Su Dinero
Actualidad Número 146 / Domingo 15 de noviembre de 1998

Finanzas

De la Compra de Cromos a la Hipoteca
Bancos y cajas, a la caza del ahorro infantil, lanzan seguros de vida para competir con las libretas de siempre


Por Paloma Bravo

Hace muchos, muchos años, cuando usted era un devorador de gominolas, piruletas y pica pica, disponía de una libreta repleta que sus padres le habían abierto a los pocos días de su nacimiento.

Todos los regalos en metálico que sus abuelos, tíos y padrinos le hacían por su comunión, cumpleaños y navidades, engordaban la cartilla, cuyo contenido (una sucesión de ceros) desfilaba ante sus ojos sin demasiado interés.

Lo que sí recuerda es cómo su padre siempre le decía, mientras la cerraba y guardaba de nuevo en el cajón: &laqno;Este dinero será tuyo cuando cumplas 18 años y vayas a la Universidad». Aunque usted lo que más ansiaba era gastarlo todo en cromos o en tebeos.

Desde entonces las cosas han avanzado una barbaridad. No sólo ha cambiado la finalidad del ahorro (comprar un ordenador, una moto o a irse al extranjero a estudiar bachillerato), el soporte y la oferta también lo han hecho.

Los bancos y cajas de ahorro han evolucionado con los tiempos, y ante la fuga de clientes en busca de mejores ofertas, han visto en los productos de ahorro para los más pequeños de la casa una fórmula de amasar clientela.

&laqno;Esta es una de las mejores opciones de fidelización; trabajar con un banco es algo que se hereda de padres a hijos», asegura Juan Manuel Cobos, director de particulares del Banco Popular.

Así, las entidades financieras ven en estos clientes un potencial inmenso, ya que cuando pasen unos años, ingresarán la nómina, suscribirán una hipoteca, pedirán un préstamo personal y contratarán un fondo de inversión y un plan de pensiones. Eso es, ese niño que hoy tiene unos meses de edad le hará ganar mucho dinero.

En lo que respecta a los productos, la banca le ha echado imaginación y a los de toda la vida (libretas de ahorro) les han sumado los seguros de vida, con el fin de elevar el atractivo y atrapar no sólo a los hijos, también a los padres por sus ventajas fiscales.

Libretas.

Hay para todos los gustos. Las típicas libretas de ahorros con rentabilidades entre el 0,01% del Banco Central Hispano hasta el 2% de la Caixa. Otras entidades, como el Banesto, prescinden de ofrecer un tipo de interés, en ocasiones irrisorio, y conceden puntos canjeables por regalos, en función del saldo medio mensual.

Las videoconsolas, estuches de pinturas, radiocasetes y mochilas son algunas de las promociones más extendidas. El caso más peculiar es el del Bilbao Vizcaya. Su producto infantil es el Libretón para niños. Así, su hijo participará en el sorteo diario de un coche, tal y como sucede con los titulares mayores de edad.

La única ventaja de estas libretas o cuentas es que no cobran comisiones. Unicamente el BBV, 1.500 pesetas por el mantenimiento.

Funcionamiento.

Los límites de edad varían y pueden ir desde unos días de vida hasta los 21 años.

El niño o joven será el titular de la cartilla, pero necesitará que un adulto (padre, madre o tutor) autorice la contratación y, cada vez que quiera extraer dinero de la cuenta, también necesitará su conformidad hasta que sea mayor de edad. Sólo la Caixa y Argentaria rebajan la edad a los 14 años y a los 16 años, respectivamente. La caja catalana considera que el niño ya es consciente y responsable para poder administrar su dinero.

Según los expertos en productos financieros, los padres no sólo contratan las libretas infantiles con la finalidad de que el niño tenga un colchón en el futuro, sino para inculcarle la importancia del ahorro y cómo ha de gestionarlo.

Muchas de las cuentas y libretas diseñadas para los pequeños adjuntan la posibilidad de disponer de una tarjeta de débito. Algunas, como Banesto, limitan la posesión de ésta a la edad de 14 años o más; mientras que otros no ponen límite en los años, pero sí en la cuantía que el menor podrá extraer diariamente. En lugar de fijarla el banco, como lo hace con los adultos (25.000 o 50.000 pesetas diarias), será el padre o tutor quien especifique cuánto podrá sacar. Habitualmente suele ser de 5.000 pesetas. El riesgo que corre el padre es que, si el hijo no ha salido ahorrador, dilapide en unos meses el capital amasado durante años, a razón de 150.000 pesetas al mes.

Algunos bancos incorporan extras mediante seguros gratuitos.

Seguros.

Algunos bancos y cajas de ahorro (Popular y la Caixa) han innovado y han creado fórmulas de ahorro previsión a largo plazo.

Su funcionamiento es sencillo, como el de un seguro de vida. En estos productos el titular es el padre y el beneficiario, el hijo.

Usted se compromete a realizar aportaciones monetarias fijas con la periodicidad que desee y a mantenerlas inmovilizadas durante un plazo determinado: la Caixa lo fija en 10 años, mientras que el Popular lo alarga dos años más.

A cambio, el banco le garantiza una rentabilidad anual mínima (entre un 2% y un 3%, según las entidades consultadas) y otro porcentaje variable y sin concretar, que será mayor o menor en función de cómo hayan ido las inversiones en renta variable realizadas por la entidad en nombre del titular.

Trascurrido ese plazo o en caso de fallecimiento, su hijo percibirá el dinero ahorrado más los intereses. Eso sí, la liquidez es inmediata, pero existe una penalización por romper su compromiso, que dependerá de cuándo se realice.

En lo que respecta a las primas, hay para todos los bolsillos: la Caixa establece una prima anual mínima de 25.000 pesetas o de 1.000 pesetas mensuales; mientras que el Popular coloca la aportación mínima en 5.000 pesetas mensuales.


¿Qué le Interesa Más?

Recomendar un tipo de producto no es nuestro cometido, pero sí informarle de las ventajas y los inconvenientes de cada uno, sobre todo en lo referente a su fiscalidad.

Las aportaciones realizadas a una libreta de ahorro no desgravan nada. Es más, de los intereses, el banco le retendrá el 25%, por lo que a la rentabilidad le deberá restar este importante 'pellizco'. Además, el importe tanto de la libreta como de la retención deberá incluirlo en su declaración de la Renta.

En lo que respecta a los seguros, el tratamiento fiscal es muy ventajoso: el padre podrá deducirse un 10% de las primas satisfechas, siempre que el plazo de este producto sea igual o superior a 10 años. Si necesita rescatarlo con antelación, no sólo será penalizado en la rentabilidad del producto, también fiscalmente, ya que tendrá que devolver las deducciones de las que se haya beneficiado.

A su vencimiento, tendrá que pagar el 20% de las plusvalías, aunque las primeras 200.000 pesetas están exentas de tributación.

El futuro Impuesto de la Renta de las Personas Físicas mejora el tratamiento fiscal de este tipo de productos una vez que se percibe la totalidad del capital. En lugar de tributar al tipo fijo del 20%, lo harán al general que tenga el contribuyente.

Ahora bien, se beneficiará de unas reducciones en función del plazo de permanencia. Si ha sido superior a cinco años, tributará por el 40% de las plusvalías que haya obtenido al tipo de gravamen que le corresponda de la base general (entre el 18% y el 48%). Por ejemplo, si las plusvalías ascienden a 100.000 pesetas, pagará únicamente por 40.000 pesetas, al tipo que le corresponda, por ejemplo el 24%. Al final abonará al Fisco 9.600 pesetas.

Si la permanencia en el seguro es de ocho años o más será el 30%, y más de 10 años, el 20%.


| arriba | Actualidad | Números anteriores | Su Dinero |