SU DINERO

Cuánto Ganan los Ejecutivos Españoles?

Las empresas priman con retribuciones variables o en especie los rendimientos de los altos directivos


Por Pilar Ramírez

De los 28 millones anuales que gana un consejero delegado medio a los 10 millones que recibe un director de fábrica, hay toda una escala de puestos directivos que en los últimos años se han visto afectados por las fuerzas del mercado.
La moderación en el salario base y en los contratos millonarios blindados es la última tendencia en los sueldos de los ejecutivos españoles. La crisis económica ha hecho que nuestros altos directivos se encuentren en niveles de remuneración medios, similares a los del Reino Unido e Italia, aunque por debajo de los de Alemania o Suiza. No obstante, los contratos más modernos comparten el riesgo entre empleados y empresas, para lo que se combina una participación en los beneficios o una opción sobre el capital (acciones). A esto se suma toda una oferta de retribuciones en especie, tales como un buen plan de pensiones, un elegante coche de la empresa o un seguro de vida.
La contratación y selección de <<directivos rentables>> es una necesidad para las empresas, pero los recortes de plantilla y la mala situación económica están haciendo que muchos ejecutivos de alto nivel pierdan sus empleos. Aun así, el incremento en la retribución de los consejos de algunos grandes bancos o empresas industriales ha sido bastante mayor que el aumento de los beneficios.

Los mejor pagados.
Analizando los puestos directivos, el consejero delegado y el director general son los cargos más remunerados debido a la responsabilidad y las funciones que realizan dentro de la empresa. Sin embargo, y debido a las condiciones generales del mercado, cuando un puesto directivo queda vacante y se sustituye por otro, el nuevo fichaje puede recibir hasta un veinte por ciento menos de sueldo que el anterior.
Los directores generales y los directores comerciales, por la necesidad que tienen las empresas de asegurar e incrementar sus cuotas de mercado, están siendo los más favorecidos con los aumentos salariales. De hecho, ambos puestos están por encima de la media de aumento. En ambos casos con más de dos puntos sobre la media. También los consejeros delegados suben ese promedio.
El área más relegada al final del año será seguramente la de Recursos Humanos, cuyo incremento salarial es casi nulo, debido a la poca importancia que (en general) las empresas conceden a esta labor.

Sueldos excelentes.
En números redondos, y dependiendo de la facturación de la empresa, el ranking de sueldos está encabezado por los consejeros delegados, donde los más privilegiados superan los 70 millones de pesetas anuales, aunque los hay que sólo ganan 11. Si la empresa factura más de 30.000 millones al año, el director general puede aspirar a ganar alrededor de 50 millones, aunque si la empresa es más modesta no pasará de 10 millones de pesetas.
Los directores comerciales que más vendan podrán ganar hasta 25 millones, frente a los 9 de los menos afortunados; no obstante, su retribución variable sigue creciendo y se acerca al 20 por ciento del total. El director de informática tiene una retribución variable y un sueldo -entre 5 y 16 millones- que todavía no se acerca al de otros directivos, sin embargo es posible alcanzar este puesto de responsabilidad con menos de 30 años, algo que no sucede en el resto de los departamentos.

La Banca paga.
A pesar de que las previsiones para este año estimaban una homogeneidad mayor en los sueldos de los diferentes sectores de trabajo, sigue siendo la banca el sector que mejor paga con una gran diferencia sobre el resto. A una misma cantidad de horas trabajadas, el empleado de banco puede llegar a cobrar el doble que otro perteneciente a otro gremio. No obstante, sí se da una mayor igualdad en el salario entre el resto de los sectores, incluidos los que están en crisis, como el de la automoción y maquinaria o la alta tecnología.
Todos los sectores trabajan, de media, 146 horas al mes, excepto energía y agua, con 140 horas; y entidades financieras y seguros, con 141 horas al mes. El sueldo correspondiente a un trabajador de la construcción suele ser de 147.000 pesetas mensuales, mientras que el de un empleado de banca está en torno a las 300.000.
Los incrementos salariales previstos para este nuevo año señalan que los sectores más favorecidos, para los altos directivos, serán los bancos, las compañías de seguros y las empresas de productos de consumo. Con respecto a los cargos intermedios -y otros empleados-, los que más notarán el aumento salarial serán los pertenecientes a las empresas de consumo y el sector químico/farmacéutico.

Pagos en especie.
El interés de las empresas en que sus ejecutivos cobren en función de los resultados provoca algunas formas de compensación o retribución alternativa. Los conceptos de pago en especie más extendidos en España son los seguros de vida, el automóvil, el aparcamiento, los planes médicos, los vales de comida y los préstamos para la adquisición de vivienda y de carácter personal. Además están las atenciones estatutarias de las que disfrutan algunos directivos, los planes de acciones y las dietas.
Un ejemplo de las ventajas que suponen estos pagos es el coche que las empresas proporcionan a sus directivos y comerciales. El tipo de coche está en función del cargo que ocupa el ejecutivo. Así, un director general de una empresa mediana dispone de un automóvil de 5,5 millones de pesetas; un jefe de ventas tiene uno de 2,7 millones y un vendedor se tiene que conformar con uno de poco más de un millón de pesetas.

Fiscalidad.
Los impuestos sobre las retribuciones son muy diversos. Dependen, fundamentalmente, de si la tarifa aplicada en la declaración ante Hacienda es individual o conjunta. Si la tarifa es individual, un sueldo medio de tres millones de pesetas tendrá una retención del 30%. Si se aplica la tarifa conjunta, que suele ser más beneficiosa, ese mismo sueldo tendrá un 27% de retención y los resultados dependerán de los atenuantes existentes a la hora de desgravar, del número de hijos, ascendientes...
Los pagos en especie también tributan, aunque por lo general benefician a quienes los reciben, ya sean éstos directivos u obreros, ya que hay muchas situaciones en las que se les exime de declarar aquéllo que les proporciona la empresa. Los ejemplos son numerosos: el guarda que está alojado en una vivienda facilitada por la empresa y que no paga luz, teléfono y otros gastos; el coche de lujo que en principio "sólo" se usa para trabajar y del que se ahorran gastos como la gasolina o el impuesto de matriculación; los gastos de representación que incluyen comidas en restaurantes de lujo o vestuario,etc. Son ventajas que normalmente aumentan el nivel de vida del trabajador y que son asumidos ante Hacienda casi siempre por las propias empresas, si son privadas, y por el Estado si son públicas.
Son precisamente los trabajadores del Estado los que cuentan con una fiscalidad más ventajosa. El Estado se gastó un billón ochocientos mil millones de pesetas el pasado año en los sueldos de 600.000 funcionarios, las Fuerzas Armadas y los Cuerpos de Seguridad. El sueldo para estos funcionarios varía desde los seis millones de pesetas -el máximo que puede cobrar un titulado superior en el nivel 30-, al millón y medio del nivel 11, como auxiliar administrativo.

Europa y Estados Unidos.
La internacionalización de los mercados de directivos está consiguiendo que los sueldos se unifiquen al nivel de los países que más pagan. Sin embargo, en España la tendencia es la contraria. Al igual que en otros países europeos, donde los accionistas controlan cada vez más los sueldos de ejecutivos y consejeros, también aquí se empieza a fiscalizar la retribución de directivos y administradores.
Hoy, la política retributiva es más parecida a la europea. Casi el 60% de las empresas tiene sistemas para evaluar y retribuir individualmente a sus directivos. En los últimos dos años, los directivos españoles han perdido posiciones en el ranking europeo. Sus colegas italianos y franceses les superan en retribución, al tiempo que los españoles experimentan un cambio en la composición de su paquete retributivo. El peso de la contribución fija ha ido en descenso mientras que han aumentado la retribución variable ligada a resultados y los pagos en especie.


Acciones para los Empleados

Una de las formas de retribución con la que las empresas pagan a sus empleados es la entrega de acciones (planes de acciones), para todos los empleados o sólo para los directivos.
Desde hace varios años, la Carta Social Europea anima a los estados miembros de la Comunidad a instrumentar mecanismos que favorezcan la participación de los empleados en el capital de sus empresas. En España, sin embargo, no se ha hecho mucho caso de esto, ya que la fiscalidad de los planes de acciones no tiene siquiera un tratamiento específico en la Ley de IRPF. En cualquier caso, los planes de acciones son un valioso mecanismo de motivación, retención y restricción de costes fijos. Su escasa implantación en España los convierte en una compensación atractiva frente a otros sistemas más tradicionales.

Para todos.
Los planes de acciones se presentan de varias formas. Los dirigidos a toda la plantilla se basan en:

Para directivos.
Los principales tipos de planes de acciones para directivos se basan en:


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