarán con una tasa de 92.978 pesetas, mientras que el resto de titulaciones deberán abonar 65.635 pesetas por matricularse. El precio del crédito en los centros vascos oscila entre las 1.061 y las 1.672 pesetas.

En cambio, en la Comunidad de Madrid, el precio por matricularse en una universidad pública es ligeramente superior, ya que el precio de los créditos se sitúa entre las 1.183 pesetas y las 1.848. Además, sus tasas varían entre las 70.791 y 110.883 pesetas.

Otro dato que deberá tener en cuenta es el precio fijado para las segundas y terceras matrículas, que superan notablemente la tasa establecida para la primera matrícula.

Universidades privadas.

Según un informe elaborado por la Unión de Consumidores de España (UCE), sólo un 5,96% de estudiantes se forman en universidades privadas. Así, de los 1.583.297 jóvenes que el año pasado estudiaban en la universidad, tan sólo 94.446 lo hacían en centros privados. Sin embargo, se aprecia un incremento en la demanda de estos centros, ya que mientras las matriculaciones en universidades privadas crecieron un 12,5% el curso pasado, la universidad pública tan sólo aumento su demanda en un 0,27%.

Si las diferencias en los precios aplicados en los diferentes centros públicos no son llamativas, no ocurre lo mismo entre las universidades privadas. De este modo, matricularse de la misma carrera universitaria puede ser hasta cuatro veces más caro dependiendo del centro elegido. Por ejemplo, mientras que en la Universidad Alfonso X el Sabio de Madrid la matrícula de Ingeniería Industrial ronda las 260.000 pesetas, la Universidad Pontificia de Comillas fija su precio en algo más de un millón de pesetas.

Las matrículas de la mayoría de las universidades privadas superan el medio millón de pesetas, siendo las carreras más caras las de ingeniería, medicina y periodismo. Por el contrario, las más baratas son las de enfermería, fisioterapia o psicopedagogía.

Algunas universidades mantienen tarifas muy superiores a las aplicadas en el resto de centros. Así, la Universidad Europea de Madrid (CEES), la Universidad Alfonso X el Sabio, Universidad Antonio de Nebrija o la Universidad San Pablo CEU cobran a sus alumnos matrículas que en la mayoría de los casos rondan o superan el millón de pesetas.

La Universidad de Deusto por su parte mantiene unos precios más asequibles, que oscilan entre las 350.000 y las 500.000 pesetas.

En otras universidades privadas, como la Universidad Católica de Avila o la Universidad de Navarra, el cálculo de la matriculación se realiza según los créditos solicitados, que oscilan entre las 7.500 y las 9.500 pesetas según las carreras.

Alojamiento.

Otra de las cuestiones que se debe valorar y tener en cuenta es el alojamiento. Si se opta por cursar la carrera en una universidad alejada de nuestra ciudad deberemos decidir entre vivir compartiendo piso con otros estudiantes, en una pensión, en un colegio mayor, en un albergue o compartiendo piso con personas mayores o con una familia. Sin lugar a dudas, la opción del colegio mayor o residencia y la de alquiler de un piso son las fórmulas preferidas.

Cada una de estas dos opciones tiene sus ventajas e inconvenientes. Los colegios mayores suelen ser más costosos, aunque más cómodos. El coste mensual de un colegio mayor en régimen de pensión completa suele oscilar entre la 75.000 y las 120.000 pesetas al mes, en función de la ciudad, la habitación o los servicios que se prestan.

Algunos colegios mayores suelen ofrecer a sus la posibilidad de disfrutar de instalaciones deportivas, así como estancias para el estudio y el ocio. Además ofrecen actividades de formación cultural, como el cine, el teatro, o la música y la posibilidad de asesoramiento de carácter académico. Muchas residencias y colegios mayores se encuentran ubicados en los campus universitarios, lo que supone una gran comodidad. Este tipo de residencias son masculinas o femeninas, aunque también existen residencias mixtas. En muchos casos están gestionadas por órdenes religiosas, por la propia universidad o por entidades privadas.

Además, en algunas universidades, como la Autónoma de Barcelona, la Villa Universitaria cuenta con casas unifamiliares que permiten alojarse a los estudiantes durante el curso.

Otros muchos universitarios se deciden por vivir en un piso de alquiler. Es más económico aunque tiene algunos condicionantes que no se suelen dar en las residencias y colegios mayores, como son la necesidad de cocinar y la responsabilidad del mantenimiento del piso.

La mayoría de las universidades cuentan con servicios de alojamiento en los que ofrecen pisos de alquiler para estudiantes, cuyos precios oscilan entre las 50.000 y las 120.000 pesetas en el caso de un piso para cuatro personas. A esta cuantía se le deberá sumar la alimentación, que suele rondar las 10.000 ó15.000 pesetas por persona al mes.

Becas.

Estos elevados costes obligan a muchas familias a solicitar becas que permitan financiar los estudios de sus hijos. La mayoría de las becas proceden del Ministerio de Educación, aunque desde algunas Consejerías de Educación también se tramitan becas para cuestiones menores como el transporte o la adquisición de material.

Para el curso 1999-2000, el Ministerio de Educación, que ha puesto el teléfono 900-192000 para obtener información, destinará más de 100.000 millones de pesetas en becas, de las que se beneficiarán más de un millón de estudiantes. Las ayudas públicas se han incrementado en un 20% respecto al curso pasado.

Una de las becas que se pondrá en marcha este curso es la beca universitaria de movilidad interautonómica, destinada a universitarios que estudian en comunidades diferentes a las de su lugar de residencia. Esta nueva beca beneficiaría a 18.500 universitarios, a los que incluyendo las tasas académicas, se les concederá una beca que oscilará entre las 482.000 y las 757.000 pesetas.

Asimismo, el Ministerio de Educación destina una cuantía importante, 750 millones de pesetas, al intercambio de universitarios a través del programa Séneca.

Además, se concederán becas que favorezcan la movilidad de los universitarios que estén realizando el doctorado y que deban cursar créditos en universidades de Comunidades Autónomas distintas a las de su residencia.

Y sólo es el comienzo. Estos gastos se repetirán durante los cuatro, cinco o seis años de carrera. Demasiadas facturas que, en ocasiones, obligan a los estudiantes a trabajar mientras estudian. Una manera de hacer más llevadera la interminable carrera de gastos que supone la universidad.


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