Su Dinero
Actualidad Número 151 / Domingo 20 de diciembre de 1998

Empresas

Siempre al Contado
El 'factoring' permite a las pequeñas empresas cobrar de inmediato el importe de las ventas a plazos


Por Mercedes Gómez

Si usted negocia con sus clientes pagos a 60, 90, 120 días, o incluso plazos más amplios, posiblemente se haya encontrado con problemas de liquidez en más de una ocasión. Si se acumulan los meses en los que los desembolsos a proveedores son superiores a los ingresos y cobros, su negocio puede atravesar una situación crítica.

Si está buscando la solución para que su empresa no sufra por estos desequilibrios, conviene que estudie las posibilidades que le brinda el factoring, una de las fórmulas de financiación específica que convierte las ventas a corto plazo en operaciones al contado. Se trata de un producto financiero no bancario que evita y agiliza el cobro de las facturas y que adelanta el importe de las ventas realizadas a los clientes.

Aunque el 80% de las sociedades clientes de este servicio en nuestro país son pequeñas y medianas empresas, pymes, el factoring sigue siendo un gran desconocido entre sus potenciales usuarios.

Si usted no había oído hablar de este sistema de financiación o no tiene muy claro todavía su funcionamiento, Su Dinero le ofrece toda la información práctica para que pueda valorar las ventajas que pueda aportar en la gestión de su negocio.

El contrato.

Si usted firma un contrato de factoring, el factor (que así se denomina la compañía o la entidad de crédito que presta el servicio) asumirá el cobro de las facturas que genere su actividad, proporcionándole de forma inmediata a la venta el importe correspondiente a dichas facturas.

Un contrato de factoring, sin embargo, va mucho más allá que una simple línea de financiación, e incluye servicios que permiten un ahorro de costes y de tiempo en gestión de cobros. Entre los servicios de las empresas de factoring figuran también los siguientes:

Si la fórmula del factoring le resulta atractiva para su negocio, debe conocer cuál es la operativa que debe seguir ante el factor o entidad seleccionada:

Primero, debe aportar la relación de deudores sobre los que quiere aplicar el factoring y una previsión de las ventas para el período que se formalice en el contrato. Se exige un volumen de negocios que sea, como mínimo, de 50 millones de pesetas anuales.

Ambas partes decidirán qué clientes entran en el servicio (puede rechazar determinadas ventas por considerar la probabilidad de insolvencia), en un acuerdo que se firma ante notario y que debe recoger expresamente todos y cada uno de los deudores y las condiciones específicas para cada uno de ellos, en lo que se refiere al límite, plazo, comisión, interés, documentos a aportar, cantidad del anticipo, etcétera.

Una vez firmado el contrato, tendrá que entregar las facturas originales y copias junto con los albaranes de entrega y los documentos de conformidad.

El usuario del servicio de factoring tiene que pagar la tarifa del factoraje ­que normalmente corresponde a un porcentaje sobre el importe de la factura­, además del tipo de interés por el tiempo e importe pagado por anticipado, que equivale al interés de mercado a corto plazo.

¿Cuándo compensa?

Recuerde que si el factor asume el riesgo de insolvencia, el coste de los servicios será más elevado. En este caso, tendrá que valorar qué es lo que más le interesa: si pagar un porcentaje superior o arriesgarse a que uno de sus clientes no pague sus facturas.

Ceder a una entidad de factoring la cartera de clientes para gestionar los cobros le merecerá la pena siempre y cuando su finalidad no se corresponda con la obtención financiación pura y dura.

Tenga en cuenta que los principales atractivos de este sistema son los servicios asociados de los que debe sacar provecho. Si no tiene intención de utilizarlos, es preferible que estudie otras líneas de financiación que le resulten más económicas.

Entre las ventajas adicionales que ofrece esta fórmula figuran la simplificación de la contabilidad. El importe de las ventas se convierte en disponible y no produce endeudamiento. Mediante este contrato, el usuario pasa a tener un único cliente que paga al contado.

Además, la pequeña empresa se olvida de destinar partidas a resolver situaciones de insolvencia por morosidad de sus clientes, se evitan las gestiones de cobro y los impagos, con la consiguiente reducción de tiempo y costes administrativos. Y, además, permite un mayor conocimiento de quiénes son los deudores.

Inconvenientes.

rente a otras líneas de financiación, el factoring presenta los siguientes inconvenientes: tiene un coste más alto que el simple descuento comercial ante una entidad crediticia. Además, algunas pymes usuarias de factoring, temen que la entidad no trate a sus clientes con tacto y perjudiquen su relación comercial.

Finalmente, otra desventaja a tener en cuenta es el hecho de que el empresario queda sujeto a los criterios del factor para evaluar el riesgo de los distintos compradores.

Este reportaje se ha elaborado con información facilitada por Ana Santiago, asesora de la Asociación de Jóvenes Empresarios de la Comunidad de Madrid, José Gallardo, Presidente de la Asociación Española de Factoring, y José Ignacio Fernández-Bugallán, director de la división de Factoring de Hispamer.


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